La Espagiria es la aplicación de la Alquimia para la producción de Medicamentos. Esta tradición tiene sus raíces en el antiguo Egipto, donde el hermetismo fue enseñado en los templos de Menphis y Thebas, por las obras de Zosimo de Panopolis (Akhmin 300 d.C.).
Medicina Espagírica — Espagiria y Alquimia
El término Espagiria es de matriz griega, de la composición de spao (extraer, apropiarse) y agério (reunir, recoger), y ambos expresan dos momentos distintos de acción, típicos de la actuación práctica de ésta disciplina.
En el interior de los medicamentos preparados según los principios espagíricos, se concentra la «quinta esencia» incorpórea espiritual, de la sustancia bruta vegetal o mineral.
Esta sustancia viene fluidificada por el doble procedimiento alquímico de la separación (griego: spao = parto) y de la reunión (griego: agério = reúno) de los tres componentes que forman la sustancia misma (cuerpo, alma y espíritu).
Se pensó conseguir, el espíritu de la planta mediante la fermentación, el cuerpo por la incineración y el alma por la destilación a corriente de vapor.
La Espagírica no es homeopatía
Aún utilizando dosis reducidas con la dilución (la karena), tampoco es antroposofía, a pesar de que haya enlaces, sobre la impostación en materia espiritual y en la capacidad de conocimiento acerca lo ultrasensible.
La acción de las quintaesencias espagíricas es dulce y eficaz, sobre todo en el profundo y a nivel del terreno genético y ambiental. La cura precisa de tiempo, porque el remedio actúa inclusive a nivel del alma del paciente.
Medicina Espagiria
Logra su consagración por obra del maestro Theophrastus Bombast von Hoenheim, llamado Paracelso: según el cual, el conocimiento no podía acontecer por pura iluminación, sino a través de la investigación exacta y la experiencia precisa de recomposición y mejoría de la materia.
Esta nueva manera de concebir las Ciencias Naturales en aquella época, se encuentra perfectamente integrada en la dimensión operativa del Arte Médico.
Paracelso, dada la época, fue contrastado más veces por sus teorías, sin embargo lo mas importante es comprender la total certeza de sus argumentos, todos evaluados sobre base de experimentación y no sobre la fe respecto a los antiguos Maestros.
El método tradicional y original de la Alquimia es individualmente analítico y de experiencia personal, y el método mismo de preparación de medicamentos se convierte en fundamento esencial, para la elaboración del sistema interpretativo filosófico.
En la Alquimia, como en otras técnicas, existen unos preparados llamados tinturas, que varían según el tipo de preparación que se utilice.
Las tinturas espagíricas
Se diferencian de las demás (que aprovechan parcialmente el poder curativo de la planta) en cuanto su preparación abre la planta, integrando a la tintura varios componentes de enorme potencial tras un proceso de separación, purificación y reunión a baja temperatura, capaz de aprovechar plenamente (y solamente) lo más importante y curativo de la planta.
Las preparaciones espagíricas contienen, además, también las sales minerales extraídas de la planta durante el proceso de incineración y de calcinación. La parte soluble de estas sales, por experiencia en la medicina, nos ha demostrado un gran valor curativo.
Las preparaciones espagíricas
Fundamentalmente más completas, reúnen en sí el poder medicinal de la planta de manera integral y sinérgica.
Por mucho tiempo en la medicina moderna se ha creído que la acción farmacológica de las plantas medicinales, se debía sólo a algún principio activo que se podía aislar (y sintetizar); en estos últimos años se ha descubierto que depende sobretodo de un tipo de sinergia de factores, no todos conocidos, ni todos químicamente cuantificables.
Según la filosofía Alquímica, existe una tríada (triple manifestación de lo existente en todas las cosas existentes): ésta encuentra su expresión en los tres principios filosóficos llamados «las tres sustancias», consideradas las bases de cada manifestación.
Los tres principios filosóficos, que están considerados una Unidad en la Tríada (aún siendo distintos entre ellos), vienen llamados Mercurio, Azufre y Sal; estos elementos nada tienen que ver con los elementos químicos convencionales (no se trata de Hg. ni de S).
En la terminología alquímica
- El Mercurio es el «Principio Vital», el «Prana» de la tradición india; también considerado el principio pasivo de la forma y el húmedo primordial.
- La Sal es el «Cuerpo, el Sólido, la Materia» y constituye lo neutro.
- El Azufre es el principio «Activo, Solar, Real», la potencia original; y se identifica con el fuego primordial, que es el principio de la forma y del amor.
Cada ser reúne en sí estos tres principios, en todo lugar del Universo. Podemos observar tres formas de manifestaciones coexistentes:
- Las sutilísimas partículas de los átomos, que se manifiestan materialmente y que representan la Sal;
- El principio Vital «Prana», que se manifiesta en una infinidad de formas, de la más simple organización molecular hasta la estructura más complicada: representando el Mercurio;
- La Conciencia, que dirige empujando con fuerza desde el interior, todo lo que vive; es el alma, «Atma», que representa el Azufre.
Tres principios filosóficos
Los tres principios filosóficos están asequibles a nuestros sentidos, bajo una cuádruple forma (SÓLIDA-LIQUIDA-GASEOSA-RADIOSA o ETÉRICA), que a su vez se manifiesta en los cuatro elementos:
TIERRA-AGUA-AIRE-FUEGO: entre estos está presente una (quinta esencia) que sin embargo no se identifica en ninguno de ellos: ésta penetra la creación, en cierto sentido puede ser comparada a la etérica (pero mucho más sutil).
Relacionado
Autor: Dr. Joseph Cannillo