La imagen de María Magdalena, la misteriosa mujer mencionada en los evangelios, está siendo revaluada por la escritora Jennifer Ristine en su nuevo libro ‘María Magdalena. Reflexiones desde la antigua Magdala’. Su exhaustiva investigación en la antigua Magdala, la ciudad de origen de María Magdalena, arroja una luz novedosa sobre esta figura bíblica.
Descubrimientos en Magdala respaldan la teoría de Ristine: María Magdalena no fue prostituta ni pobre
Esta obra, que ha sido el resultado de cuatro años de meticulosa investigación en Magdala, la antigua ciudad en las orillas del Mar de Galilea y reconocida como el lugar de origen de María Magdalena, será presentada en inglés el 22 de julio.
El espejo del pasado: reflexiones desde la antigua Magdala
Las excavaciones recientes en la antigua ciudad de Magdala han arrojado luz sobre el posible estilo de vida que María Magdalena pudo haber llevado. Ristine señala:
“Observando el lugar donde ella vivió, es plausible afirmar que disfrutaba de una posición económica sólida, no vivía en la pobreza».
Esta teoría podría respaldarse con los relatos del Evangelio de San Lucas, que en su capítulo ocho hace mención de las mujeres que proporcionaban a Jesús “con sus bienes”, y entre las que se menciona a María Magdalena, «de quien habían salido siete demonios».
Aunque cabe destacar que el pasaje no detalla si estos bienes eran de gran o pequeña magnitud.
Ristine explica:
«En nuestra sociedad contemporánea, tendemos a relacionar la figura de una prostituta con una mujer pobre en situación de calle. Sin embargo, esta perspectiva no se puede aplicar a María Magdalena, ya que ella apoyaba a los discípulos con sus propios recursos y junto a otras mujeres».
María Magdalena: De ‘Mujer Pecadora’ a Inspiración Espiritual – El Origen de una Percepción Equivocada
La escritora señala que la percepción de María Magdalena como prostituta surgió a raíz de la homilía 33 del papa Gregorio el Grande, pronunciada en el siglo VI, en la que la describió como una “mujer pecadora”.
Los padres de la Iglesia también la señalaron como una mujer pecadora que fue sanada por Jesús al expulsar sus demonios, tal y como se relata en el evangelio de San Lucas, y luego se convirtió y siguió al Mesías.
La imagen de ella como prostituta se ha perpetuado y fortalecido a lo largo de los siglos a través del arte y la cultura popular, como señala Ristine: “Por ejemplo, en la película ‘La Pasión de Cristo’ de Mel Gibson, se asocia a María Magdalena con la mujer adúltera a punto de ser apedreada, a la que Jesús rescata».
Sin embargo, Ristine nota una creciente espiritualidad entre los católicos que se sienten inspirados por la figura de María Magdalena, basándose en su tenacidad para seguir a Jesús y escuchar su palabra.
La autora es enfática al afirmar que su trabajo no aporta pruebas concretas acerca de la vida sexual de María Magdalena y anticipa que tal vez nunca se llegue a conocer dicha información.