Gérshon Pires de Araujo, un pastor adventista tuvo una curiosa experiencia en Angola hace algún tiempo. Mientras trabajaba como voluntario para enseñar teología enseñando en el país de habla portuguesa, visitó una comunidad con 100 adventistas en Uambo.
Maná del cielo
Situado en el centro de Angola, los lugareños aseguran que recogen según ellos: “maná”.
Se trata de copos blancos que sirven de alimentos y son una parte rutinaria de la comunidad desde 1939.
De regreso a Brasil, el pastor trajo una muestra y la sometió a un análisis la Universidad de Campinas. El laboratorio muestra que los copos blancos son principalmente fructosa, glucosa, minerales y aminoácidos. Es decir, no es algo que se conoce, pero es adecuado para el consumo humano.
En el vídeo publicado esta semana por el sitio del Terceiro Anjo, cuenta Gershon que había leído sobre el fenómeno en una edición de la Revista Adventista noviembre de 1948. Sin embargo, no tenía ni idea de que todavía estaba pasando.
De acuerdo con la historia contada por la misión Namamba después de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad pasó por un período de debilidad a causa de la escasez de alimentos y sequía en la región.
Los evangélicos residentes locales que se encontraban en las alta en las montañas, oraron pidiendo a Dios para que nos los dejara morir de hambre. Al terminar la reunión de oración, una niña de cinco años, hija de una pareja misioneros llevó a la comunidad los copos blancos, afirmando ser maná.
Cuando le preguntaron cómo sabía que era maná, la niña dijo que escuchó a dos “hombres blancos” que le dijeron que Dios había escuchado su oración. Se cree que eran ángeles.
El maná cayó en abundancia hasta la temporada de lluvias
Desde entonces ha caído con moderación, es sólo dos veces a la semana. Y sólo en una ubicación específica: detrás de donde se alzaba la iglesia.
El ministro Gershon dice que parecen pequeñas palomitas de maíz y el sabor es dulce, como dice la Biblia en Éxodo que tuvo lugar hace unos 3500 años.
La experiencia del pastor se publicó, en la red social de Facebook y en la última semana ha provocado un amplio debate entre los evangélicos y no creyentes sobre la existencia de los milagros modernos.