Los siete regalos del recuerdo constituyen un eslabón importante que vincula las experiencias de nuestra vida anterior con las fronteras y posibilidades de nuestro presente y futuro.
Los recuerdos de nuestra vida no son visiones muertas
Estar abierto a los siete regalos del recuerdo no significa, pues, vivir en el pasado, sino dar entrada en la vida actual a los mensajes importantes del pasado.
Siete regalos
Los recuerdos de nuestra vida no son visiones muertas, sino que viven con nosotros en el aquí y el ahora. Los siete regalos invitan a cada cual a investigar su vida y sus recuerdos y a considerarlos bajo un nuevo aspecto.
Alegría
Un recuerdo hermoso vive con nosotros en el presente. Cuando recordamos algo hermoso, nuestro presente es enriquecido, o incluso transformado.
Sentido personal de la vida
Poder recordar experiencias que hayan contribuido al desarrollo de nuestra propia personalidad, así como de normas y valores, otorga a nuestra vida seguridad y sentido.
De manera análoga, el descontento y el dolor que son consecuencia de una carencia, en el pasado, de experiencias que hayan tenido sentido son un acicate que nos impulsan a buscar esas experiencias significativas. Es decir, nuestros recuerdos nos dan indicaciones sobre lo que ha sido y es importante en nuestra vida.
Identidad y autognosis
El único camino para saber quiénes somos es recurrir a nuestras experiencias pasadas. Sin nuestros recuerdos no tendríamos identidad ni personalidad. Las respuestas a las preguntas:
¿Quién soy yo? y ¿Quién me gustaría ser en el futuro? surgen casi exclusivamente como respuesta a la pregunta ¿Quién he sido yo en el pasado?.
Los recuerdos tempranos nos permiten comprender, ampliar o cambiar nuestra personalidad, en pocas palabras: desarrollar una comprensión clara y amplia de nuestro yo en el presente.
Estrategias de superación
Recordar nuestras propias fuerzas, capacidades y competencias nos ayuda a superar nuestras tareas y desafíos actuales. Cuando intentamos resolver algún problema actual, con frecuencia, y a menudo de manera inconsciente, también buscamos respuestas en el pasado.
Y entonces vuelven a aflorar inesperadamente a nuestra conciencia recuerdos de anteriores situaciones comparables. Estas huellas de la memoria entran en nuestra vida tanto para recordarnos nuestras competencias y capacidades como para hacernos propuestas en lo tocante al trato con la situación actual.
Compañía en casos de ruptura fundamental y cambio
También cuando (tenemos) que entrar en una zona nueva o desconocida de nuestra vida, los recuerdos acuden en nuestra ayuda. En esos tiempos de cambio, los recuerdos de acontecimientos tempranos, provistos a menudo de un significado simbólico, afluyen en nuestra conciencia.
Y ofrecen tanto consuelo como orientación cuando nos enfrentamos a desafíos que suponen también cambios, y escalamos el siguiente peldaño de nuestra existencia.
Descubrimiento de potencialidades personales
Los recuerdos nos conducen a las capacidades y partes de nuestro sí mismo que aguardan impacientes la posibilidad de manifestarse en nuestra vida. A veces no somos en absoluto conscientes de estas potencialidades no descubiertas, hasta que nuestros recuerdos las sacan a la luz.
Orientación para el futuro
Nuestros recuerdos también funcionan como un eslabón que vincula los acontecimientos del pasado y las posibilidades del futuro. En ellos, y en su simbolismo a menudo muy personal, hay tesis concretas que nos ayudan a mirar hacia delante y seguir avanzando en la vida.
¿Qué es avanzar espiritualmente? ¿Cómo podemos progresar en la vida espiritual?
Todo persona debe avanzar espiritualmente, pero ¿qué es avanzar espiritualmente? ¿cómo podemos progresar en la vida espiritual? Según la Biblia y la experiencia de los santos, el avance espiritual es el aumento del elemento de Dios en nosotros..
Autora: Lohmann, Robin | Extracto del libro: Los siete regalos de la memoria
