«No es por alarmar”, advierte Susan Yara en Glamour, pero hay una enfermedad que se encuentra en el fondo de tus zapatos y puede ser mortal”.
Lo que arrastran tus pisadas puede ser mortal
Según un reciente estudio publicado en el New England Journal of Medicine, alrededor de medio millón de personas están infectadas con una bacteria llamada Clostridium difficile, responsable de enfermedades gastrointestinales.
La toxina producida por la C. difficile en algunos casos provoca diarrea acuosa y, de no solucionarse a tiempo, puede derivar en una inflamación del colon (colitis seudomembranosa) que pone en riesgo nuestra vida.
Bacteria comensal del intestino
Se trata de una bacteria comensal del intestino humano que se encuentra en una pequeña parte de la población. Los pacientes que han estado un largo tiempo hospitalizados o en residencias de cuidados especiales tienen una mayor probabilidad de ser colonizados por este organismo.
Por lo general no causa daños graves, pero su combinación con antibióticos, en especial los de actividad con amplio espectro, causan un desequilibrio de la flora intestinal que deriva en una sobrepoblación por el C. difficile que puede traducise en la mencionada colitis seudomembranosa.
No es por alarmar, pero hay una enfermedad que se encuentra en el fondo de tus zapatos y puede ser mortal.
Según la investigación, aunque no sea la mayoría de los casos, al menos el 35% de los pacientes que aparecen en los hospitales afectados por la bacteria se han contagiado en lugares tan cercanos como la suela de sus zapatos.
Suela de sus zapatos
Los doctores Daniel A. Leffler y Thomas Lamont, autores del estudio, creen que lo más probable es que ésta llegue ahí a través de las heces, tanto de las que se hayan podido pisar por la calle provenientes de perros como incluso una simple caca de pájaro:
“Una vez que las esporas aterrizan sobre una superficie pueden vivir ahí durante meses a la espera de transferencia a un cuerpo”, explican.
“El problema es que muchas de las cepas son resistentes a las bacterias, lo que hace que si el paciente enferma sea más complicado acabar con ella simplemente tomando un antibiótico”, advierten los médicos.
Una solución sencilla y cómoda
“La buena noticia es que la prevención es sencilla”, sentencia Yara:
“Sólo hay que quitarse los zapatos en la puerta y dejar de usarlos dentro de casa”. Además de tu propio calzado, para evitar que la bacteria pueda entrar en tu casa, pide a tus invitados que se descalcen al entrar.
Está claro, ahora que es verano muchos van a acabar con las plantas de los pies algo ennegrecidas de la suciedad, pero no hay mal que por bien no venga: aprovecha esta lección de salud para limpiar más a menudo tu suelo.
Y, por supuesto, no sólo has pisado las calles tú, así que si tienes mascotas procura limpiar sus patas con toallitas desechables antes de dejar que invadan el inmueble de bacterias. “Tu sistema inmunológico te lo agradecerá”, advierten los autores.
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