¿Alguna vez has escuchado que ‘lo que siembras, cosechas’? Este concepto, esencial en las enseñanzas budistas, es el principio que rige el karma. Pero, ¿qué es realmente el karma? ¿Y cómo nuestras acciones y decisiones pasadas, presentes y futuras lo afectan? Descúbrelo al explorar las leyes budistas y cómo éstas pueden ayudarte a redefinir tu karma.
Cómo el budismo te ayuda a entender el karma y transformar tu vida
El karma, se interpreta como el eco de nuestros actos pasados, no siempre es visible en nuestra propia vida, pero a menudo destaca en las circunstancias de los demás.
La dolorosa experiencia de la infidelidad en alguien que una vez fue infiel, o el rápido deterioro de un artículo robado adquirido por su precio atractivo, son escenas que parecen extraídas de un guión kármico.
Ciertamente, hay quienes asocian el karma exclusivamente con deudas heredadas de vidas pasadas, pero para el budismo, y para la tercera ley de Newton, «de causa y efecto«, toda acción tiene una consecuencia.
La cosmogonía del karma: entre el budismo y el hinduismo
La humanidad, con sus 8.500 millones de habitantes, se divide mayoritariamente entre religiones monoteístas y politeístas. Sin embargo, más allá de la unicidad o pluralidad de lo divino, existe una necesidad inherente en todos nosotros de creer en una fuerza superior que guía nuestros destinos.
Este sentido profundo de espiritualidad, de una comprensión trascendental de la realidad, se manifiesta de muchas formas, una de las cuales es la noción del karma.
El ‘efecto mariposa’ en nuestras vidas
La vida es una red de interacciones complejas y cada acción, por pequeña que sea, genera olas en el estanque de nuestra existencia. El mensaje en el móvil que nos distrajo antes del choque, el objeto que desechamos y termina afectando a alguien más, incluso un correo electrónico enviado por error a un antiguo adversario, todos tienen consecuencias.
La causalidad y el karma se entrelazan en esta maraña de interdependencias. Un encuentro inesperado, un suceso fortuito, para muchos, estos no son meros accidentes, sino hilos en la vasta trama del karma.
Clasificando el karma
La filosofía budista divide el karma en tres categorías:
- Prarabdha karma: el karma emocional, una respuesta automática e instantánea, como la gratificación o desilusión que sentimos al realizar una acción.
- Sanchita karma: el karma mental, que reside en nuestros recuerdos, ya sean positivos o negativos, y nos obsesiona.
- Agami karma: el karma físico, que se manifiesta en las consecuencias futuras de nuestras acciones presentes.
Entonces, ¿cómo mejorar nuestras vidas si estamos perpetuamente atados a las cadenas de nuestras malas decisiones pasadas? Las leyes budistas nos ofrecen una guía para cambiar nuestra respuesta kármica.
Refinando la respuesta kármica: la aplicación de las leyes budistas
- Ley esencial: ‘Lo que siembras, cosechas’. Nuestras acciones se reflejan en nuestra vida.
- Ley de creatividad: Cada uno de nosotros es el artesano de sus propias experiencias. Visualiza tu mundo y actúa en consecuencia.
- Ley de humildad: La gratitud facilita nuestra evolución. Recordemos que nada nos pertenece en esencia; todo es un préstamo del universo.
- Ley de responsabilidad: Cada circunstancia de nuestra vida es el fruto de nuestras propias acciones, pensamientos y sentimientos anteriores.
- Ley de conexión: Vivimos en un mundo interconectado; nuestros actos afectan a los demás. Trata a los demás como deseas ser tratado.
- Ley de desarrollo: El único constante es el cambio, y el cambio es crecimiento.
- Ley de focalización: El camino hacia adelante es paso a paso. Ten en mente tu meta, pero vive en el presente.
- Ley de generosidad: Para vivir una vida plena, es crucial ser generoso. Lo que das, recibes.
- Ley del presente: El pasado es historia y el futuro, un misterio. Vive en el presente, sin castigarte por tus circunstancias actuales.
- Ley del cambio: Para cambiar nuestra realidad, debemos cambiar nuestras decisiones.
- Ley de la paciencia: Cada proceso tiene su propio ritmo. Debemos permitir que los efectos de las acciones pasadas se agoten.
- Ley de la inspiración: Dale lo mejor de ti a cada acción, ponle cuerpo, mente y alma para lograr el máximo posible.
Palabras finales: el camino hacia un karma positivo
La venerada maestra espiritual de la India, Amma, tiene una sabiduría profunda que compartir sobre el tema:
‘Solo cosechamos los frutos de nuestras acciones’, dice, ‘cuando sufrimos, no debemos considerarnos pecadores. Reconociendo que estamos experimentando las consecuencias de nuestras acciones negativas pasadas y decididos a no repetirlas, debemos llenar el resto de nuestros días con acciones positivas.’
Entender y aplicar estas leyes budistas puede ser el primer paso para redefinir nuestra respuesta kármica, tejido tras tejido, en el tapiz de nuestras vidas.
Este artículo es fruto de la colaboración con Mónika Correia Nobre, destacada astróloga e instructora de meditación, a través de El Clarín Argentina, proporcionando perspectivas penetrantes sobre el apasionante universo del budismo