Supo que su esposo había fallecido por las penosas condiciones en las que trabajaba y que sus restos fueron enterrados al pie de la muralla. Durante la dinastía Qin, vivió una hermosa y bondadosa joven, cuyo nombre era Meng Jiangnü.
Meng Jiangnü llora en la Gran Muralla — Leyendas Populares Chinas
La joven se enamoró a primera vista de Fan Xiliang y tras haber conseguido el acuerdo paterno decidieron contraer matrimonio.
En aquel entonces, para construir la Gran Muralla, el emperador Qin Shihuang hizo reclutar hombres como mano de obra. Fan Xiliang fue sacado de su hogar el mismo día de su boda y enviado a trabajar en la Gran Muralla, a miles de kilómetros de distancia.
Meng Jiangnü, invadida por la angustia, comenzó a confeccionar ropas de invierno y se dispuso a buscar a su esposo pese a la larga distancia.
Meng llegó por fin a la Gran Muralla
Afrontando vientos, lluvias, nieves y heladas, Meng llegó por fin a la Gran Muralla. Ella contempló la obra, que serpenteaba sin que viera el comienzo ni el final. Tras mucho preguntar, pudo saber que su esposo había fallecido por las penosas condiciones en las que trabajaba y que sus restos fueron enterrados al pie de la muralla.
Ante tan desgraciadas nuevas, Meng lloró durante tres días con sus tres noches y tan conmovedor fue su llanto que provocó el hundimiento de un tramo de muralla de 400 kilómetros de largo. Entre los escombros descubrió los restos de Fan Xiliang y por fin pudo ver a su marido, añorado día y noche.
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