Existe un antiguo dicho anglosajón que proclama: «Cuando las hormigas fortifican su hogar, las nubes desatarán su lluvia». Estos pequeños insectos han evolucionado durante millones de años, agudizando su sensibilidad hasta poder percibir iones atmosféricos, polarización solar, y campos magnéticos y de presión.
Predicción de fenómenos naturales a través del comportamiento de las hormigas
Es esta increíble habilidad de las hormigas lo que podría abrir puertas hacia la predicción de eventos naturales tan variados y devastadores como terremotos, tsunamis, tornados y lluvias.
Este misterioso comportamiento de las hormigas atrajo la atención de Heriberto Vélez Garza, un dedicado estudiante de Física en la UANL. Impulsado por la curiosidad, Vélez Garza se sumergió en la investigación.
«Mi estudio se centró en las variables físicas que influencian el comportamiento de las hormigas. Mi objetivo era entender cómo podría trasladarse esta mecánica insectil a un circuito eléctrico como un biosensor», compartió.
Entendiendo los sensores naturales
Durante su investigación, Vélez Garza, quien se encontraba en su noveno semestre en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas, logró descifrar la complejidad de estos sensores naturales. Además, comprendió cómo estos sistemas podrían adaptarse a fabricaciones humanas, permitiendo una mejor preparación ante cambios ambientales súbitos.
Reflexionó: «Si bien los seres humanos somos sensibles a ciertas variaciones ambientales, los insectos, en mi investigación, mostraron ser excelentes detectores de cambios. Mi ambición es diseñar un circuito que pueda identificar fluctuaciones climáticas para predecir fenómenos atmosféricos.»
Esta profunda inmersión científica se originó a partir de una conversación con su mentor, Francisco Hernández Cabrera. Juntos exploraron la posibilidad de utilizar insectos para predecir tormentas y huracanes.
Esta colaboración culminó en un aclamado estudio titulado “Caracterización y análisis mecánico-ondulatorio en el órgano estridulador de Atta Mexicana”.
Dicho estudio otorgó a Vélez Garza el premio al mejor trabajo estudiantil en el XLIV Congreso Nacional de Entomología 2009, llevado a cabo en San José del Cabo, Baja California Sur.
Ecología y la intricada conducta insectil
Con el proyecto en marcha, el equipo buscó oportunidades para presentarlo y encontró el Congreso de la Sociedad Mexicana de Entomología. «A pesar de estar rodeado principalmente de biólogos, mi formación en física me proporcionó una perspectiva única.
Fue una experiencia gratificante que me permitió representar dignamente a mi universidad y disfrutar de la belleza natural y diversidad de San José del Cabo», reflexionó Vélez Garza.
Francisco Hernández, especialista en Sistemas Electrónicos de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas, había conocido a Heriberto cinco semestres antes.
Juntos descubrieron que los insectos eusociales, como las hormigas, son capaces de detectar diminutas variaciones físico-químicas y reaccionar ante cambios inminentes en el ambiente.
Hernández expresó: «Heriberto ha llevado a cabo un excelente trabajo, ahora tenemos resultados preliminares que describen cómo estas hormigas responden a estímulos externos. Esta comunicación es esencial para comprender la naturaleza y comportamiento de estos insectos.»
Avances hacia la predicción climática
Hay registros históricos que muestran cómo ciertos comportamientos de insectos pueden indicar cambios climáticos. «Al observar un sendero de hormigas cortadoras de hojas, uno puede prever un cambio en el clima», mencionó Hernández Cabrera.
Dicho cambio puede ser anticipado por días, semanas o incluso meses. Es esta capacidad evolutiva, desarrollada a lo largo de millones de años, la que Vélez Garza y su mentor esperan aprovechar.
«Nuestro objetivo es utilizar lo que la naturaleza ya ha probado y adaptarlo para predecir fenómenos naturales», añadió Hernández Cabrera.
El futuro de la física atmosférica
Con un prometedor camino por delante, Vélez Garza planea dedicar su carrera a la física atmosférica. Su actual investigación servirá como base para su tesis y aspira a diseñar una estación meteorológica que pueda prever cambios ambientales. La investigación continúa en desarrollo.
«Tenemos una comprensión clara de cómo se comunican las hormigas y de las señales que emiten dentro de la colonia. Estos insectos poseen un sistema perceptivo avanzado que puede detectar cambios en la presión, temperatura, humedad y composición molecular del ambiente», señaló Francisco Hernández.
El reconocimiento obtenido por parte de la Sociedad Mexicana de Entomología ha impulsado aún más la motivación de Vélez Garza. «Este estudio no se basa simplemente en observaciones superficiales. Hemos trabajado arduamente en la investigación y buscado variables que formalicen el estudio», compartió Vélez Garza.
Maravillas del mundo hormiga
Una hormiga en peligro emitirá un sonido característico para alertar a sus compañeras. Esta comunicación, junto con otros patrones de comportamiento, demuestra que una colonia de hormigas opera como un superorganismo.
La interacción humana con el ecosistema ha reducido nuestra habilidad innata para prever eventos naturales, lo que resalta aún más la importancia de los sensores naturales, como las hormigas.
Extendemos nuestro más sincero agradecimiento a Lizbet García Rodríguez de la Universidad Autónoma de Nuevo León por su valiosa contribución a este artículo.