El hechizo del mal de ojo, al que se atribuyen diversas enfermedades tanto en niños como en adultos, es el más temido. La forma más eficaz de repelerlo es echando granos de trigo, carbón y sal mientras se recita un hechizo.
El uso de la sal y la brujería
Dicen que Dios está en los detalles. Y el diablo también. Las brujas de la Península Ibérica lo saben desde los primeros tiempos.
¿Dolor de cabeza? ¿Mal presagio? ¿Dolor de estómago? ¿Problemas de visión? ¿No tener apetito? ¿Sangre femenina abundante durante esta fase de la luna? ¿Problemas de estreñimiento? ¿Catarro? ¿Amor desagradable? ¿Hombre o mujer traicionando a otro? ¿Conflictos familiares? ¿Chicas que estaban embarazadas, pero no querían al niño? ¿Dolor de muelas? ¿Mareos?
Disponen de los conocimientos necesarios para tratar cualquier trastorno que pueda sufrir un hombre o una mujer.
La importancia de la sal
Gracias a la importancia que se le daba a la sal, se creía que poseía capacidades sobrenaturales y se utilizaba con frecuencia en rituales mágicos. Su finalidad principal es contrarrestar la influencia de los espíritus malignos.
Durante los banquetes del diablo y de las brujas, la sal simplemente está ausente. Ha sido uno de los objetos encantados usados para combatir los espíritus malignos, la brujería, la hechicería y otras influencias negativas.
También protege contra las influencias negativas en los campos. Se ha empleado para enviar las almas de los difuntos de vuelta a la tierra y darles consuelo en el purgatorio, evitando que entren en el más allá.
De hecho, es práctica común colocar un plato de sal sobre el vientre del difunto en el velatorio de un cadáver para evitar que reviente aunque se hinche. El plato de sal también suele colocarse bajo el ataúd por la misma razón, y en ocasiones, además de la sal, se colocan unas tijeras abiertas.
Mal de ojo
El hechizo del mal de ojo, del que se dice que provoca todo tipo de enfermedades tanto en adultos como en niños, es el más temido. Echar suertes con granos de trigo, carbón y sal mientras se recita un conjuro es la forma más eficaz de repelerlo.
Como medida preventiva, se cuelga a los niños susceptibles de ser objeto de este mal una bolsita con tres granos de trigo, una gran cantidad de sal y una pequeña cantidad de pan.
Una miga de pan con un grano de sal en su interior se coloca entre la ropa para proteger a un niño pequeño especialmente atractivo de recibir el mal de ojo.
No hay una explicación racional para las dos supersticiones que se mantienen en algunos pueblos: tomar prestada la sal trae mala suerte y poner una cruz de sal en la puerta o hacer una cruz en el aire con puñados de sal aleja los males.
La sal se utiliza para la defensa
Evitar el mal de ojo, eliminar la envidia y mantener a raya a los enemigos. Puede caber en una pequeña bolsa que puedes meter en el bolso. En una botella en miniatura o suspendida… Ponla alrededor de tu foto. Pon la sal debajo de la silla de un visitante para evitar que la mala energía se extienda por tu casa.
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Con información de lavozdelsur.es
