La astrología occidental y su limitada visión del hemisferio sur
Con el surgimiento de la agricultura y ganadería extensivas, se dieron excedentes y riquezas además de clases sociales, religiones y filosofías universales junto al Estado. Actualmente vivimos en una civilización global donde predominan las realidades colectivas de ciudades, naciones y el planeta entero bajo la «humanidad».
En referencia a la dialéctica natural-social se puede apreciar que es una manera de hablar sobre la dialéctica individual-colectiva. Sin embargo para evitar confusiones o reducciones hacia un social bajo o un colectivo masificador es mejor referirse a la dialéctica personal-transpersonal para incluir conceptos como lo cósmico y el planeta entero en las totalidades mayores que involucran al microcosmo individual.
Estos conceptos avanzados reemplazan los antiguos términos como materia-espíritu, cuerpo-alma o ego-amor que llevan consigo una denotación negativa hacia lo físico e individual.
La astrología, como herramienta para entender los procesos de formación y evolución de la humanidad, debe considerar los seis signos individuales y los seis signos colectivos que, en pares opuestos y complementarios, reflejan las estaciones del año que ocurren simultáneamente en ambos hemisferios.
A pesar de esto, los astrólogos del hemisferio norte aún no tienen en cuenta esta dimensión temporal complementaria y continúan considerando a Aries como el comienzo de todo en primavera y a Libra como el medio del año en otoño. Sin embargo, esto se debe a que históricamente solo se conocía el hemisferio norte donde surgieron la mayoría de las civilizaciones y la astrología.
Solo con el descubrimiento de América y la circunnavegación del planeta se pudo conocer al hemisferio sur, donde solo 10 países utilizan la astrología occidental actualmente. En este sentido, es relevante destacar que solo aquí abajo se está gestando una visión más completa e inclusiva sobre cómo los signos opuestos complementarios reflejan ciclos opuestos pero simultáneos en la Tierra.
Por lo tanto, esta nueva perspectiva nos da una ventaja más amplia para tener una consciencia planetaria aún mayor.
La astrología heliocéntrica y geocéntrica
Una fusión necesaria para entender las estaciones opuestas
En la Tierra, siempre ocurre un fenómeno interesante: las estaciones opuestas se complementan al mismo tiempo. Es decir, cuando es primavera en el hemisferio Norte, en el Sur es otoño; y cuando en el norte es verano, en el sur es invierno. Este hecho puede ser observado astronómicamente y astrológicamente.
Se ha comprobado que cuando el Sol se encuentra en el grado 0° de Aries desde una perspectiva geocéntrica, la Tierra está en el grado 0° de Libra desde una perspectiva heliocéntrica. De esta manera, se establece que la primavera ocurre en el Norte mientras que en el Sur es otoño.
Por otro lado, cuando el Sol se posiciona en el grado 0° de Capricornio, la Tierra se encuentra en el grado 0° de Cáncer. Esto significa que durante ese período invernal, corresponde al hemisferio Norte mientras que al Sur le toca disfrutar del verano. Así pues, estos son los fundamentos que explican por qué las estaciones están cambiadas entre ambos hemisferios.
Para algunos astrólogos, tanto la astrología heliocéntrica como la geocéntrica son igualmente importantes y se complementan de manera mágica y necesaria.
Al fusionar los dos puntos de vista, se debe recordar que el Sol no se mueve, sino que su posición en el círculo zodiacal delata la rotación y posición de la Tierra. La eclíptica es simplemente el reflejo del círculo que la Tierra traza en el cielo. Es importante destacar que la Tierra siempre está en un signo opuesto y grado exacto opuesto al Sol para poder comprender por qué dos estaciones ocurren simultáneamente pero invertidas en diferentes hemisferios del planeta.
En verano, predomina la luz, el calor y lo individual, pero esto no significa que desaparezcan la oscuridad, lo inconsciente y lo colectivo. Del mismo modo, en invierno predomina lo colectivo, pero esto no implica que lo individual y corporal desaparezcan por completo.
Ambas estaciones se complementan mutuamente: cuando una predomina, la opuesta permanece latente pero sigue existiendo. Este fenómeno es evidente en todo el planeta donde ambas estaciones ocurren simultáneamente de manera invertida en ambos hemisferios.
Aunque ningún astrólogo ha proporcionado una solución a este misterio fundamental, es esencial considerar la posición de la Tierra en el zodiaco para comprender las complejas interacciones entre los elementos astrológicos.
¿Influye el hemisferio en tu signo zodiacal?
Hipótesis astrológica que lo sugiere
En el mundo de la astrología, surge una interesante hipótesis sobre la posible diferencia entre las personas del mismo signo solar en el hemisferio norte y sur. ¿Podría ser que un ariano del hemisferio norte, nacido en primavera, sea diferente de uno del hemisferio sur, donde se presenta el otoño?
La teoría planteada es que aquellos del hemisferio norte estarían más enfocados en el sol, mientras que los del sur estarían más conectados con la tierra. Esta idea fue compartida con alumnos avanzados quienes, al analizar a los piscianos en el hemisferio sur, notaron rasgos virginianos muy evidentes junto a los típicos rasgos piscianos. Sin embargo, hubo una excepción: una alumna presentaba solo rasgos típicos de Piscis a pesar de encontrarse en ese mismo grupo.
Posteriormente se descubrió que ella había nacido en Colombia, que aunque está ubicada en Sudamérica pertenece al hemisferio norte. La investigación continúa y se invita a la comunidad astrológica a sumarse y proponer otras teorías al respecto.
Mientras dudaba si incluir esta hipótesis y observaciones en un artículo, una paciente recién divorciada con múltiples planetas en Escorpio acudió a su consulta.
Su principal dolor no era por las emociones relacionadas con su separación sino por tener que dejar su casa debido a un apego excesivo… ¡un rasgo típico de Tauro! Esta sincronicidad refuerza aún más la teoría planteada.
La exposición de estos dos ejemplos sincrónicos ha permitido adentrarse en una de las facetas más complejas y cautivadoras de la astrología en la vida humana: la respuesta individual y colectiva a la dualidad entre el verano y el invierno, el yo y la alteridad.
La interpretación detallada de cada signo nos sumergirá aún más en su inquebrantable relación con la naturaleza, destacando cómo el simbolismo de los 12 signos se asemeja al ciclo natural, así como al ciclo individual y colectivo de la humanidad.
Con información de Manuel Ignacio Quiles
Manuel Ignacio Quiles es un psicólogo clínico argentino-brasileño que ha sido entrenado en Psicosíntesis. Ha estado enseñando psico-astrología durante 20 años y ha escrito varios libros y ensayos, incluyendo «Los Símbolos Concretos», «Yo Héroe de Mí», «Un Nuevo Concepto del Amor y la Infidelidad», y «Psicología de la Muerte y del Más Allá».
