La Isla de Man es una pequeña porción de tierra situada en el Mar de Irlanda, entre Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda. Depende de la Corona Británica, pero en su forma de operar es autónoma, ya que no pertenece ni al Reino Unido ni a la Unión Europea.
La Isla de Man — Un Refugio de la Magia Celta
Posee su propio Parlamento y su moneda es la libra manesa; el euro también circula allí. Los idiomas oficiales son el inglés y el manés. La Corona Británica únicamente se responsabiliza de la defensa y la política exterior de la isla. Su capital es Douglas y su población general asciende a unos 70,000 habitantes.
Aunque parezca increíble en el siglo XXI, existe este lugar donde las creencias de antaño persisten abiertamente.
La brujería se practica sin ocultarse, y numerosos visitantes de todo el mundo acuden a este sitio para participar en ceremonias que se realizan en fechas específicas, y se permite la asistencia de visitantes. El Puente de las Hadas, un lugar donde los habitantes afirman que viven las hadas. Para llegar a la Isla de Man hay que cruzar “El Puente de las Hadas” o “Fairy Bridge”, un sitio donde los habitantes sostienen que habitan las hadas.
Saluda a las hadas
Se dice que es de mala educación no saludar a las hadas al cruzar el puente, además de que trae muy mala suerte. Al atravesar este, hay que decir “Moghrey mie/fastyr mie Mooinjer Veggey” en gaélico o “Buenos días/buenas tardes Pequeña Gente”, dependiendo de la hora en que se cruce.
Las hadas de la Isla de Man muestran una actitud amable hacia los humanos, ya que suelen aparecer poco antes de la tormenta y advierten a los pescadores de los peligros que enfrentan. Hay una tienda de hadas en la calle Duke en Douglas, donde ofrecen pequeños regalos de hadas, poemas personalizados, velas, tarjetas, productos locales y mucho más.
También elaboran tarjetas de hadas únicas con un mensaje especial en su interior. Todo lo que hacen es tomar la dirección a la cual va dirigida la carta y la envían completa con polvo de hadas. ¡La enviarán a cualquier parte del mundo!
Mananna Mac Liyr
La leyenda cuenta que Mananna Mac Liyr vivió en ese lugar hace muchos años. Rey celta y practicante de alta magia. Desde allí lideró a muchos celtas, quienes aprendieron sus secretos y los han transmitido de generación en generación.
Los servicios de Mananna eran muy solicitados y la isla recibía innumerables visitantes de distintas partes de Europa, quienes veían al mago como un gran protector.
En los ceremoniales practicados por el nigromante se realizaban curaciones milagrosas, se preparaban amuletos y talismanes, y aquellos que le pedían mantener a los enemigos fuera de su camino, veían con asombro cómo se cumplía ese deseo.
Para los habitantes de la isla, Mananna Mac Liyr es su protector y lo consideran un dios. Es hijo de Lir (mar, deidad irlandesa). Tiene poder sobre la niebla, el clima y otros mundos.
Se encuentra en varias historias celtas y se dice que cuando enemigos querían invadir la isla, gracias a su magia, sacaba de la nada una flota de cañas con guerreros, tan numerosa que desalentaba al enemigo.
Existe una leyenda que dice que Mananna no está muerto
Está dormido en un lugar secreto de la isla y un día llegará un personaje con dotes sobrenaturales, quien lo despertará de su sueño para que vuelva a gobernar la isla. Mientras tanto, la magia sigue practicándose y se adoran a las deidades celtas.
Los habitantes de Man cultivan la tierra; algunos son artesanos, otros comerciantes, pero casi todos practican las artes de las ciencias ocultas porque es algo natural en ellos y han continuado cultivándolo. Entre sus deidades está el carnero de cuatro cuernos, deidad de la fertilidad y la vida.
En la Unión Europea, la Isla de Man es una meca para todos los practicantes de las ciencias ocultas y miles la visitan anualmente. Hay fechas señaladas, cuando los visitantes pueden participar en ceremonias que se llevan a cabo en público.
Pero hay otros cultos, cuya fecha se desconoce porque son solo para habitantes de la isla. Los ritos se celebran a medianoche, influenciados por la Luna llena, y se sacrifican animales negros.
Al modo de los antiguos celtas, los lugares elegidos son al aire libre, en contacto con la naturaleza. Se adora al dios Cernunnos, representado por los cuernos de un siervo y representante de la fertilidad.
Como en tiempos antiguos, quien gobierna estos ritos es una matriarca, en honor al culto de la diosa, que la Iglesia Católica borró, imponiendo en su lugar a los hombres.
Durante muchos años, la matriarca fue Mónica Wilson
Quien oficiaba completamente desnuda, adornada con una diadema, un collar y una liga de reina. Estos tipos de ritos no desembocan en degeneración como aquelarres, ya que los habitantes de Man los consideran magia blanca; y los visitantes que asisten lo hacen con gran respeto porque saben a lo que están asistiendo.
“No adoramos al diablo. Adoramos a los antiguos dioses de los celtas.”
“Nuestras celebraciones incluyen ritos que se practicaban para ellos hace siglos. La nuestra es una religión auténtica, la más antigua que existe y que precedió a todas las que ahora existen. La practicamos tal como lo hacían los sacerdotes druidas que honraban las fuerzas creativas de la vida, unidas en comunicación tanto física como espiritual”, dijo la señora Wilson.
Las brujas de Man celebran sus danzas con diferentes propósitos
Casi siempre están desnudas, pues creen que esto aumenta sus poderes sobrenaturales. En la Danza de la Tierra, se pide a los dioses que proporcionen condiciones climáticas favorables para obtener una buena cosecha.
Parejas que no han podido procrear participan en la danza de la fertilidad, en una noche determinada cuando favorecen las estrellas, cuyo cálculo es realizado por las brujas más ancianas de la isla. Esta danza se realiza 2 o 3 veces al año y no cualquiera puede estar presente.
Otra danza, abierta al público, es en la que se realizan curaciones para los enfermos, sin importar de qué tipo de enfermedad padezcan. Todos los magos de Man conocen y dominan la medicina natural.
La “Suma Sacerdotisa” es a quien más consultan porque es la máxima autoridad. Domina invocaciones para desterrar “daños causados”. Tiene suficiente poder para disolver una nube, puede sanar con el tacto y absorber los sufrimientos de los consultantes.
Durante la Segunda Guerra Mundial
Los hechiceros de este lugar combinaron esfuerzos mentales para que no fueran invadidos por Hitler y lograron incluso hacer que el Imperio Británico resistiera el intenso bombardeo nazi.
El poder que se siente en Man asombra a cualquiera que lo visita, dejando en su mente una marca de haber visitado un lugar que vive en la costumbre de tiempos anteriores al cristianismo.
