Los cambios de la vida moderna afectan a los hijos de muchas maneras y casi siempre entran en conflicto con la educación dentro de la familia, pero con estos cinco pasos para aprender a dialogar tendrás una relación más abierta y franca con ellos.
La comunicación con tus hijos — Abierta y sin imposiciones
La comunicación es la base de toda relación sana; si aprendes cómo mantenerla brindarás un soporte emocional y afectivo que ayudará a tus hijos a relacionarse con los demás y a establecer vínculos duraderos.
No obstante, la verdadera comunicación requiere dos elementos básicos: respeto y empatía, esto último es ponerte en el sitio del otro.
Entre padres e hijos siempre habrá una inevitable separación generacional que implica una visión del mundo distinta, pero esto no entra en conflicto con la comprensión de los padres y con la consideración de los hijos.
Pasos para fortalecer la comunicación con tus hijos
Es saber hablar, dar un mensaje claro respaldado por un tono de voz y gestos sin agresión de ninguna especie y saber escuchar para entender y evaluar qué dice el otro, sin importar si estás de acuerdo o no. Sigue siempre estos cinco pasos para fortalecer la comunicación con tus hijos.
Ten presente que así como tu hijo es para ti el ser más preciado, tú eres para él el principio de su razón de ser y que no estar de acuerdo no significa odiarse. El vínculo y motor de la comunicación entre madre e hijo es siempre el amor.
Expresa tus opiniones sin juzgar y trata de entender qué piensa tu hijo y el por qué de sus razones.
Además de poner en claro la posición tuya y la de tu hijo frente al hecho que sea, bueno o malo, debe haber un acuerdo en común, ese punto medio en el cual cada uno es tomado en cuenta.
Respetar la privacidad de tu hijo
Aprende a respetar la privacidad de tu hijo, su independencia, pero invita al diálogo. No permitas el distanciamiento que conlleva en el fondo desentenderse del otro.
El afecto incondicional entre tú y tu hijo no debe aceptar la manipulación, el engaño ni la ventaja de ninguna de las partes; se debe decir la verdad y solo la verdad.
Con estos cinco pasos la comunicación será abierta y sin imposiciones, surgirá de manera natural en todos los niveles de la cotidianidad.
En tu hijo ese saber dialogar trascenderá a las relaciones que establezca fuera de la familia y él verá que a pesar de las diferencias de ideología, credo o situación socioeconómica se trata solo de estar dispuesto a relacionarse sin conflicto ni transgresión.
Si tu hijo aprende a escuchar el mensaje de los demás y a asumir una posición con respeto, esté o no de acuerdo, se enriquecerá espiritualmente y tendrá una vida más plena basada en la paz y en el amor.
No en la agresión que quiere marcar la diferencia, insultar las razones de otro y mantener un constante conflicto existencial que lo único que logra es la infelicidad personal y de la de los demás.
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