La influencia astrológica no es como un rayo láser que lo abrasa todo. Es semejante a la influencia de un reloj y un calendario, así de simple, no es necesario buscar la fuerza del flogisto, ni la de la de la física cuántica que ahora está tan de moda, pero que casi nadie entiende y por eso se aprovechan los avispados
Influencia del Katún y los disturbios en Barcelona
Uno de esos calendarios reloj que influyen sobre las personas en formato colectivo, es el reloj de katún, nombre con el que los mayas han bautizado al ciclo de Júpiter y Saturno de 20 años, para el cual no teníamos nombre.
Como es de suponer el reloj astrológico del katún es un poco más complicado que un reloj normal, pero se puede entender perfectamente pensando que los planetas en su movimiento uniforme actúan como las agujas de un reloj, que van dando las horas a su tiempo.
¿Qué hora es en el Katún?
Es la hora en la que van a sonar las campanas del primero de abril del 2018, nada que ver con las campanas de abril de 1939, pero aquellos polvos trajeron estos barros.
Todo da para pensar que las campanadas del katún de abril van a quedar en la memoria de todos. Veamos ese reloj en modo parcial para facilitar la lectura.
En los primeros días de abril de 2018, el atacir de la conjunción de Saturno y Júpiter llegarán al lugar de la Luna, es más, en estos días finales de marzo, cuando los jueces del Tribunal Supremo han encarcelado a los dirigentes separatistas catalanes, ha empezado a notarse la tensión, ya estamos dentro de orbe de influencia y por eso se están notando los primeros disturbios en Barcelona.
La Luna en cualquier carta del cielo social refleja todo aquello que le ocurre al pueblo
A la ciudadanía en general, lo que pasa en relación con la antigua plebe; la clase social formada por el común de la gente del pueblo, frente a los nobles, los eclesiásticos y los militares. En esta ocasión los nobles son los no nacionalistas y los eclesiásticos brillan por su ausencia y entran en juego los jueces, todo ellos personajes de la Casa IX.
Si la Luna fuera un limón y le apretásemos con una piedra y un tronco de madera, ¿que saldría? Zumo ácido de limón. Pero la Luna en este caso no es limón sino una parte de la ciudadanía catalana, la piedra que es Saturno son los políticos no nacionalistas y el tronco de madera es Júpiter que escenifica su influencia a través los jueces. Así queda todo bastante claro.
La Luna está en el signo de Aries regida por Marte
La Luna la podemos comparar con la leche, y a Marte con la «mala», ya tenemos una plebe con mala leche en todo el ciclo. (Ahora verás tú como hay alguien que me machaca por decir plebe, y es que hay mucha hipersensibilidad en el ambiente, propio de esa Luna en Aries, arisca, irritable y arriesgada).
La Luna está dentro de una figura de aspectos de semicuadrado cósmico, una configuración que es como un generador de adrenalina social, una figura que al involucrar a la Luna provoca estados de ardor, rigidez y adoctrinamiento, pero con una extrema fragilidad, tal y como estamos viendo.
Esta configuración astrológica es como un diamante; valioso, duro, pero frágil. Aquí conviene recordar que se destruyeron muchos diamantes porque pensaban que por ser más duros que el hierro deberían soportar un mazazo, pero no, los diamantes, al igual que el pueblo catalán son muy duros, pero frágiles, si le pegan con un martillo, se quiebran.
Esta figura, que este tiempo se está activando, es la marca de una fatalidad, una fragilidad en momento inoportuno (sic) que puede llegar a provocar serios inconvenientes sociales, una fatalidad o un inconveniente que ha llevado a algunos políticos independentistas a refugiase en otros países.
Es temible porque la Luna es el planeta focal y vuelve a la población extremadamente especulativa y les lleva a sentirse perseguidos (sic) o molestos dentro de su propio país durante este periodo tiempo. En resumen es un tiempo de miedos, preocupaciones, alteraciones sociales y un pueblo con mucha mala leche, muy enfadado, irritado, alterando el orden público todo lo que puedan y más.
Ese es el «zumo» de la Luna que se ve venir en la inmediatez de la primavera del 2018. Lo que ocurra llenará las primeras páginas de los periódicos y noticia principal en la prensa, así que no vale la pena que me extienda más. Aunque he recibido un donativo de 5 euros de un señor catalán y eso me ha animado a escribir este poquito.
Agárrense que ahora viene el lío.
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