Si bien es verdad que Jordania es más conocida por la famosa ciudad rosada de Petra, por el fascinante desierto de Wadi Rum o por la increíble experiencia de flotar en el Mar Muerto, el país guarda además numerosas historias y enclaves que aparecen en la Biblia y que pueden ser el hilo conductor de un gran viaje.
Jordania — Un lugar donde descubrir la historia de la Biblia
A lo largo de la geografía jordana se pueden descubrir lugares mencionados en el Antiguo y Nuevo Testamento por lo que no es de extrañar que haya fascinado a un sinfín de peregrinos que han llegado a Jordania ávidos de seguir los pasos de algunos de los profetas más importantes de la Biblia.
Las referencias en la Biblia de toda la parte este del río Jordán son múltiples, y según palabras de algunos de los profetas, Jordania fue el lugar en que Dios se mostró como hombre por primera vez.
Aquí, Adán y Eva podrían haber disfrutado del Jardín del Edén -en la zona conocida como Beisán o Beit Shean, en la parte noroeste del río Jordán- y Jacob luchó con el ángel de Dios.
Una ruta bíblica
Cinco de los más de 100 puntos de peregrinación relacionados con los lugares bíblicos de Jordania están ya perfectamente identificados y son de fácil acceso para los visitantes.
Entre ellos alguno con tanto interés y tanto significado como el lugar donde se estableció Juan Bautista, en Betania de Transjordania, y donde según la tradición bautizó a Jesús.
Un punto que ha recibido la visita de los tres últimos papas de la Iglesia: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco I. Desde allí se puede acceder también también la montaña de Elías, donde se cree que Elías ascendió a los cielos en un carro de fuego.
Anjara
El tercer enclave de peregrinación es Anjara. Esta ciudad se menciona en la Biblia como el lugar en el que Jesús, su madre María y sus discípulos pasaron y descansaron en su viaje del Mar de Galilea hasta Betania.
Junto a ella encontramos el cuarto enclave de nuestra ruta: el Castillo de Maqueronte, que se identifica como el palacio de Herodes, gobernador romano de la región durante la época de Jesucristo.
Se dice que en este palacio Herodes apresó a Juan Bautista y lo decapitó tras la famosa danza de Salomé.
El último de los enclaves de peregrinaje es el famoso Monte Nebo, el lugar donde Moisés llegó desde Egipto y vislumbró Tierra Prometida a la que nunca llegaría a entrar.
Se dice que Moisés fue enterrado allí, aunque no se conoce el lugar exacto. Desde este lugar hay unas impresionantes vistas al Mar Muerto, al valle del río Jordán, a Jericó e incluso de las colinas de Jerusalén.
Una historia increíble
La historia que alberga Jordania es realmente increíble, es tierra de milagros, donde Dios se apareció a los profetas en forma de ventisca y nube de luz y donde la Santísima Trinidad se manifestó.
La zona del Mar Muerto, el punto más bajo de la tierra, también es un área importante bíblicamente hablando ya que se vivieron los trágicos acontecimientos de Sodoma y Gomorra y donde la mujer de Lot se convirtió en estatua de sal tras desobedecer a Dios.
De hecho, en una zona frente al Mar Muerto hay una formación rocosa que se dice que es la estatua de sal de la mujer de Lot. Cerca de la ciudad de Safi se encuentran una iglesia y un monasterio dedicados a Lot, construidos en los alrededores de la cueva en la que se cree que se refugiaron Lot y sus hijas.
Algunas de las iglesias más antiguas del planeta se encuentran en Jordania, como la sala de oración del siglo II de Betania, la iglesia del siglo IV de Umm Qays y las ruinas de la que se cree que es la iglesia más antigua del mundo en la ciudad de Áqaba al sur del país.
La iglesia bizantina del siglo VI guarda el mapa mosaico de Tierra Santa más antiguo. La anécdota más curiosa y que suele sorprender, sobre todo a los más pequeños, es la historia de que casi con total seguridad Petra fue la última parada de los tres Reyes Magos camino a Belén.
Curiosidades sobre el Mar Muerto