Un aspecto de Japón que muchos pasan por alto: destinos lejanos a los centros urbanos, ideales para aventureros en busca de experiencias genuinas y distintas. A menudo, cuando se contempla un periplo de reflexión, destinos como Tíbet, India, Bután, Sudamérica o África encabezan la lista. Rara vez se asocia Japón con una travesía de índole espiritual.
Aventura espiritual en Japón: Templos, leyendas y prácticas ancestrales
Tal vez porque las agencias de turismo tradicionales no suelen promocionar a Japón como un sitio para rutas espirituales o por el preconcepto de que un país avanzado industrialmente no puede armonizar con la esencia religiosa.
No obstante, Japón se destaca por su balance entre contemporaneidad y costumbre, bienestar, devoción, tecnología y entorno.
Cabe recordar que Japón es origen de numerosas técnicas de automejoramiento y terapias ampliamente practicadas globalmente: Shiatsu, Reiki, Zen, Doin, Ito-Thermie, Sotai, Kinesiotaping, Aikido, Nankai, Ikebana, ceremonia del Té y muchas otras, tanto ancestrales como actuales.
Al explorar Japón, es inevitable percibir muestras de su devoción en cada rincón, ya sea en metrópolis, aldeas, montañas o litorales. Los japoneses experimentan su religiosidad de manera profunda, y sus templos y santuarios bullician de fervor durante todo el año.
Uno de los aspectos que más llama la atención a los visitantes occidentales es la pacífica coexistencia entre las dos corrientes espirituales predominantes del país: el Budismo y el Shinto.
El Shintoísmo es la creencia ancestral de Japón
Históricamente se asocia con la aparición de entidades celestiales en nuestro mundo hace eones. Es distintivo por su veneración a diversos dioses (kamis) y seres de la naturaleza.
Diversos puntos de Japón albergan a estas deidades y criaturas mitológicas; los kappa, seres acuáticos y protectores medicinales, y los tengu, residentes de frondosos bosques y portadores de sabiduría, artes marciales y guías espirituales, actuando como puente entre humanos y deidades.
El amplio panteón del folklore japonés es vasto y en ocasiones, se entrelaza con prácticas budistas, shintoistas y chamanicas.
El Budismo, por su parte, es una doctrina importada, llegando a Japón desde Corea en el siglo VI y propagándose a lo largo del archipiélago. Inicialmente centrada en la nobleza, con el tiempo permeó en todos los estratos sociales.
Así, con el transcurso de los años, surgieron variadas escuelas budistas en Japón. Destacan, en orden histórico: Tendai, Shingon, Nenbutsu, Shugendo, Jodoshu y Zen, con sus respectivas subdivisiones.
En Japón, el Shintoísmo y el Budismo coexisten armoniosamente. Es común hallar templos budistas y santuarios shinto en un mismo espacio, creando centros espirituales unificados.
Ambas estructuras, templos y santuarios, se edifican en puntos sagrados costeros o montañosos. Sin embargo, no es raro encontrar estos espacios energéticos y sagrados incluso en metrópolis como Tokio.
El Complejo Palaciego de Tokio
En el corazón de la bulliciosa metrópolis de Tokio, hogar de más de 35 millones de habitantes, se encuentra el Complejo Palaciego Imperial, residencia oficial de la dinastía imperial. Este vasto espacio, rodeado de plazas, jardines y áreas verdes, se yergue como un oasis sereno en medio de la ciudad.
No muy lejos, se halla el venerado santuario shinto Meiji Jingu, un monumento en honor al emperador Meiji, figura emblemática en el universo del Reiki.
Si bien Tokio ofrece destellos de la tradición, es en Kioto donde el alma tradicional de Japón resplandece con mayor fuerza. Esta ciudad, considerada el epicentro espiritual del país, alberga una multitud de templos, santuarios y paisajes zen.
Quien se sumerja en su historia y cultura, descubrirá que un breve viaje no basta para abarcar sus tesoros espirituales y patrimoniales.
El enigmático monte Kurama de Kioto
Ubicado a pocos kilómetros de Kioto, el monte Kurama emerge como un destino icónico, considerado uno de los puntos más energéticos y místicos no solo de Japón, sino del mundo entero.
Se reconoce que en Kurama nació el Reiki, gracias a Mikao Usui, quien, tras una profunda meditación, fue sintonizado con la transmisión Reiki. Es un lugar de peregrinaje para muchos practicantes de Reiki y otros sanadores, siendo considerado esencial visitarlo al menos una vez en la vida.
Cuando se organizan viajes a esta región, es común que los guías lleven a los viajeros a la cumbre del monte, atravesando una serie de templos, ermitas y santuarios. Quienes lo han vivido refieren una renovación en su energía espiritual y un reencuentro con la fuerza del Reiki.
Pero el monte Kurama no es exclusivo para adeptos al Reiki. Históricamente, muchos japoneses han acudido a este monte en búsqueda de sabiduría y conocimientos profundos.
El Monte Osore: Un vistazo al más allá
Ubicado en el extremo septentrional de Japón, el Monte Osore nos ofrece un paisaje de características casi lunares y espirituales. Algunos dirían que semeja la puerta a otro mundo, quizás al inframundo.
Dentro de este enclave montañoso, un inusual lago de tonalidades turquesas se despliega, presentando aguas ácidas y desprovistas de vida. Cercano a sus orillas, se erige un templo budista, uno de los más distintivos del país.
Este templo está circundado por cauces y estanques que despiden vapores azufrados. Estos vapores, con su fuerza corrosiva, tiñen los metales y dejan una esencia persistente en telas y respiraciones.
Para quienes buscan un momento de descanso, las aguas termales ricas en azufre del templo ofrecen ofuros, o baños tradicionales, donde el cuerpo y el espíritu pueden encontrar alivio.
Templo ancestral Soto Zen
Uno de los atractivos más intrigantes de este destino es la interacción única del templo budista Soto Zen, de la tradición a la que pertenece, con las enigmáticas Itako. Estas visionarias ciegas, consideradas chamanes, despliegan sus habilidades místicas a las afueras del recinto sagrado.
La misión principal de estas extraordinarias mujeres es actuar como puente entre sus devotos y los espíritus de seres queridos ya fallecidos o mentores espirituales.
Esta práctica espiritual en el «umbral del más allá» es complementada por devotos, provenientes de distintos rincones de Japón, quienes participan en las ceremonias budistas dentro del templo, con el objetivo principal de solicitar bienestar, sanación y prosperidad.
El Misterioso Osorezan
Osorezan, también conocido como «La Montaña del Miedo», es un enigmático destino que algunos consideran una interfaz entre el mundo de los vivos y el más allá. Se cree que es un portal por el que las almas de los difuntos transitan hacia otras realidades y, ocasionalmente, interactúan con los mortales. Alojarse en este icónico templo puede ser una experiencia memorable.
A lo largo de Japón, existen numerosos lugares imbuidos de una profunda esencia espiritual. Sus montañas, valles y bosques son el hogar de leyendas sobre criaturas místicas y presencias sobrenaturales. En sus templos, los visitantes pueden sumergirse en prácticas meditativas y rituales budistas. Mientras que en sus santuarios, se ofrecen ceremonias de purificación y sanación.
Para aquellos interesados en profundizar sobre los destinos espirituales y sagrados de Japón, se ofrece la opción de contactarme. Les animo a explorar mi sitio web donde se detallan futuras expediciones espirituales al país nipón. Como menciona un conocido proverbio zen: «día tras día es un buen día».
Tono Gimeno
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