Te enseñamos a hacer inciensos de hierbas frescas y flores. Puedes utilizar las hierbas que te sobren y tus flores favoritas sin mucha preparación. Los paquetes de incienso caseros son una forma sencilla de mejorar el ambiente de tu casa con un mínimo esfuerzo.
Cómo hacer incienso casero con flores
Estos inciensos también son un buen regalo para cumpleaños, aniversarios, bodas y mucho más. Echemos un vistazo de los diferentes materiales que tienes que conseguir para hacer tu incienso casero con flores.
Materiales para hacer inciensos de hierbas
- Cordel de algodón: para atar tus hierbas y flores. Este tipo de cordel no se derrite y se utiliza habitualmente en la cocina. El cordel de cáñamo y el de yute son otras alternativas.
- Flores y hierbas: puedes eligir las flores y hierbas frescas favoritas para hacer tu incienso casero. Asegúrate de comprobar si las flores son de temporada antes de empezar a preparar tus manojos de incienso.
- Tijeras: para cortar tus hierbas y flores.
- Plato resistente al calor: el incienso se consumirá en este plato. Elige uno decorativo que combine con tus flores y hierbas.
- Percha: se utiliza para secar los manojos de incienso.
- Cerillas o mechero: para prender el incienso.
Escoge flores que no estén completamente florecidas ya que las flores maduras son más propensas a enmohecerse o perder sus pétalos en el proceso de secado.
Al hacer inciensos de hierbas, limítate a las plantas que se han incinerado tradicionalmente por su humo aromático, ya que algunas especies de plantas producen un humo que es tóxico.
Puedes empezar con una o varias de estas plantas, combinando una variedad de productos botánicos con diferentes texturas y matices. Añade un toque de color con estas bellezas: lavanda, pétalos de rosa, salvia, variedades moradas de albahaca y pétalos florales.
Hierbas y flores para hacer incienso
Flores
Hierbas
- Artemisa
- Salvia
- Hojas de laurel
- Lavanda
- Eucalipto
- Canela
- Manzanilla
- Hierba de limón
- Romero
- Tomillo
- Vainilla
- Cedro
Cómo hacer incienso con flores y hierbas
Paso 1: prepara las hierbas y las flores para hacer el incienso
- Corta los tallos de las hierbas a unos 15 centímetros de longitud y corta los tallos de las flores entre tres y seis centímetros.
- Retira las hojas sobrantes de las flores.
- Coloca 5-10 ramitas de cada planta y agrúpalas en la misma dirección.
Paso 2: Agrupa las hierbas y las flores
Las hierbas con hojas grandes, como el laurel y el eucalipto, son ideales para utilizarlas como base para el manojo.
- Pon las flores encima de las hierbas para mantenerlas seguras.
- Coloca las ramitas en la misma dirección en manojos de 5 a 7 cm de diámetro.
- Puedes preparar manojos hechos con un solo tipo de planta o puedes preparar manojos mixtos compuestos por diferentes especies.
- El manojo se encogerá al secarse, así que hazlo un poco más grueso que el tamaño a conseguir.
Paso 3: Utiliza el cordel para asegurar tu manojo de incienso
- Desenreda un trozo largo de cordel de algodón de unas cinco a ocho veces más largo que tu manojo.
- Ata el cordel en la base del tallo del manojo para mantenerlo unido.
- Deja unos 5 cm de hilo en el lado más corto.
- Una vez asegurada la parte inferior, enrolla el extremo largo del cordel hacia arriba alrededor del manojo hasta llegar a la parte superior.
- A continuación, enrolla el cordel hacia abajo en la dirección opuesta.
- Una vez que hayas llegado a la base del fardo, tienes que atar el extremo largo del cordel al extremo corto para asegurarlo.
- A medida que el material vegetal se vaya secando, el manojo se irá encogiendo, por lo que es importante atar bien el manojo para que no se deshaga.
Paso 4: Cuelga los manojos boca abajo para que se sequen
- Utilizando una percha seca tus inciensos colgándolos en un espacio cálido y seco.
- El calor y el movimiento del aire acelerarán el secado, lo que es importante si vives en un clima húmedo.
- Si el incienso se seca con demasiada lentitud, el interior se enmohecerá.
También puedes hacer en las clásicas varillas de incienso, solo tienes que compactar mas los ingredientes.
Si vives en un clima seco o tienes calefacción o aire acondicionado en tu casa, esto no es un problema. Comprueba la sequedad después de cuatro a siete días doblando el material vegetal, si la planta se rompe y se siente crujiente, está seca y lista para prenderla.
Guarda tus inciensos en frascos de vidrio para conservar la frescura y el aroma. Si vives en un clima húmedo, esto es esencial para evitar el moho y mantener los palos de inciensos lo suficientemente secos como para incinerarse.
Paso 5: Coloca tus inciensos en un plato a prueba de calor y enciéndelo
Prende la punta de tu incienso con un mechero, una vela o una cerilla. Si la llama no se apaga por sí sola después de cinco segundos, sopla suavemente. Coloca el incienso sobre un cuenco poco profundo y resistente al fuego para recoger las cenizas que caigan.
No dejes nunca un incienso prendido sin vigilancia
Si tienes niños en casa, asegúrate de enseñarles seguridad contra incendios cuando prendas los inciensos, a los niños les encanta imitar a los adultos y tienen una curiosidad natural por el fuego.
Ten en cuenta que el humo de los inciensos puede desencadenar ataques de asma y agravar las afecciones respiratorias; evita prender el incienso cerca de personas sensibles al humo o con problemas respiratorios.
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