En las últimas décadas, la dieta vegetariana ha aumentado su popularidad en todo el mundo. Sin embargo, fue en el valle del río Indo y en la antigua Grecia donde esta forma de pensar, basada en el respeto a todas las especies de la Tierra, tuvo su inicio.
La historia de la dieta vegetariana
Desde la antigüedad, el vegetarianismo ha sido reconocido y practicado. Es frecuente ver grandes platos de carne en los banquetes de los pueblos antiguos, pero esta representación puede ser más producto de la imaginación de los pintores que de un hecho histórico.
En realidad, parece que la mayoría de la humanidad solo ha consumido grandes cantidades de carne recientemente. El consumo de carne no era tan común en épocas más antiguas.
Este hecho podría deberse, en parte, a las dificultades de la caza. Por ejemplo, habría sido muy difícil suministrar suficiente carne para toda la población en naciones áridas como Egipto. Una visión alternativa, compartida por muchos pueblos antiguos, fue la que olvidaron por completo las generaciones posteriores.
Asia valora el bienestar animal
Sabemos que el sacrificio de animales era una práctica común entre los primeros humanos durante los rituales. Además, para demostrar que no eran vegetarianos, se encontraron huesos de animales.
Sin embargo, con el paso del tiempo, algunas personas empezaron a evitar las dietas ricas en carne en favor de los vegetales. Según los escritos antiguos, la primera causa de esta transición fue una nueva perspectiva de la existencia y del reino animal.
Pioneros de la dieta vegetariana
Se cree que los pioneros de la dieta vegetariana se originaron en Asia, concretamente en las antiguas civilizaciones indias.
El emperador Ashoka (304 a.C.-232 a.C.), que defendía la necesidad de preservar la vida animal, fue uno de los primeros defensores del vegetarianismo budista. El objetivo del plan de Ashoka era poner fin a los sacrificios de animales e inculcar el respeto por todos los seres vivos en la sociedad. En sus edictos, este rey declaró:
Este decreto del Dhamma ha sido preparado para el beneficio del Rey Piyadasi, el Amado de los Dioses. Ningún ser vivo puede ser sacrificado o asesinado aquí (en mis dominios).
Aunque haya otras celebraciones que el Amado de los Dioses, el Rey Piyadasi, apruebe, ninguna de ellas debe ser observada, ya que el Amado de los Dioses, el Rey Piyadasi, ve mucho que objetar en tales festividades (…)
Se decidió que varias criaturas debían ser preservadas 26 años después de mi coronación:
Todo animal de cuatro patas que no fuera útil ni comestible, incluyendo loros, mainas, arunah, gansos de cabeza roja, patos salvajes, nandimukhas, gelatas, murciélagos, hormigas reina, tortugas acuáticas, peces sin espinas, vedareyaka, gangapuputaka, peces sankiya, tortugas terrestres, puercoespines, ardillas, ciervos, toros, okapinda.
Las cabras, ovejas y cerdas preñadas o lactantes, así como sus crías menores de seis meses, deben ser protegidas. Ya sea por un motivo injustificado o para matar a una criatura, está prohibido castrar a los gallos, quemar las vainas que contienen criaturas vivas o destruir los bosques.
Está prohibido que un animal se coma a otro.
Dieta vegetariana en Asia
Otras numerosas obras religiosas y culturales de la antigua Asia mencionan la dieta vegetariana. El budismo y el hinduismo son las dos religiones más asociadas al vegetarianismo.
Algunos seguidores de estas religiones no aborrezcan comer carne hoy en día, históricamente esta creencia ha desempeñado un papel importante en sus prácticas religiosas.
En el año 675 d.C., el emperador Temmu del antiguo Japón prohibió el consumo de carne de caza. Los alimentos básicos de la cocina japonesa desde la era Nara hasta la Restauración Meiji (unos 1.200 años en total) fueron las verduras y las legumbres.
La dieta nacional era casi totalmente vegetariana, ocasionalmente se servía pescado. Esto empezó a cambiar con la llegada al poder del emperador Meiji, que levantó el anterior tabú de comer carne en la segunda parte del siglo XIX, los antiguos japoneses eran sorprendentemente longevos en esta época.
El veganismo en la Europa histórica
Los primeros relatos escritos sobre vegetarianos proceden de Heródoto, que escribió sobre algunos de los pueblos costeros del norte de África. Diodoro Sículo aclaró más tarde que algunas tribus de Etiopía tampoco comían carne. Grecia adoptó la dieta vegetariana alrededor del siglo VI a.C.
Pitágoras, un conocido filósofo, escribió sobre el culto religioso órfico, que también fomentaba la aversión al consumo de carne.
Uno de los primeros pensadores occidentales que abogó por una dieta vegetariana fue Pitágoras; sin embargo, sus seguidores no estaban obligados a seguir este estilo de vida, muchos de ellos lo hicieron.
No obstante, no se han descubierto registros escritos anteriores de este tipo de dieta en Europa, se desconoce si fue la primera vez que surgió el concepto de vegetarianismo allí.
Durante su vida, en el siglo V a.C., el filósofo Empédocles también dejó registros escritos que atestiguan su ardiente apoyo al vegetarianismo y al bienestar animal. Según Platón, Hesíodo y Ovidio, los humanos deberían evitar comer carne.
Sin embargo, algunos estoicos y cínicos también apoyaban este punto de vista. El vegetarianismo era practicado, por una parte, considerable de los estudiantes de la academia de Platón. Polemón y Jenócrates no consumían carne.
Aunque se desconoce durante cuánto tiempo Porfirio, Plutarco y Plotino se adhirieron a un estilo de vida vegetariano, todos ellos se esforzaron por hacerlo.
El cristianismo vegetariano
Se cree que los eminentes teólogos Santo Tomás de Aquino, San Agustín y San Francisco de Asís también fueron vegetarianos. Pero no hay ningún registro o fuente que pueda respaldar esta teoría. Algunos documentos antiguos afirman que los primeros cristianos eran vegetarianos.
En el primer cristianismo ortodoxo griego, el vegetarianismo era común. Los clérigos se abstenían de comer carne y beber en países de fe ortodoxa como Rusia, Grecia, Serbia, Chipre y otros.
La vuelta al vegetarianismo
En Europa, el vegetarianismo prácticamente desapareció durante los siglos IV y VI de nuestra era. Pero numerosas organizaciones monásticas que prohibían la ingesta de carne (pero no de pescado) por razones teológicas siguieron practicándolo a principios de la Edad Media.
La dieta vegetariana tuvo un breve resurgimiento durante el Renacimiento y actualmente lo está haciendo de nuevo.
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Con información de ancientoriginsespanol.substack.com