Antes de pasar a las emociones que pueden alterar el funcionamiento de las glándulas suprarrenales, comprendamos qué función cumplen dichas glándulas en nuestro cuerpo.
Glándulas Suprarrenales
Las glándulas suprarrenales son en sí mismas glándulas endócrinas ubicadas en la parte superior de cada uno de nuestros dos riñones, por lo tanto, ahora sabemos que todos contamos con dos glándulas suprarrenales.
Cada una de nuestras glándulas suprarrenales está formada por dos tejidos distintos:
Parte córtico suprarrenal
Está conformada por tres capas de tejido. Una de esas dos capas, la capa glomerular, controla la renina-angitesina (que es una enzima renal) y las restantes dos capas controlan la corticotrofina hipofisaria. Cada una de estas capas a su vez, fabrica un hormona distinta:
- La zona glomerular fabrica aldosterona, hormona que permite el equilibrio de sodio y potasio en nuestro organismo.
- La zona fascicular fabrica cortisol, cuya función en el organismo es la de metabolizar azúcares, harinas y grasas.
- La zona reticular fabrica andrógenos suprarrenales, cuya función es fabricar esteroides débiles o precursores que a su vez regulan la reproducción.
Parte médulo suprarrenal
Está conformada por células que producen catecolaminas, neurotransmisores capaces de producir adrenalina. Esta parte de las glándulas suprarrenales está regida por el sistema nervioso central.
Sabiendo todo lo anterior y entendiendo que tener un problema en las glándulas suprarrenales nos causa un nivel alterado de hormonas, dichas fallas pueden alterar nuestras funciones en testículos u ovarios y al mismo tiempo nos puede llevar a un estado de fatiga continua.
Es importante entender los impactos emocionales que debimos vivir o que incluso estamos viviendo para poder restablecer su función.
Conflictos emocionales parte córtico suprarrenal
Si la zona afectada de mis glándulas suprarrenales es la parte córtico suprarrenal, los conflictos emocionales que estoy viviendo o el impacto emocional que viví están necrosando la sustancia cortical de mis glándulas:
- He sufrido una fuerte auto-desvalorización al comprender que no fui lo suficientemente inteligente al tomar cierta decisión.
- No fui lo suficientemente valiente, fuerte ó agresivo(a).
- Me equivoqué de dirección y tomé el camino equivocado.
- Me precipité al tomar mi decisión y no fue lo mejor.
- Me arrepiento del camino que decidí seguir, estuvo mal lo que hice.
- Fallé ante los demás en la forma que decidí este camino.
- No fue buena, correcta, prudente, la forma en que decidí mi camino.
- Dañé, lastimé, herí a los demás con mi decisión de camino.
- Me equivoqué de dirección, tomé el camino equivocado, ya no hay vuelta atrás.
El arrepentimiento
Hay una tonalidad que jamás varía al presentar daños en las glándulas suprarrenales y es el arrepentimiento, por haber tomado un camino que creíamos correcto y ahora sentirnos atrapados, perdidos, extraviados.
Una constante emoción de que a pesar de seguir en ese camino, no es lo que nos llena plenamente, nuestro camino nos aleja de lo conocido, lo amado.
Abandoné a mi “manada” por ir tras este camino que yo creía ideal y creo que aunque me siento aparentemente feliz, no estoy en el lugar correcto. Buscar historias de:
- Situación laboral o profesional
- Elección de carrera, pareja. Seguir a la pareja y dejar el hogar.
- Mudarse a un país distinto y extrañar el propio.
- Cambiar de religión, costumbres, etc.
Buscar historias de “huí de casa, pensé que era lo mejor y ahora aunque me arrepiento de mi decisión ya no hay marcha atrás” (porque ya hay hijos, porque ya firmé un contrato, porque ya me casé), ya no puedo volver o bien sí puedo hacerlo pero ya soy otra persona.
Conflictos emocionales parte médulo suprarrenal
Si la zona afectada de mis glándulas suprarrenales es la parte médulo suprarrenal, los conflictos emocionales que estoy viviendo o el impacto emocional que viví están alterando mi producción y funcionamiento hormonal:
- Ataqué al alguien y luego huí, huí para dar lastimar a alguien, me fugué para que con mi escape, le diera una lección al alguien.
Si se altera la producción de adrenalina
- Es mi momento de atacar o de huir.
- Tengo que demostrar que sé tomar decisiones.
La típica historia de la hija o del hijo dejando el hogar como “rebeldía”, para seguir a la pareja, para intentar demostrar independencia, para liberarse de la presión de los padres o de la falta de atención de los padres.
Si se altera la producción de noradrenalina
- Debo seguir con mi plan, aunque no fue lo que yo esperaba.
- Dedo demostrar que estoy bien y feliz aunque en el fondo me arrepiento de lo que hice y de cómo lo hice.
- Debo aparentar que todo está bien.
Para poder recuperar la salud de nuestras glándulas suprarrenales la solución más prudente y eficaz es hablar de frente con aquellas personas a las abandonamos en nuestro arranque de independencia y huida. Expresar nuestro arrepentimiento y dejar de fingir que todo está bien.
Tal vez se eligió un camino equivocado por impulso y realmente no está tan mal nuestra vida presente pero seguimos arrepentidos de “cómo” lo hicimos.
Obviamente que si por alguna circunstancia nos vemos “obligados” a volver al hogar por falta de una economía estable, porque la pareja no resultó la correcta, porque ese cambio de carrera o profesión no resultaron como lo habíamos imaginado, la carga emocional de arrepentimiento se incrementa y con ello el daño a nuestras glándulas.
Hay que liberarnos de ese sentimiento de “decidí mal”, sumando todo lo bueno que se aprendió, todo lo mucho o poco que se ganó.
Así las cosas…
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Elizabeth Romero Sánchez y Edgar Romero Franco