El martes 21 de mayo el Sol entra a Géminis, signo que marca el final de la primavera en la latitud norte, y sirve de transición hacia el verano. Por esta razón Géminis es un signo mutable, porque se encuentra al final de una estación del año, lo que implica flexibilización en el ambiente para los cambios que se aproximan; este período de transición nos lleva a ser más adaptables, abiertos a las novedades, a las nuevas ideas y a nuevas relaciones.
El tiempo de Géminis favorece la comunicación
Y es ideal para cultivar la versatilidad, es decir, la cualidad que nos permite realizar diversos oficios y desarrollar varias habilidades a la vez.
Estas cualidades vienen muy acentuadas porque casi al mismo tiempo, Mercurio, que es el planeta que lo rige, entra también al signo de Géminis el mismo 21 de mayo, por tanto las características de esta franja zodiacal estarán muy destacadas.
Géminis es el universo de la mente cuyas energías se manifiestan en el mundo de la forma, de los hechos concretos. La mente funciona a través de la forma, pues todas las cosas han sido creadas en el plano mental para ir después al plano de lo concreto, esta es la primera ley de la creación.
En Géminis se encuentran las grandes dualidades de la vida
Espíritu y materia, lo subjetivo y lo objetivo, pues a menos que se unan ambas cosas no habrá conciencia. En Géminis la mente trata de ser objetivada, por eso es el mundo de lo concreto.
La vía de evolución geminiana está en aprender a utilizar todos los conocimientos adquiridos, toda la información acumulada, para crear ideas propias.
Estaremos en un ciclo en donde hay que abrirse a todas las posibilidades, escuchar todas las ideas, y ejercer de forma eficaz la comunicación.