Forma de los Ángeles

Forma de los Ángeles, InfoMistico.com

Distintas categorías de Ángeles

De acuerdo con el sentido de la analogía habrán de observarse grandes diferencias de forma entre las distintas categorías de Ángeles, desde los grandes Arcángeles Señores de un Plano de la Naturaleza hasta las diminutas vidas angélicas o dévicas que construyen la envoltura física de un átomo.

La Forma, en todas sus expresiones, es siempre la representación simbólica de un tipo particular de energía subjetiva en lo que a los Ángeles se refiere y la objetiva expresión de cualidades de conciencia en lo que a la vida humana se refiere.

Podríamos decir por tanto que hay una absoluta correspondencia entre los diferentes tipos de energía que manipulan los Ángeles y las distintas capacidades de conciencia que distinguen entre sí a los seres humanos.

Así, pues, el axioma esotérico «la energía sigue al pensamiento» puede aplicarse enteramente a la relación vital de la conciencia humana representativa del Pensamiento divino con la energía angélica que es una expresión del Fuego creador de la Divinidad.

Su resultado es la forma objetiva, el aspecto más denso y positivo de la Creación universal, siendo los Ángeles y los hombres misteriosos agentes consustanciales de este proceso que tiene como objetivo llenar de formas el Universo.

El proceso de sustanciación del pensamiento en formas densas y objetivas corresponde sin embargo a los «ángeles menores», aquellos que en los estudios esotéricos son denominados «elementales constructores» o «fuerzas elementales de la Creación».

Fuerzas Dévicas Elementales

Estas fuerzas dévicas elementales se hallan en la base de la vida evolutiva de los Reinos y de las especies y sus formas peculiares, observadas clarividentemente, ofrecen multiplicidad de particularidades de acuerdo con su grado de evolución.

Tal como su denominación indica, sus vidas están vinculadas en orden a su evolución con los llamados elementos naturales, es decir, la tierra, el agua, el fuego, el aire y el éter; siendo este último el elemento coordinador y sintetizador.

Las formas etéricas merced a las cuales estas fuerzas dévicas pueden ser percibidas y clasificadas varían de acuerdo con su evolución y con la función que desempeñan dentro del elemento vital en donde viven, se mueven y tienen el ser.

Actúan en grandes concentraciones y son inteligentemente dirigidas por expertos Ángeles atendiendo la ley universal de Belleza y Cumplimiento, la sagrada divisa de los Ángeles mayores del Sistema.

He aquí, someramente clasificadas, las principales fuerzas y elementales constructores que estructuran las formas de la Naturaleza:

Los Elementales de la Tierra

Son aquellas fuerzas dévicas que manipulan las energías etéricas que convenientemente sustanciadas constituyen las distintas gradaciones del Reino mineral.

Existen en increíbles cantidades y en multiplicidad de formas y características, desde las que construyen las piedras, el elemento sólido que constituye la osamenta del planeta, hasta las que operan a través de los minerales dotados de radiactividad, pasando por los devas especializados que construyen la extensa gama de piedras preciosas.

Los elementales de la tierra más conocidos son los llamados GNOMOS, de forma muy parecida a la que vemos reflejada en los cuentos infantiles, aunque dotados de un poder superior al que se les asigna corrientemente y bastante más difíciles de ser contactados de lo que usualmente se cree.

A pesar de que ellos se esfuerzan por establecer contacto con los seres humanos. Habitan en el interior de las piedras, en las profundidades del suelo y en los huecos de los grandes árboles.

Tales devas constructores existen en todos los niveles del Plano Físico denso constituyendo de manera misteriosa la fuerza gravitatoria de los cuerpos.

Desde las formas semietéricas de los devas inferiores que construyen las piedras, perceptibles a veces a los sentidos físicos, hasta aquellas que pertenecen a los que se expresan por medio de la «geometría luminosa», especializados en la construcción de las piedras preciosas con poderes talismánicos.

Los Elementales del Agua

Entre ellos hay que distinguir a las hadas y las ondinas, es decir, a las minúsculas y refulgentes criaturas etéricas que pueblan los campos y los bosques y la misión de elaborar y sazonar los frutos de las distintas especies.

Hay una especie particular de tales devas o “pequeños Ángeles» del Reino Vegetal que dan forma a las distintas plantas y cubren de verdor los campos y los prados, así como las hojas de los árboles.

Otros, más evolucionados y actualizando gran poder magnético, son los protectores invisibles de los lugares magnéticos de la Tierra.

Son los Ángeles protectores que exigen «las palabras de pase» en las reuniones realmente esotéricas y que blanden «sus espadas de fuego» para ahuyentar a los malintencionados, curiosos o profanos que intentan acercarse a estos lugares.

Las Ondinas del agua cooperan también activamente en la evolución de las formas del Reino Vegetal. A la vista del cualificado observador clarividente aparecen en formas muy diversas según sea el grado de su evolución. Ciertas ondinas muy evolucionadas adoptan una forma transparente, muy hermosa y vagamente humana.

Los grandes Ángeles que presiden la evolución de los elementales del agua y cuidan a través de ellos de mantener las propiedades de la misma como uno de los más preciados elementos de conservación planetaria, constituyen el Arquetipo de las ondinas aunque su tamaño es considerablemente superior y de más rutilantes y bellos colores:

Verde mar, azul intenso o azul claro, según se manifiesten en el agua de los océanos, de los ríos, de los lagos o de los pequeños arroyuelos de las montañas. Habitan generalmente en el seno de las aguas y en el interior de las plantas constituyendo la savia de las mismas.

Los Elementales del Fuego

Se les denomina generalmente AGNIS en lenguaje esotérico y en sus expresiones inferiores se les llama también salamandras y se les halla virtualmente en todos los lugares de la Naturaleza en donde el elemento fuego se halle en actividad.

Desde el Fuego místico de Kundalini en el centro del planeta hasta las pequeñas hogueras, pasando por el fuego de los volcanes y los grandes incendios. Las salamandras aparecen ante la visión clarividente como pequeñas lenguas de fuego en distintas formas.

Los Ángeles superiores del fuego, denominados Agnis, son difíciles de ser percibidos y contactados ya que su expresión es peligrosa y cualquier relación con tales Entidades en el presente estado de la evolución humana sólo es aconsejable a aquellos que poseen un perfecto control de sí mismos y una gran sensibilidad espiritual.

Estos Agnis, aparecen como gigantescas llamas de Fuego, distinguiéndose en el interior de las mismas una forma vagamente humana con grandes y flotantes cabelleras de un intenso color rojo y despidiendo a través de toda su aura magnética grandes y peligrosas llamaradas rojas amarillentas…