Las relaciones familiares pueden ser una fuente constante de dolor y sufrimiento. Se supone que la familia es el lugar donde deberíamos sentirnos amados, seguros y protegidos, desafortunadamente no siempre es así.
¿Familiares hirientes? Cómo manejar y sanar relaciones tóxicas con reflexiones sobre la familia
En algunos casos, los miembros de la familia pueden ser hirientes y dañinos y la única forma de sanar es alejándose de ellos.
Es importante reconocer que no todas las madres y los padres aman y defienden a sus hijos incondicionalmente. Algunos pueden estar más enfocados en sus propios intereses y luchar por sus ideales personales en lugar de apoyar a sus hijos.
En algunos casos, los padres pueden no tener interés en sus hijos en absoluto, lo que puede ser muy doloroso.
Algunos hermanos y hermanas pueden ser crueles, abusivos y violentos. Pueden sentir que tienen algún derecho sobre nosotros. Hay familiares que traicionan, roban y hablan mal de nosotros, forman bandos para desacreditarnos y hacernos sentir como si fuéramos el malo o la mala de la película.
Sanando relaciones familiares tóxicas: aprende a poner límites y alejarte de lo que te hace daño
Es probable que la culpa puede ser nuestra. A veces tendemos a «romantizar» las relaciones familiares y justificar el comportamiento dañino de nuestros familiares. Es fundamental poner límites y alejarnos de lo que nos hace daño para poder crecer, evolucionar y sanar.
No debemos permitir que los familiares tóxicos nos roben nuestra energía y nuestra felicidad. Debemos ser nuestra prioridad y reconocer que a veces la distancia es necesaria para mantener nuestra salud mental y emocional.
No hay nada de malo en amar a nuestros familiares, pero debemos aprender a amarnos a nosotros mismos primero.
Si tienes familiares hirientes, no dudes en alejarte de ellos si ya no suman alegría a tu vida. Aunque puede ser difícil, es importante reconocer que a veces la distancia es necesaria para sanar y crecer.
No permitas que los familiares tóxicos te roben tu energía y tu felicidad. Aprende a amarte a ti mismo primero y pon límites para protegerte a ti mismo de las heridas, la ira, el abandono, la hipocresía y la manipulación de tus familiares.
Tu origen espiritual a través de tu familia: ¿Kármica o Dármica?
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