Liliana tiene 23 años, estudia psicología en la universidad y lleva una vida más o menos común y corriente. Excepto que -según un sacerdote que le es cercano- tiene cuatro demonios que atormentan su alma.
Gran demanda de exorcismos por influencias demoníacas en México
Esto porque, cuando va a una iglesia, Liliana a veces termina pareciéndose al personaje de Linda Blair en la emblemática película «El Exorcista«.
Gruñe, se sacude, habla en idiomas diferentes al castellano, grita o insulta al sacerdote. Una forma de actuar que, como pudo presenciar BBC Mundo, inquieta y genera escalofríos. Pero a la vez genera cierto escepticismo frente a lo que la Iglesia católica históricamente ha llamado posesión.
Irónicamente, Liliana tiene suerte
Hay un exorcista disponible que ha aceptado tratar su caso, al definirlo como «una opresión del demonio». Esta es una realidad hoy en día en México: la demanda de exorcismos se ha disparado de tal manera que incluso hay exorcistas que no están recibiendo casos nuevos.
Para muchos dentro de la Iglesia católica, el país está bajo ataque de Satanás, el demonio, El Maligno o simplemente el diablo.
Y esto, dicen, se evidencia principalmente en los más de 70 mil muertos que ha dejado la violencia relacionada al narcotráfico, desde que en 2006 el entonces presidente Felipe Calderón le declaró la guerra al crimen organizado y envió a efectivos militares a las regiones más conflictivas.
Pero no se trata únicamente de una asombrosa cifra de muertos más propias de un conflicto bélico. Para los clérigos, el demonio se expresa en lo cruda y sádica que ha sido la violencia.
Historias escalofriantes
Un sacerdote me contó el caso de una mujer en Michoacán que solía hablar en voz alta de los narcos que había en su zona. La mujer vendía Pozole, una especie de sopa hecha a base de un tipo de maíz, a la que se le agregan pollo o cerdo como ingrediente secundario.
Un día unos hombres le encargaron un Pozole para una fiesta y le dijeron que ellos llevaban la carne para el platillo. Cuando le dieron la bolsa, ésta contenía al hijo de la mujer cortado en pedazos y un mensaje de que cerrase la boca.
Historias como esta abundan en México
Y han abundado en los últimos ocho años. La Iglesia católica dice que tiene una explicación para lo que ha estado sucediendo.
«Detrás de todos estos enormes males hay un agente oscuro y su nombre es el demonio. Así como Adolfo Hitler era la encarnación del diablo, poseyéndolo y dirigiendo sus acciones, también creemos que el diablo está detrás de los carteles del narcotráfico», dice el padre Carlos Triana.
Dice contar con el aval del Arzobispado de México para impulsar más entrenamiento en exorcismo para los sacerdotes del país.
«El Señor quiere que establezcamos aquí un ministerio de exorcismo y liberaciones para justamente luchar contra el demonio», insiste Triana.
BBC Mundo intentó hablar del tema con el Arzobispado de México, pero no recibió respuesta. Aunque el Arzobispo ha inaugurado los más recientes congresos internacionales de exorcismo que se han celebrado cada año en México por casi 10 años.
Sin precedentes
Todos los exorcistas consultados para esta nota coinciden en que la abultada demanda que hay por sus servicios hoy en día no tiene precedentes.
Algunos ni siquiera están aceptando nuevos casos de personas que afirman estar poseídas o bajo la influencia del demonio, ya que prácticamente todos los días están exorcizando a alguien. «Esto no lo veía yo antes», me cuenta el padre Francisco Bautista en una iglesia en el sur de Ciudad de México.
Bautista oficia una misa de los enfermos cada martes, a la que asisten no sólo personas con problemas físicos, sino también espirituales. Casos como el de Liliana, la joven que vimos retorcerse como posesa.
Muchos de los casos que atiende actualmente necesitan de la llamadas oraciones de liberación, una forma menor de exorcismo para personas que aún tienen cierto control de su cuerpo y alma.
Exorcismo mayor
«La posesión completa es algo que requiere de un exorcismo mayor, pero son caso más raros y que necesitan ser llevados ante un obispo», aclara. El Vaticano exige a sus exorcistas que antes de ejecutar una oración de liberación o un exorcismo confirmen si la persona sufre de algún tipo de enfermedad mental.
No obstante, la comunidad médica suele ver con descreimiento las llamadas posesiones.
«Hay dos escenarios que explican lo que es una posesión: el primero es la epilepsia, que hace que las personas tengan convulsiones y vomiten; y el segundo es la esquizofrenia, que tiene una explicación neuorológica y bioquímica, que hace que las personas tengan visiones, o vean imágenes que no existen, lo que las hace pensar que han visto al diablo», explica el psiquiatra Ismael Vásquez, quien ha atendido casos de personas que creen estar posesas.
«Para algunas personas que sufren de esto es más simple pensar en una posesión que en la explicación médica, pero el exorcismo no es necesariamente algo que les haga daño, más bien puede ayudar a calmar, darles contención; pero debe estar acompañado de medicación y supervisión médica», matiza el especialista en esquizofrenia.
Puerta a la muerte
Como muchos otros clérigos, el padre Francisco Bautista apunta al culto a la Santa Muerte como la razón detrás de lo que describe como la creciente presencia del demonio.
Se estima que la Santa Muerte, una calavera, vestida de novia o vestido largo, tiene unos ocho millones de seguidores, que le hacen peticiones de todo tipo. Por efectos de la migración de mexicanos, investigadores afirman que incluso ya tiene presencia en Centroamérica, Estados Unidos y Canadá.
Y en los últimos años lo que había sido un culto popular ha sido ampliamente adoptado por los sicarios de los carteles de la droga. «Los narcotraficantes le piden favores y ayuda para evitar el arresto, a cambio ellos ofrecen sacrificios humanos. Esto ha incrementado la violencia en el país», asegura Bautista.
El sacerdote también dice que la legalización del aborto en 2007 en Ciudad de México contribuyó a que espíritus malignos se propagaran por el país. «Ambas cosas están estrechamente relacionadas. Hay una infestación de demonios hoy en día en México, porque le hemos abierto la puerta a la muerte», asevera.