He aquí las cuatro frases (o creencias) más arraigadas en la cultura popular que dificultan u obstaculizan a nivel mental la posibilidad de actuar en favor del éxito económico.
Frases que impiden tu éxito económico
Con el fin de generar conciencia sobre lo que aprendemos culturalmente, hice este ejercicio de análisis para ofrecerte las cuatro frases (creencias) más arraigadas en la cultura popular, mismas que dificultan u obstaculizan a nivel mental la posibilidad de actuar en favor del éxito económico.
Recuerda que, aún sin saberlo, nuestras acciones son resultado de lo que pensamos y creemos.
Pobres pero honrados
Esta frase, resultado de todo un esquema cultural, plantea la idea que hay que permanecer sin dinero para conservar algún tipo de valía, rectitud e integridad. ¡Ja! Cómo si no existiera ningún millonario con rectitud e integridad. Creencias, falsas creencias.
Detrás de esta idea apuntamos también búsquedas de valor que señalan al rico como una persona “mala” o el “ladrón de cuello blanco”, juicios que establecen algunas personas.
Recuerdo en la Universidad la frase: “Su papá ha de ser narco” de un compañero, al ver bajarse a otro compañero de un coche lujoso. Con este tipo de ideas, las personas coartan la posibilidad de abrirse a un mundo distinto.
Pues sí algo es cierto, es que las generalizaciones no son certeras en la realidad. Pareciera que más bien somos la suma de un montón de excepciones, cada uno distinto y único. Las generalizaciones sólo existen en la injusta boca del obtuso mental.
El dinero no hace la felicidad
Si bien esta frase puede resultar cierta para muchos, también imposibilita a otros, frenándolos inconscientemente en la búsqueda del éxito financiero, pues contraponen dos cosas que quieren en un mismo nivel, generando así un conflicto.
Para mí, la felicidad depende del índice de disfrute personal. Pero hay una realidad que quiero plantearles:
Sencillamente pregúntate: ¿Prefieres ser feliz rico o ser feliz pobre? ¿Quizá estas ideas no están peleadas? ¿Quizá el único lugar donde pelean es en tu mente?… No sea que estés tomando la frase: “El dinero no hace la felicidad” como excusa para no hacer dinero.
El dinero no crece en los árboles
Una frase que me encanta destrozar. Sólo debo decirte que tú también la destrozarías después de haber entrado a la planta de papel de Kimberly Clark en los noventas.
Si bien es cierto que el dinero es papel y el papel moneda es dinero, quizá lo que nos ayude, por fin, a dejarnos de estupideces, sea el echar ojo de cómo el dinero sí crece en los árboles, y abrir un poquito más nuestro campo de visión. Para verlo de “cerquita”, sólo se requiere de dos lentes de aumento: trabajo y transformación.
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos
Posiblemente la frase de más peso relacionada al dinero en la historia de la humanidad.
Una frase que por descontextualizarla ha tenido un peso y poder en contra de la acumulación de riqueza a lo largo de la historia, y que, sin saberlo, se encuentra permeada en el inconsciente colectivo. Esta frase mencionada en La Biblia ha sido mal comprendida.
Contextualicemos
El ojo de la aguja en la actualidad nos remite a ese objeto puntiagudo que nos ayuda a coser un botón, cuando en realidad a lo que debería remitir es a las pequeñas puertas que estaban en los portones de las ciudades amuralladas, portones que, después de cierta hora, cerraban para sólo dejar el paso a las personas, por los “ojos de las agujas”, esas puertecillas pequeñas, donde las personas debían dejar los camellos y las alforjas fuera de la ciudad, desprendiéndose de sus posesiones, para ingresar.
Es altamente probable que éste sea el verdadero contexto de la frase, misma que remitía al desapego de lo material para entrar al reino de los cielos.
Pero nadie habló de no poseer mientras estamos vivos: hablaba del desapegarse una vez que partamos. Si bien es cierto que al final no nos llevaremos nada material, eso no necesariamente tacha la posesión de riquezas.
Forbes México
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