La Civilización Adámica ofrece una perspectiva fascinante sobre los orígenes de la humanidad, vinculando a Adán y Eva con la Atlántida y con enseñanzas espirituales atribuidas al esoterismo moderno. Los relatos proponen un contexto alternativo que redefine las bases de los mitos tradicionales.
Misterioso nexo entre la Atlántida y la civilización adámica
Inicialmente, las crónicas convencionales atribuyen a Adán y Eva el papel de progenitores de toda la humanidad. En contraste, ciertas fuentes menos divulgadas, citadas en libros como Origins of Adamic Civilization, sugieren un contexto diferente.
Ellas ubican a Adamú y Evana —nombres originales de la supuesta pareja— cerca del río Éufrates, en la antigua región de Ethea. Allí, ambos crecieron huérfanos y fueron acogidos por una familia de renos, mientras habitaban una gruta previamente ocupada por un sabio llamado Gaudes.
Además, estos textos plantean que Adamú y Evana provenían en parte de linajes reales vinculados a la Atlántida, descrita como un continente avanzado. Esta noción contrasta con la versión bíblica ortodoxa y abre interrogantes sobre la coexistencia de múltiples civilizaciones en aquella época remota. Por ende, se sugiere que el origen de la sociedad humana no se limita a un solo par de ancestros.
El factor atlante y la expansión cultural
Posteriormente, la teoría adámica argumenta que la Atlántida influyó de manera determinante en el conocimiento transmitido a futuras generaciones.
Según este enfoque, la princesa Sophia de Otlana, madre de Evana, descendía del rey atlante Nohepastro, mencionado en algunos textos como “Noé.” Paralelamente, el padre de Adamú era Aldis, guardián en un palacio real, lo que reforzaría la idea de un nexo directo con estirpes notables.
Igualmente, se expone que tras su reencuentro en la adolescencia, Adamú y Evana se unieron en matrimonio y dieron inicio a una comunidad que buscó expandir la sabiduría atlante. Esta civilización naciente, lejos de ser la primera en el planeta, se nutrió de innovaciones tecnológicas y prácticas espirituales.
Sin embargo, los datos son inciertos, ya que la escritura, aunque existente, se preservaba en archivos custodiados por iniciados. Por lo tanto, no han sobrevivido documentos verificables en su totalidad hasta nuestros días.
La polémica en torno al Paraíso Terrenal
Mientras tanto, los relatos bíblicos ilustran un Jardín del Edén perfecto donde una serpiente incitó el pecado original y provocó la expulsión de los primeros humanos. No obstante, la versión esotérica del Paraíso Terrenal lo describe como un paraje natural excepcional, cercano a un río de caudal abundante, aunque no de carácter sobrenatural.
Este lugar se habría idealizado con el tiempo hasta convertirse en la imagen simbólica del Edén, plasmada en tradiciones posteriores.
En consecuencia, los escritos sobre Kaíno, adoptado por Adamú y Evana, profundizan en la discordia entre hermanos sin atribuirle un homicidio premeditado. Más bien, relatan cómo la muerte de Abel ocurrió de forma indirecta, durante una rebelión promovida por Kaíno.
Esta divergencia elimina el elemento de culpabilidad directa que la tradición bíblica le adjudica a Caín, y al mismo tiempo, desdibuja la expulsión angelical representada en la mayoría de interpretaciones religiosas.
Después de analizar estas narraciones, resulta notable la presencia de conceptos vinculados al esoterismo moderno. Según ciertos investigadores de la escuela llamada “kobda,” Adamú fue una encarnación temprana de un “Gran Ser de Luz” identificado como Maestro Ascendido Ray Sol, asociado con enseñanzas similares a las atribuidas a Saint Germain en corrientes de la Nueva Era.
Influencia en la historiografía moderna
La civilización adámica ha atraído el interés de personas inclinadas a explorar la confluencia entre mitología, arqueología y espiritualidad. El debate acerca de su veracidad tiene eco en foros y comunidades que estudian testimonios alternativos.
Numerosos autores advierten que sin evidencia arqueológica contundente es imposible corroborar estos relatos. Sin embargo, otros sostienen que la pérdida de archivos, bibliotecas y continentes enteros, como la Atlántida, dificulta la confirmación de cualquier hipótesis.
Asimismo, los seguidores de esta visión afirman que la interpretación literal de las escrituras sagradas ha distorsionado el mensaje original. Consideran que la historia de Adán y Eva, con su serpiente tentadora y su ángel vengador, emergió de la necesidad de simplificar verdades más complejas en un lenguaje accesible al público antiguo.
Finalmente, la llamada Civilización Adámica representa un entramado de mitos, memorias e interpretaciones espirituales que sugieren un origen alternativo para Adán y Eva. Si bien carece de aceptación en el ámbito histórico convencional, su narrativa despierta curiosidad y ofrece una perspectiva fascinante sobre la evolución de los relatos míticos.
Por otro lado, su conexión con la Atlántida y su continuidad en corrientes esotéricas actuales añaden un matiz cautivador. En última instancia, corresponde a cada lector reflexionar sobre la combinación de leyenda, simbolismo y probables datos históricos que rodean estos textos.
Maestro Ruada — Historia Antigua – Adán y Eva
