En un aula universitaria, un debate se enciende con una pregunta provocadora del profesor: «¿Dios creó todo lo que existe?» Un estudiante, con convicción, responde afirmativamente.
Debate académico: La existencia del mal y la ausencia de Dios
El profesor, desafiante, argumenta que, si Dios creó todo, entonces también creó el mal. Por ende, si nuestras obras son reflejo de nosotros, Dios sería malo. Esta afirmación deja un silencio en el aula.
El frío y la oscuridad: Conceptos relativos
Otro estudiante interviene, cuestionando la existencia del frío. Explica que, según la física, lo que percibimos como frío es en realidad la ausencia de calor. El cero absoluto marca la total falta de calor, pero el frío en sí mismo no existe; es una noción creada para describir nuestra experiencia ante la ausencia de calor.
Continúa con la oscuridad, argumentando que tampoco existe per se. Es la ausencia de luz. La luz puede medirse y estudiarse, pero la oscuridad no. La oscuridad es otro término humano para describir la falta de luz.
Reinterpretando el Mal: Ausencia de Dios
Finalmente, el joven desafía la percepción del mal del profesor. Aunque el mal parece manifestarse en violaciones, crímenes y violencia, propone que es la ausencia de Dios en los corazones humanos. Similar al frío sin calor, o a la oscuridad sin luz, el mal surge de la falta de algo, en este caso, la presencia divina.
El estudiante sugiere que, al igual que el frío o la oscuridad, el mal es una interpretación humana de la ausencia de un bien mayor. Aquí, el bien mayor es la presencia de Dios o lo divino.
Esta ausencia no es una creación divina, sino un estado resultante de la falta de conexión con lo divino. En esta perspectiva, la moralidad y la bondad se entienden como manifestaciones de esa conexión divina.
A diferencia del mal, la fe y el amor son realidades tangibles, comparables al calor y la luz. Estos conceptos no son simplemente ausencias o faltas, sino presencias activas y poderosas en la vida humana. La fe y el amor actúan como fuerzas que llenan los vacíos que podrían ser ocupados por el mal.
Una nueva perspectiva sobre el mal
El profesor, reflexionando sobre estos argumentos, reconoce la validez de esta nueva perspectiva. El mal, entendido como ausencia, no es una entidad autónoma o una creación divina, sino un estado resultante de la falta de algo esencialmente bueno y divino.
Esta reinterpretación invita a una comprensión más profunda de la moralidad, la fe y el papel de lo divino en la experiencia humana.
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A través de la lente de Xavier Zubiri, este artículo invita a un viaje intelectual por las distintas facetas del mal – maleficio, malicia, malignidad y maldad. Aborda la complejidad del tema con un enfoque metafísico, revelando cómo el mal se entrelaza en la realidad humana y trasciende las definiciones simplistas… Saber más>>