Sutiles trampas de la arrogancia – Distingue entre orgullo y placer
Imagínate que ganas la lotería. ¡No cabrías en ti de alegría! ¿Pero acaso atribuirías tu nueva fortuna a tu increíble inteligencia y habilidad? ¡Por supuesto que no! Por otro lado, si inventas un producto que te hace ganar un millón de dólares, es probable que empieces a creer que eres mejor que los demás.