Plegaria de agradecimiento
Padre Celestial, Rey Divino que continuamente provees el bien, que supervisas con una Providencia Divina precisa, por favor protégeme para que no sea ingrato y no niegue ninguno de los beneficios que me concedes.
La espiritualidad es un viaje interior hacia la comprensión profunda del ser y el universo. Es la búsqueda de conexión con lo divino, trascendiendo lo material. A través de prácticas espirituales, se busca la paz interior y el crecimiento personal.
Padre Celestial, Rey Divino que continuamente provees el bien, que supervisas con una Providencia Divina precisa, por favor protégeme para que no sea ingrato y no niegue ninguno de los beneficios que me concedes.
Ciertamente a nadie le gusta que lo engañen. Pero, por más que queramos describir este fenómeno desafortunado como un comportamiento infame y propio de los animales en realidad existe una raíz espiritual detrás de él, porque cada fenómeno en nuestro mundo debe también existir en el mundo espiritual.
Podemos hacer algo para que nuestras vidas sean más fáciles, algo que no tenemos en cuenta a menos que tengamos serios problemas, que nos sintamos completamente frustrados o nos encontremos en un callejón sin salida.
La madre arquetípica nos resulta a todos terriblemente familiar. Cualquier persona que está en este mundo, ha llegado a él a través de la madre. No hay otro camino. Cuando hablamos de madre arquetípica estamos refiriéndonos a la visión universal e idealizada de la maternidad en sí.
Buscar la conciencia superior o alcanzar la divinidad espiritual es un proceso de revelación. El primer paso y el más importante es reconocerte a ti mismo. Esto significa mucho, y es la base de toda la filosofía.
La envidia es sentir dolor por el bien ajeno o alegría por el mal de otro. El “yo de la envidia”, es ante todo, un defecto de tipo emocional que nos mantiene comparándonos con los demás y nos hace sufrir cuando nos vemos en desventaja.