La espiritualidad es un viaje interior hacia la comprensión profunda del ser y el universo. Es la búsqueda de conexión con lo divino, trascendiendo lo material. A través de prácticas espirituales, se busca la paz interior y el crecimiento personal.
El abandono, es la segunda gran herida que se instala en nuestro ser y para evitar que duela, que los demás la perciban, nos ponemos la máscara del dependiente. Lise Bourbeau hace una distinción entre abandonar y rechazar.
Es una herida muy profunda, pues implica el rechazo de nuestro interior. Con el interior nos referimos a nuestras vivencias, a nuestros pensamientos y a nuestros sentimientos.
Los niños perciben nuestros miedos e inseguridades y las hacen suyas con gran facilidad. Ante este panorama, lo cierto es que debemos de esforzarnos porque esto ocurra en menor medida. Pero, ¿cómo podemos hacerlo?
La conciencia y el libre albedrío para que no derrapemos en una maraña de sentimientos confusos fabricados por una sociedad de consumo que convierte a las personas en objetos descartables
Volver a empezar es un proceso que causa entusiasmo e ilusión, y que también compromete, todo lo cual interviene para que abraces la idea de que a partir de ahora, todo será mejor, pero ¿cómo cerrar ciclos y avanzar?
¿Es necesario enseñarles religión a los niños? ¿Es malo para los niños crecer sin una creencia en particular? Para Sylvia Acevedo, residente de Van Nuys, California, y madre de tres niños, enseñarles religión a sus hijos siempre fue una prioridad.
