Desesperados por la crisis, muchos españoles van al vidente o al tarotista para que les aclare su futuro. Lo único claro es que el esoterismo hace caja y el fraude crece, según explica Pedro M. Bravo en el diario La Gaceta.
Esoterismo en España — Mercado del esoterismo en España
Las dificultades económicas están provocando que cada vez sean más los que acuden a videntes y tarotistas para conocer su futuro o atraer la buena suerte. Se calcula que el mercado del esoterismo mueve en España en torno a los 3.000 millones de euros.
A lo largo de la historia no son pocas las veces que se han contado las idas y venidas de brujas y magos y que aún hoy perduran en la memoria colectiva.
Inicio del esoterismo moderno
Sin embargo, muchos expertos señalan que el inicio del esoterismo moderno, en el que en un porcentaje muy elevado de casos tiende a no ser más que un burdo engaño, empezó en el siglo XIX en Nueva York.
Dos niñas, de apenas 6 y 8 años, consiguieron embaucar durante décadas a muchos norteamericanos asegurando que los fantasmas les hablaban.
Hacían preguntas y los espíritus contestaban con golpes allá dónde estaban las dos hermanas; golpes que después se descubrió que hacían ellas mismas sin que nadie se percatara.
Les sirvió para hacer de oro a toda su familia y crearon toda una escuela de malhechores que intentan engañar al prójimo basándose en supuestas técnicas esotéricas.
Sin lugar a dudas, lo que parece verdaderamente magia es la forma en que el sector está consiguiendo torear la crisis económica que padecemos el resto de los españoles y, en mayor o menor medida, toda Europa.
Desde el comienzo de esta depresión, las cifras del tarot y la videncia no han hecho más que crecer en todo el continente, y más en España, dónde ya tiene una relevancia social importante de por sí.
3.000 millones de euros al año
Se calcula que este mercado mueve tan sólo en nuestro país en torno a los 3.000 millones de euros al año, aunque dar cifras cerradas es muy complicado debido a que la mayor parte de las transacciones se hacen en dinero negro, por lo que nadie tiene constancia de la realidad.
De hecho, según algunos estudios, sólo el tarot telefónico manejaría en torno a los 2.000 millones de euros anuales, con lo que el esoterismo de forma global llegaría fácilmente a la cifra antes citada. Tanto es así que se estima que sólo en España hay hasta 100.000 personas dedicadas a este tipo de “trabajos”.
Dinero B
El problema surge porque gran parte de todos esos millones que se mueven en este mundo son en dinero b, por lo que no pagan impuestos y Hacienda, que somos todos, se queda sin su pedazo de tarta –que allí donde puede pillar cacho suele ser bastante grande–.
Además, muchos de los trabajadores del sector también lo hacen sin ningún tipo de contrato, puesto que son actividades no declaradas, por lo que vemos cómo aquí se produce un doble engaño al erario público.