Los Matices de la Independencia: Más Allá del 25 de Mayo
De la Lealtad al Rey a la Búsqueda de la Autonomía: El Camino hacia la Independencia
Tal como en épocas contemporáneas han sido el disfraz de oportunistas y transgresores (como el caso de la P2 de Licio Gelli, para mencionar un destacado caso que ocupó las portadas), la afiliación de ciertos «patriotas» a sociedades de naturaleza opaca trajo más conflictos que reconocimientos.
Sobre Cornelio Saavedra, una figura central de la Primera Junta que el 25 de Mayo de 1810 tomó el control del gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata (anterior denominación de Argentina), se comenta que tenía nexos con los carbonarios italianos.
Estos últimos, endeudados con financieros españoles, convirtieron la «Revolución» del 25 de Mayo más en una maniobra comercial que en un movimiento puramente independentista.
En esa fecha, no nos separamos totalmente de España: estábamos en momentos en que el rey Fernando VII había sido despojado de su poder por las fuerzas napoleónicas, con la familia Bonaparte dominando en territorio español. El clamor libertario del Río de la Plata no tenía como objetivo formar una nación autónoma.
En esencia, solo se manifestaba la lealtad al rey español en exilio y se buscaba consolidar la autoridad aduanera de Buenos Aires, beneficiando en gran medida a los comerciantes españoles de la región, así como los beneficios derivados del contrabando.
Por ello, los argentinos, con raíces ya centradas en el comercio, conmemoramos el 25 de Mayo como el «Día de la Libertad»… económica. Sería necesario aguardar ¡seis años! hasta el 9 de julio de 1816, para osar declarar nuestra Independencia.
La ansiedad por la autonomía había magnificado el distanciamiento con España y lo que comenzó como un gesto hacia los Borbones evolucionó, en gran parte gracias a líderes provinciales más que a la élite porteña, en una determinación por liberarse.
Por ende, aquí nos encontramos: un país peculiar que, aunque siempre ansioso por festividades, conmemora su nacimiento como nación dos veces al año en lugar de una.
Relación entre la Masonería y la Historia de América del Sur
Los Conflictos Masónicos en la Época de la Independencia Sudamericana
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A pesar de haber servido en el ejército español (destacándose en la batalla de Bailén, por ejemplo) y siendo fiel primero a la Orden, funda la mencionada Logia Lautaro y se rebela contra sus antiguos patrones.
Promueve la causa masónica fuera de nuestras fronteras, pero entra en conflicto con los representantes carbonarios locales, lo que culmina en su autoexilio a Europa el 11 de febrero de 1824.
Por supuesto, los carbonarios buscarían saldar cuentas. En 1838, enviaron al «hermano» Giusseppe Garibaldi a atacar las costas argentinas a través del río Uruguay.
Y en 1865, la nación masónica del doctor José Gaspar Rodríguez de Francia y sus sucesores, Carlos López y Francisco Solano López, la República del Paraguay, enfrentó las consecuencias del poder carbonario en la Guerra de la Triple Alianza (compuesta por Argentina, Brasil y Uruguay).
A Solano López, también masón, le correspondería proteger un proyecto alternativo que permitió al país guaraní establecer el primer alto horno de Sudamérica, fundar 400 escuelas en una población de 400.000 (un logro notable para la época), iniciar dos fábricas de papel para diarios bilingües (español-guaraní) y desarrollar las primeras vías férreas, todos proyectos estatales.
Sin embargo, vendría la devastadora guerra. A un elevado costo humano, Paraguay fue derrotado. Mientras brasileños y uruguayos hicieron sus propios ajustes de conciencia, nosotros, los argentinos, con una memoria selectiva, aún no hemos expresado nuestro arrepentimiento por tal acto de traición en favor de logias europeas.
El Peronismo y sus Intrincadas Relaciones con el Esoterismo en el Siglo XX
Vínculos Esotéricos en la Política Argentina: Del Hermano Lalo a la Hermandad Cósmica Cruz del Sur
Entrado el siglo XX, la fusión entre el Esoterismo (interpretado de diversas maneras) y el poder político de Argentina no solo alcanzó niveles sin precedentes, sino que también se hizo evidente de forma audaz. El movimiento peronista es un caso ilustrativo.
El peronismo en su totalidad, dado que Juan Domingo Perón mantenía una estrecha relación y recibía consejo del «Hermano Lalo» (Hilario Fernández, un inmigrante español que lideraba la «Escuela Científica Basilio», un grupo neoespírita que experimentó un auge notable en ese periodo. De hecho, cuando Perón tuvo desacuerdos con la Iglesia Católica, la mencionada agrupación realizaba grandes asambleas en el Luna Park).
Durante su primer y segundo mandato y también durante gran parte de su exilio en España, José López Rega, conocido como el «brujo», operó bajo su protección.
No obstante, Perón también tenía vínculos con Licio Gelli, a quien prometió otorgarle el control de las exportaciones si volvía a ser presidente, compromiso que no llegó a cumplirse. Se dice que Gelli, como venganza y recurriendo a medios esotéricos, habría ordenado el robo de las manos del cadáver del General, con el objetivo de perturbar su paso al reino espiritual.
Esta acción fue presuntamente sugerida por el astrólogo de origen búlgaro-uruguayo, Cristo Cristoff Naumova, quien previamente había redactado la Carta Natal del fundador del justicialismo argentino.
Incluso los más pragmáticos no estuvieron exentos. Ricardo Frondizi, hermano del ex presidente Arturo Frondizi, creó en 1967 la Asociación Argentina de Sky Scouts, destinada a la «comunicación cósmica». Posteriormente fundó la Hermandad Cósmica Cruz del Sur, contando con el respaldo y contactos de su hermano…