América Latina continúa siendo hoy en día uno de esos lugares llenos de historia y tradición, pero, al mismo tiempo, de magia y leyenda. Un paraíso terrenal que hace sentir pequeño a todo aquel que lo visita, pero que también deja una huella imborrable.
Escenarios mágicos para visitar en América Latina
Caño Cristales (Colombia)
En la Sierra de la Macarena se encuentra este espectacular río de corales y algas multicolores. Un verdadero tesoro del ecoturismo surcado por cascadas y remolinos en el que se fusiona la selva amazónica con el área andina.
Para visitarlo, solo tienes que reservar una habitación en la misma Caño Cristales, desde donde, además, podrás hacer una visita a los alrededores de la zona.
Rio Celeste (Costa Rica)
Cuenta la leyenda que durante la Creación Dios pintó el cielo de azul y que limpió los pinceles en las aguas de este río, ubicado en el Área de Conservación Arenal-Tempisque.
Un río inmerso en un bosque tropical y a los pies del Volcán Tenorio. Para vivir una experiencia única, lo mejor que se puede hacer es alojarse en un apartamento en alquiler y organizar una excursión por la selva.
San Blas (Panamá)
Este archipiélago en el Mar Caribe es el hábitat de multitud de especies animales y vegetales, pero también de la legendaria tribu Kuna Yala, comunidad indígena que aún mantiene sus milenarias formas de vida.
Para completar la experiencia, puedes reservar alojamiento en una de las muchas cabañas de los alrededores y respirar su aire sobrenatural, lleno de divinidades y seres mágicos.
Colonia del Sacramento (Uruguay)
Una ciudad deshabitada, prácticamente fantasmal, en la que podrás alejarte del mundanal ruido paseando por sus calles y callejuelas y dando un paseo por el campo.
Mientras recuerdas la tradicional práctica del toreo española dando un rodeo a su plaza de toros, para después hacer un merecido descanso en uno de sus maravillosos hoteles y casas rurales.
Desierto de Ica (Perú)
En el oasis de Huacachina se sitúa esta maravilla de la naturaleza creada exclusivamente para caminar y caminar y sentir la arena bajo tus pies.
Para completar la visita, nada mejor que reservar habitación en la ciudad de Ica y, de paso, dar un paseo por sus calles, entrar en sus establecimientos comerciales y comer en uno de sus tradicionales restaurantes.
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