¿Es posible retornar de la muerte? De acuerdo con diversas religiones sí, pero solo después del Juicio Final, o mediante un ciclo de reencarnaciones, o gracias a un milagro.
La Resurrección – Entre la ciencia y el milagro
Creencias aparte, no pocas personas han revivido desde que los métodos de resucitación cardiopulmonar aparecieron a mediados del siglo XX. Otras solo han fallecido en apariencia, para luego sorprender a sus acongojados familiares.
Semanas atrás el estadounidense Walter Williams, por ejemplo, fue declarado oficialmente muerto por el forense Dexter Howard, en Lexington, Mississippi. Sin embargo, cuando comenzaron a preparar su cuerpo en la funeraria local, los trabajadores descubrieron que el septuagenario hombre aún vivía.
Un desperfecto en el marcapasos instalado cerca de su corazón había provocado esta muerte temporal. Si la historia de Williams tiene una justificación razonable, lo ocurrido a Li Xiufeng quedará quizás en el misterio.
Esta mujer de 95 años, residente en el poblado de Liulou, en el sureste de China, permaneció cuatro días en el «más allá» antes de su inesperado despertar un día antes de su programada inhumación.
Accidente domésticos
Los vecinos habían relacionado la muerte de la anciana con un accidente doméstico, que le había provocado una herida en la cabeza. Pero ella solo dormía, hasta que el hambre la obligó a levantarse y preparar una merienda en la cocina, donde su vecino Chen Qinwang la encontró.
Un paso más cerca de lo místico, la resurrección de Yasmin Gomes, una recién nacida brasileña, desafió los recursos de la ciencia médica. Tras un parto normal, los pulmones de la pequeña no respondieron al ser desconectada del cordón umbilical.
Los médicos del Hospital Doctor Lincoln Graça, en el sureño estado de Paraná, intentaron en vano la resucitación durante unos 40 minutos.
Luego una enfermera colocó el cuerpo junto al altar de la capilla, en lugar de enviarla a la morgue. Allí permaneció durante unas tres horas hasta que la madre pasó a recogerla. Entonces la joven Jenifer da Silva Gomes descubrió que la beba respiraba.
A pesar de los esfuerzos de mantenerla con vida en la Unidad de Tratamiento Intensivo, Yasmin falleció casi un mes después de su milagroso regreso de la muerte.
Sam Parnia, el peor enemigo de la muerte
El médico británico Sam Parnia no cree en las resurrecciones milagrosas, sino en el uso de los avances científicos para cambiar el fatal destino de algunos pacientes.
Este especialista ha elevado hasta 38 por ciento las probabilidades de resucitación en el hospital de la Universidad Estatal de Stony Brook, en New York, una cifra que duplica el promedio de Estados Unidos.
Parnia considera que con la tecnología actual nadie debería morir por un ataque al corazón o una hemorragia.
Sin embargo, los equipos de resucitación suelen aplicar técnicas anticuadas, que no reflejan el avance en el campo de la neurología, la cardiología y las técnicas de ventilación necesarias para reactivar la respiración de una persona presuntamente muerta.
Según este experto, autor del libro “Erasing Death: The Science That Is Rewriting the Boundaries Between Life and Death” (Borrar la muerte: La ciencia que está reescribiendo los límites entre la vida y la muerte), los profesionales de la salud deben abandonar añejas creencias relacionadas con el momento de declarar la defunción.
Complicaciones adicionales
En determinados casos, cuando no existen complicaciones adicionales, se puede mantener durante horas la circulación sanguínea y evitar la muerte de las células cerebrales, hasta resolver la causa del colapso.
En su libro y en entrevistas a la prensa, Parnia suele mencionar el caso de una niña japonesa salvada gracias a una técnica conocida como oxigenación mediante membrana extracorporal (ECMO), que imita el funcionamiento de los pulmones y el corazón.
Además, este profesor universitario insiste en la urgencia de reducir la temperatura corporal inmediatamente después de que el corazón ha dejado de funcionar, pues ese enfriamiento ralentizará la destrucción de las células.
Parnia ha investigado también las experiencias cercanas a la muerte. Esos relatos de pacientes que en apariencia murieron y fueron resucitados por los médicos, abren nuevas interrogantes a la ciencia sobre el alma humana.
Cientos de testimonios coinciden en la presencia de un ser cálido y compasivo, o en el tránsito por un túnel luminoso.
Algunos han visto su cuerpo inerme desde lo alto y han detallado los procedimientos médicos que les permitieron recobrar el aliento. Al margen de las creencias religiosas, la muerte es aún un territorio poco conocido, pero sin dudas al alcance de la inextinguible curiosidad humana.
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