Todos somos habitantes de un universo resplandeciente e intrincado donde cada persona, cada lugar y cada objeto irradian una esencia vibracional que puede ser positiva, negativa o neutral.
Consejos para mantener el equilibrio energético en un mundo vibracional
De manera casi imperceptible, estas vibraciones nos afectan y moldean incidiendo sobre nuestro ánimo y nuestra percepción de la realidad.
La energía negativa tiene la capacidad de adherirse a nosotros, de menoscabar nuestra vitalidad. Como un parásito oculto se alimenta de la positividad que residía en nosotros y en su lugar deja un vacío que causa malestar y tristeza.
Nuestro organismo y nuestra psique en un acto de auto-preservación, intentan contrarrestar esta invasión, pero a veces, cuando la energía nociva es muy intensa o persistente nuestras defensas pueden verse rebasadas.
El origen exacto de estas energías perturbadoras es esquivo.
No obstante, nuestra mente y nuestra aura, ese campo energético que nos envuelve, actúan como antenas que captan señales de lo que a simple vista no se puede ver, pero sí se puede sentir. Entre todos los seres, ya sean animados o inanimados, se establece un flujo de intercambio energético.
Esta interconexión nos alerta sobre cualquier perturbación que amenace nuestro equilibrio.
La conexión entre las energías sutiles y nuestra salud emocional
Algunas personas tienen una habilidad especial para percibir y describir estas sensaciones perturbadoras. Hablan de lugares con vibraciones densas o desagradables, de un ambiente cargado de energías distorsionadoras.
Sin embargo, estas energías aunque perceptibles por nuestra consciencia y emociones no suelen ser detectables a través de nuestros sentidos físicos.
Las energías negativas, aunque invisibles a nuestros ojos son poderosas y dejan un rastro tangible. Se desprenden de la oscuridad de pensamientos tormentosos, de palabras cargadas de rencor y dolor, de la angustia de seres que habitaron o habitan un lugar. De igual modo pueden emanar de influencias externas, de personas o entidades que desde lejos afectan el ambiente.
La esencia de estos conceptos esotéricos y espirituales es entender que somos más que solo cuerpos físicos; somos entidades energéticas inmersas en un tejido vibratorio de relaciones y intercambios.
No estamos aislados, sino conectados a todo lo que nos rodea. Conscientes de ello, tenemos el poder de influir y ser influidos, de curar y ser curados y en última instancia, elegir el tipo de energía que queremos cultivar y compartir en nuestro entorno.
Dentro de cada ser humano, se encuentra una rueda de energía incesante, un sistema viviente que intercambia continuamente su esencia vital con el cosmos, la tierra y su entorno.
Somos en esencia una red de resonancias y vibraciones, una sinfonía de frecuencias en constante comunicación con el gran concierto del universo.
Visualización creativa: una herramienta poderosa para el equilibrio energético
La antigua sabiduría del Feng Shui nos ofrece valiosas herramientas para afinar esa sinfonía y mantenerla en armonía.
Al igual que un director de orquesta, busca coordinar el flujo energético de nuestro entorno, procurando que sea equilibrado y fluido, de manera que nuestras vidas se vean enriquecidas y beneficiadas por estas energías favorables.
Así como es necesario deshacerse regularmente de los desechos físicos que se acumulan en nuestro hogar, es fundamental limpiar nuestra casa energética.
Las tensiones, sufrimientos y pensamientos negativos crean un tipo de basura espiritual que puede desequilibrar nuestra salud física, mental y emocional. Además, esta basura energética puede venir de fuentes externas, influenciadas por otras personas o entidades.
La protección contra las influencias energéticas negativas no depende solamente de amuletos o rituales mágicos. Existe una estrategia simple, pero increíblemente eficaz, que se encuentra al alcance de todos: la visualización.
Visualización del cono de protección: una herramienta para repeler energías negativas
Imagínate a ti mismo rodeado de un campo protector, un escudo luminoso que te resguarda de cualquier agresión de energía negativa. Visualiza este campo en forma de un cono, con su vértice apuntando hacia el cielo y tú, seguro y sereno, en su centro.
A medida que este campo gira en sentido contrario a las agujas del reloj, cualquier energía que intente infiltrarse es repelida con fuerza. Cuanto más rápido puedas visualizar este giro, más energía estarás infundiendo en tu campo protector, fortaleciéndolo para resistir cualquier ataque o influencia perniciosa.
La velocidad de este giro simboliza la activación de tu fuerza psíquica. A mayor velocidad, más poderoso se vuelve tu escudo y más eficazmente puedes expulsar cualquier energía negativa que se haya acumulado en tu campo energético.
Este viaje hacia el equilibrio energético y la protección esotérica nos invita a reconocer la potencia de nuestra consciencia y la importancia de mantener una relación armónica con el entorno.
Nos anima a desempeñar nuestro papel como co-creadores de nuestra realidad, recordándonos que somos mucho más que meros observadores pasivos de la vida. Así, nos convertimos en maestros de nuestra propia existencia, capaces de influir en nuestro bienestar y de contribuir al equilibrio global de energía en nuestro mundo.
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