El nuevo libro del autor del Código Da Vinci, Dan Brown, toma prestado el título y tema de Inferno, el primero de los tres cantos de «La Divina Comedia» de Dante, que relata el viaje imaginario del poeta italiano al averno.
Cosas y singularidades que quizás no sabes sobre el infierno
El escritor e historiador de temas religiosos Stephen Tomkins se pasea por 10 puntos interesantes sobre ese mundo de tinieblas.
El infierno es cónico
Según las descripciones de Dante, el infierno está compuesto por nueve círculos concéntricos, que se van achicando y enterrando más profundamente en dirección al centro de la Tierra.
La condena en cada uno de ellos dependerá de los pecados que se hayan cometido, con círculos dedicados a los glotones, los herejes, los estafadores.
El punto céntrico de la superficie del cono es Jerusalén. El río Aqueronte recorre el infierno y lo separa del mundo exterior. Fuera de allí, pero aún dentro del paisaje, están las personas que nunca hicieron nada bueno ni malo en su vida.
Se les castiga por su neutralidad y están destinados a correr por la eternidad, mientras son perseguidos por avispas y gusanos que se beben su sangre.
El infierno es diverso
La imagen moderna del infierno en los dibujos animados, con llamas y horcas para todo el mundo, es trágicamente sosa en comparación con las representaciones medievales.
Esta versión moderna es probablemente el legado del poeta inglés John Milton, que en «El paraíso perdido» describe el infierno como «un gran horno», cuyas llamas no ofrecen «ninguna luz, sino más bien una oscuridad visible».
Lo sitúa en el tiempo de Adán y Eva, cuando sus habitantes eran todos demonios. En el infierno medieval explorado por Dante y pintado por Hieronymus Bosch, los castigos son tan variados como el propio pecado, cada uno se adapta al pecado del castigado.
En Dante, los sembradores de discordia son cortados en pedazos, los que se quitan la vida están condenados a vivir como árboles, los aduladores nadan en una corriente de excrementos y a los traidores se les come la cabeza el hombre al que traicionaron durante toda la eternidad.
En Bosch, un hombre tiene un arpa que cuelga de su carne, mientras que otro se ve obligado a casarse con un cerdo con toca de monja y otras personas son excretadas por los monstruos. Este infierno no es una pena fija, sino el fruto de las malas decisiones tomadas durante nuestras vidas.
El infierno es subterráneo, tal vez
En la Edad Media, la gente pensaba que el infierno era subterráneo y había leyendas de viajeros que aseguraban haber visto humo a través de agujeros del suelo. Dante estaba de acuerdo y, como suponía que la Tierra era redonda, ubicaba a Satanás en el fondo del infierno, con su cintura en el centro de gravedad de la Tierra.
El infierno de Milton, sin embargo, está lejos de la Tierra.
«El paraíso perdido» está situado en los tiempos de Adán y Eva cuando la Tierra todavía era perfecta, por lo que sería incongruente que el infierno estuviera en el centro de la misma.
Dante se las arregla para hacer todo el recorrido por el infierno, el purgatorio y el cielo en menos de una semana. Mientras que el Satanás de Milton necesita nueve días sólo para caer del cielo al infierno.
El infierno es congelado
La verdad es que el infierno puede ser bastante sofocante, especialmente el que describe Milton, con cerros, cuevas, playas y pantanos de fuego.
Dante tiene un río de sangre hirviendo para las personas culpables de derramamiento de sangre, tumbas de fuego para los herejes y un desierto donde llueven copos de fuego sobre los blasfemos, usureros y homosexuales.
Pero muchos de los círculos de Dante no son de fuego. En el segundo círculo, los lujuriosos son arrastrados por los fuertes vientos, mientras que en el tercero, los glotones están expuestos a aguanieve y lodos.
En noveno círculo, el más profundo del infierno, Satanás está cubierto de hielo hasta la cintura. Para el diablo, el infierno siempre es un día frío.
Incluso para Milton, más allá de las llanuras del fuego del infierno, hay regiones de hielo, granizo, nieve y viento, adonde llevan a los condenados a excursiones obligadas. El cambio no ofrece ningún respiro, «pues el frío tiene el efecto del fuego». La variación, de hecho, sólo empeora las cosas.
El infierno son los otros (y son reales)
El infierno está lleno de pontífices. El de Milton no tiene a nadie aún, pero seguramente tendrá a una gran cantidad de papas cuando llegue el momento. Incluso para los católicos fervientes, el Vaticano ofrece una gran cantidad de maldiciones.
Dante encuentra a muchos papas en el infierno, como Anastasio II por hereje y Nicolás III por haber comprado la oficina episcopal. El católico erudito Erasmo escribió un diálogo llamado Julio excluido del cielo, en el que el papa Julio II se queda fuera de las puertas del cielo por sus muchos pecados.
Miguel Ángel, en su fresco «El juicio final» en la Capilla Sixtina, muestra a gente real siendo halada al infierno, incluyendo a Biagio de Cesena, el maestro de ceremonias litúrgicas que se opuso a la representación de la desnudez realizada por el artista y es mostrado con una serpiente que se come sus genitales.
El infierno de Dante incluye a muchas personas que conocía personalmente y no sólo a sus enemigos: su amigo y maestro Brunetto Latini sufre el castigo de la violencia porque su vida sexual violentó el orden natural.
En lo más profundo del infierno, tres personas reales están siendo comidas eternamente por un Satanás de tres cabezas: los traidores Casio, Bruto y Judas, el peor de todos.
En el infierno hay criaturas irreales
El infierno está lleno de criaturas de la mitología pagana. Dante ve centauros y arpías, el Minotauro, y Cerbero, el perro de tres cabezas. Miguel Ángel incluye a Caronte y Minos, el barquero y el juez del inframundo griego. Milton también incluye a Medusa e Hydras.
El infierno es el pandemónium
Aunque Pandemónium («todos los demonios») ha llegado a significar caos ruidoso, se trata de una palabra inventada por Milton para la ciudad capital del infierno, en donde Satanás y sus seguidores se reúnen en un parlamento infernal.
Milton también acuñó la frase «se desató el infierno», que no se refería originalmente al caos ruidoso, sino a los demonios que huían.
El infierno está cerrado
La puerta de Dante tiene la famosa inscripción: «Abandona la esperanza si entras aquí». Esta es sólo la última frase de una inscripción de nueve líneas, que incluye la afirmación de que el reino fue creado por «la suma sabiduría y el primer amor».
En «El paraíso perdido» hay nueve puertas, tres de bronce, tres de hierro y tres de la roca diamantina, y están protegidas por el pecado, la muerte y los perros del infierno.
El infierno no está tan interesado en el sexo
Si bien el Cristianismo tiene la mala fama de obsesionarse con la vida sexual de la gente, el sexo no cuenta con un lugar muy destacado en el comportamiento castigado en el infierno.
Es cierto que a Brunetto Latini se le trata con dureza en el séptimo círculo por su sexo «no natural», pero los pecados de lujuria se tratan en el segundo círculo (el primero es el limbo, un lugar bonito para los bebés no bautizados y los no crisitianos libres de pecado), lo que indica que es el.
El infierno no es tan bíblico
Muy pocas de estas ideas son de la Biblia. La Biblia se refiere al infierno y su fuego, pero muchos de los detalles son de Dante y han sido extraídos de los mitos griegos y romanos.
La gran mayoría han sido creados por la imaginación occidental medieval. Los artistas cristianos de Oriente nunca compartieron el interés, e incluso en Occidente tuvieron un desarrollo tardío.La doctrina del tormento perpetuo fue propuesta por el Concilio de Letrán de 1215, justo un siglo antes del texto de Dante.
En los tiempos modernos, los cristianos se han vuelto cada vez más escépticos con respecto al infierno. Hay 622 versos en la Biblia (en la nueva versión internacional) que mencionan el cielo y 15 que mencionan el infierno.
Libro de Dan Brown – Inferno