¿Seré una mala persona? A veces, de alguna manera provocamos que algo desagradable nos arruine en lugar de intentar cambiarlo en algo grande o aprender de ello. ¿Cómo? Esto ocurre porque no somos capaces de responder a la circunstancia de la mejor manera posible.
Me gustaría dejar de provocar problemas
Es cierto que es un reto y que muchos individuos tienden a ser destructivos. Pero debes tener en cuenta estos modos de pensar si quieres dejar de ser destructivo, si estás harto de la autodestrucción y si quieres formarte opiniones más realistas sobre la realidad y sobre ti mismo.
Evita ser desastroso
Las personas que son destructivas dan mucha importancia a las cosas pequeñas.
Por alguna razón, parecen percibir constantemente el peor escenario posible. Como madre, puede suponer lo peor si se pone en contacto con su hijo por teléfono y este no responde.
Verás visiones de desaparición, desgracias, asesinatos, secuestros, etc. Aunque también depende del contexto, esto puede ser ocasionalmente ridículo y exagerado. Sin embargo, la mayoría de las veces lo que podemos imaginar es muy exagerado y ni siquiera debería ser una preocupación.
Exageras lo malo
Relacionado con lo anterior, las personas negativas tienden a exagerar mucho las cosas y, como resultado, lo positivo rara vez recibe el respeto que merece.
Los estados de ansiedad y tristeza pueden resultar ocasionalmente de esta condición, cuando lo malo siempre se enfatiza y lo positivo casi nunca está presente.
Es cierto que siempre nos sentimos atraídos por lo negativo, ya que a nadie le gusta experimentar una mala circunstancia. Pero, ¿hasta qué punto es realmente horrible?
¿Crees que eres consciente de lo que piensan los demás?
Esto es bastante arriesgado porque con frecuencia te equivocarás.
¿Consideras sinceramente que puedes leer la mente de los demás? Aunque puedas suponer que lo que dicen tiene un doble sentido basándote en tu análisis de su lenguaje corporal y de las palabras que emplean, normalmente te equivocas.
No tienes ningún control sobre lo que opinan los demás, por lo que nunca puedes sentirte seguro de ese conocimiento. Todo el mundo tiene pensamientos que pasan por su cabeza y que son privados para los demás.
Deja de pretender que puedes leer la mente de las personas; podrías estar preocupándote por cosas que en realidad no existen.
Nadie es perfecto
A veces las personas destructivas hacen la absurda afirmación de que son expertos en prácticamente todo, lo cual es obviamente imposible.
Cada persona es única y tiene talentos y defectos únicos. Es imposible aspirar a la perfección o ser un experto en todas las cosas.
Eres imperfecto porque eres quien eres. Es beneficioso que empieces a ver los errores como oportunidades para aprender más y mejorar, en lugar de como barricadas y obstáculos que la vida pone en tu camino para hacerte sentir mal y evitar que cumplas tus objetivos.
Deshazte de los «debería»
¿Debería? No, adelante, hazlo.
Muchas personas tienen los «debería» en la cabeza, pero tienen demasiado miedo de empezar a trabajar y actuar con base en lo que están pensando.
Si bien es cierto que debemos considerar nuestras acciones cuidadosamente antes de llevarlas a cabo, no actuar sobre nuestros «debería» solo nos llevará a la frustración y a una sensación de potencial no realizado. ¿Por qué ocurre esto?
Porque hay leyes inquebrantables y obstáculos infranqueables en la mente de las personas destructivas. Sin embargo, es lo que suponen.
Tú decides lo que el mundo debe o no debe ser. No hay una forma establecida de hacer las cosas. Tu vida, tu camino, tus objetivos y tus logros son únicos para ti.
Evita culpar a los demás
A veces, quienes son destructivos ponen en peligro a otros además de a sí mismos.
¿Piensas mal de ti mismo? ¿Has cometido alguna vez un error grave? No eches la culpa a los demás porque ellos no tienen la culpa. Esto solo demuestra tu total falta de responsabilidad para asumir tus faltas.
No siempre podemos cambiar a los demás, pero quizá no te hayas dado cuenta de que la única persona que puedes cambiar es a ti mismo. Tratar de influir en otra persona solo puede conducir a la frustración y a una pérdida de energía.
No apuntes con el dedo a los demás; en su lugar, haz un esfuerzo por modificar tu actitud autodestructiva. Todo lo que te hace sentir mal, incluso la idea de que el mundo va a por ti, es producto de tu imaginación. Cambia el rumbo.
El primer paso es determinar si soy o no una persona destructiva porque es un reto ser consciente de todo esto. Una vez que reconozco este hábito, debo empezar a modificar mis patrones de pensamiento y comportamiento, como culpar a los demás, exagerar y no notar las cosas buenas de la vida.
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Con información de el Rincón del Tibet