En el relato de un abuelo a su nieto, descubrimos la furia de la naturaleza: mares embravecidos, volcanes eruptivos y terremotos devastadores. Estos fenómenos naturales, agravados por el cambio climático, son una respuesta directa a las agresiones humanas contra el medio ambiente.
Causas y consecuencias del cambio climático
Una visión desde la naturaleza
Había una vez, relataba el abuelo a su nieto, momentos en los que la naturaleza parece enfurecerse: el mar, que hasta ese instante era sereno, se torna agitado, embravecido, y las olas golpean contra las rocas de la costa dejando un rastro de espuma blanca.
En otras ocasiones, una montaña desde lo más profundo de la tierra expulsa rocas incandescentes y lava hacia la superficie.
— A veces, se fisura la corteza terrestre, todo se mueve y casas y cuanto hay en la superficie se destruye o deteriora según la intensidad del terremoto. ¿Sabes cómo se llaman estos fenómenos naturales?
Sí – respondió su nieto -. Cuando el viento sopla muy fuerte sobre el mar, se produce una tormenta. Una montaña que expulsa lava es un volcán. Y cuando tiembla la tierra, es un terremoto.
— Bien dicho – acotó el abuelo. Además, olvidé mencionarte los daños causados por las lluvias torrenciales cuando los ríos se desbordan; ahora, ¿crees que todos estos fenómenos naturales son inevitables?
Pues, creo que sí, que no se pueden evitar.
— Cierto, así es. Siempre han existido, sin embargo, el modo de vida de nuestra civilización actual ha incrementado el daño de estos fenómenos debido al cambio climático.
El Cambio Climático
¿Qué es el cambio climático, abuelo?
El cambio climático es la respuesta de la naturaleza cuando se le trata mal; entonces, ella responde mal…es como si se enfadara mucho más que en tiempos pasados;
Es decir, la naturaleza reacciona de manera distinta a lo usual, cuando se perturba por emitir gases contaminantes en exceso a la atmósfera; cuando se arrojan desechos, petróleo y basura en ríos y mares;
Cuando no se purifican las aguas que terminan en el mar o los ríos; cuando se talan árboles en exceso en las junglas y bosques provocando la desertificación de la tierra y tantas y tantas agresiones a la naturaleza, que no le queda más remedio que reaccionar de manera distinta a como siempre lo ha hecho.
— Ahora entiendo, abuelo, por qué ocurre el cambio climático.
— Y ahora te voy a hacer otra pregunta: ¿quién es el más afectado por estos daños cuando la naturaleza se enfurece? – dijo el abuelo.
— Creo que afecta a todas las personas, abuelo.
— Así es. A todas las personas, pero especialmente a los países más pobres.
— Es cierto – dijo el niño. A veces veo en la televisión a las víctimas causadas por terremotos o inundaciones, especialmente en países pobres de Asia o África.
— Efectivamente, los países que más atacan a la naturaleza son los más ricos, cuyas consecuencias negativas las sufren más los países más pobres.
El diálogo entre abuelo y nieto nos deja una lección crucial: la naturaleza, aunque poderosa, ha sido alterada por el cambio climático. Afecta a todos, pero especialmente a los más vulnerables. Este escrito subraya la urgencia de actuar contra el cambio climático para proteger nuestro planeta y sus habitantes de futuras catástrofes.
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