Los vudú, etimológicamente son los espíritus, los cuales gobiernan toda la naturaleza. Sus dioses están muy jerarquizados y dominan todas las fuerzas de la naturaleza, las rocas, los árboles, las corrientes de agua, los lugares, los cruces de los caminos, pero también los clanes y tribus, las naciones y a las personas individualmente.
Creencias del Vudú y sus Dioses
Incluso los muertos dentro de la familia siguen también viviendo con los vivos y entre los vivos, a los cuales se les puede pedir ayuda y colaboración.
La completa naturalidad con la que el practicante del vudú se mueve en el mundo que le rodea y con el que convive le lleva a un continuo trato de petición e intercesión con los espíritus, de ahí que haya sido tan fácil la asimilación de estos espíritus con los santos católicos en la formación de la santería y otras corrientes.
En el panteón vudú el dios principal es un dios padre-madre andrógino, el dios creador de todo, que tiene por debajo de sí multitud de dioses menores pero muy poderosos llamados loas (orishas para los yorubas y la santería).
Mawu, o Nana Buluku
El dios creador es Mawu, o Nana Buluku y sus dioses hijos son los encargados de los distintos lugares y territorios así como de las distintas expresiones naturales: animales, mares, ríos, bosques, etc.
El dios creador andrógino tiene dos manifestaciones o expresiones: como Mawu es el aspecto femenino, y es la Luna, mientras que como masculinidad se asocia al Sol y se le denomina Lisa.
A veces ambas expresiones son recogidas en algunas tradiciones como los hijos gemelos del dios creador.
Legba
Otro dios, hijo del creador, es Legba, que actúa como intermediario entre los demás dioses hermanos suyos y el dios creador padre-madre. Legba a veces es presentado como un joven pero en Haití tiene aspecto de anciano.
Mami Wata
Otro dios importante es Mami Wata, encargado de las aguas, o Gu, que regula el hierro y las armas, Sakpata, el encargado de las enfermedades, o Eshu el mensajero entre los dioses y los hombres, mantenedor de las relaciones entre ambos mundos, y por lo tanto el dios que regula el orden y la paz.
Guinee o Guinea
El paraíso se denomina Guinee o Guinea, lugar donde moran los dioses, y al cual al morir la persona irá tras pasar por el último cruce de caminos, donde el dios Guede habrá de dar o no paso al fallecido.
Sacerdotes vudú
Los sacerdotes vudú se denominan houngan (si es hombre) o mambo (si es mujer), y practican sus creencias en sus templos llamados hounfour.
Un bokor es una hechicero que sirve a los loas con las dos manos, es decir, que practica tanto la magia denominada blanca (para sanar y como protección), como la negra (para hacer enfermar, dañar o dar muerte).
Los dioses Loas
En sus celebraciones, donde intervienen los dioses loas, éstos llegan a poseer a los participantes, manifestando así su presencia, que puede ser calmada o más agresiva, según el carácter propio del loa que posea al celebrante.
En tanto que en todo está lo divino, los rituales vudú están llenos de elementos naturales, plantas y animales, incluso con sacrificios animales como oblación a los dioses, y así es su acontecer cotidiano, en la salud, en la enfermedad, la vida y la muerte.
Los fetiches o talismanes vudú son o bien estatuas o partes de animales que han sido secadas y que protegen y ayudan en casos de necesidad, enfermedad, heridas, o para mantener la salud y el vigor.
Los brujos del vudú (bokor) dicen ser capaces de hacer hechizos contra enemigos para cumplir una venganza, pidiendo a los espíritus que sobre una persona o un grupo caiga la desgracia, el dolor, el daño o la muerte.
Ética
Recordemos que las bases del animismo son el naturalismo y el tribalismo. Es por ello que desde su teología y su panteón de dioses y espíritus subordinados al dios padre o supremo, su mundo de los antepasados o ancestros, con características mágicas y divinas también y en conexión con la familia.
Toda la variedad de curanderos, adivinos, médiums, sacerdotes, hechiceros y brujos, unido a la unidad de vida entre lo natural y lo sobrenatural, con apena línea divisoria, podemos hablar de su código moral. Es por lo tanto con sus bases religiosas como se puede entender su ética, la ética del vudú.
La expresión ética de los vuduístas se manifiesta con reglas morales para mantener la comunidad, una ética comunitaria de honra y deshonra, generosidad y codicia, ayuda y solidaridad.
Se castiga la difamación, denigrar a la propia familia, al clan, robar la mujer de otro o impedir injustamente a alguien cultivar la tierra, entre otros aspectos, siempre ligados a la naturaleza, la tribu y la unidad terrestre-celeste.
Antropología
Las partes fundamentales del hombre dentro del vudú haitiano (por nombrar uno de ellos) son el “corps cadavre” que es el cuerpo en sí, la sangre y la carne.
El “n´âme”, que es el espíritu de la carne, de tal forma que permanece cuando el hombre muere, dando aún forma a su cuerpo, y que irá deshaciéndose conforme se pudre y pasa a la tierra.
Otro componente es el “z´etoile” o espíritu, que no reside curiosamente en el hombre sino en el cielo, siendo algo así como la estrella que alumbra y marca su destino; finalmente están el “ti bon ange” o pequeño buen ángel, y el “gros bon ange” o gran buen ángel.
Gros bon ange
El “gros bon ange” lo tienen todos los seres que sienten y se adquiere en el momento de la concepción, pasando en el momento de la muerte a dios creador como una energía indiferenciada.
Ti bon ange
En cambio, el “ti bon ange”, el pequeño buen ángel, es propio de cada uno, recoge nuestros conocimientos, acumula nuestras experiencias, es lo que modela nuestro carácter y forma de ser, y durante el sueño sale de nuestro cuerpo vagando y tomando contacto con espíritus, con antepasados, o viajando a distintos lugares.
También en un susto grande puede saltar del cuerpo y luego volver a él, y puede ser el objetivo de los hechiceros de magia negra que intenten robarlo o poseerlo.
Dioses y Santos de la Santería