Es poco conocido el denominado “Rosario de San Miguel o Corona Angélica”, a pesar de que ya en fecha 8 de agosto de 1851, fuese favorecido por el Papa Pío IX con algunas indulgencias.
Corona San Miguel Arcángel
En una aparición a la ilustre sierva de Dios, Antonia d´Astonaco en Portugal pidió el Arcángel San Miguel que se compusieran en su honor nueve salutaciones, correspondientes a los nueve coros de los Ángeles, las cuales consistieran cada una en la recitación de un Padrenuestro y tres Avemarías.
Prometió el glorioso Arcángel que quien le honrase de esta manera antes de la Sagrada Comunión, sería acompañado a la Sagrada Mesa por un ángel de cada uno de los nueve coros.
Nueve salutaciones
Y quienes rezasen todos los días estas nueve salutaciones, les prometió además su asistencia y la de los santos ángeles durante su vida y que después de la muerte los libraría del Purgatorio a ellos y a sus allegados
- Por la intercesión de San Miguel y del celestial coro de los Serafines, el Señor nos haga dignos del fuego de una perfecta caridad. (Padrenuestro y tres Avemarías).
- Por la intercesión de San Miguel y del celestial coro de los Querubines, el Señor nos conceda la gracia de caminar por la senda de la perfección cristiana. (Padrenuestro y tres Avemarías).
- Por la intercesión de San Miguel y del celestial coro de los Tronos, el Señor nos conceda el espíritu de una verdadera humildad. (Padrenuestro y tres Avemarías).
- Por la intercesión de San Miguel Arcángel y del celestial coro de las Dominaciones, el Señor nos otorgue la gracia de podernos dominar en nuestros sentidos. (Padrenuestro y tres Avemarías).
- Por la intercesión de San Miguel y del celestial coro de las Potestades, el Señor nos guarde de los engaños y tentaciones del demonio. (Padrenuestro y tres Avemarías).
- Por la intercesión de San Miguel y el celestial coro de la s Virtudes, el Señor nos conceda el no ser vencidos en el peligroso combate de las tentaciones. (Padrenuestro y tres Avemarías).
- Por la intercesión de San Miguel y del celestial coro de los Principados, el Señor nos otorgue el espíritu de una verdadera y sincera obediencia. (Padrenuestro y tres Avemarías).
- Por la intercesión de San Miguel y el celestial coro de los Arcángeles, el Señor nos conceda el don de la perseverancia en la fe y en las buenas obras. (Padrenuestro y tres Avemarías).
- Por la intercesión de San Miguel y del celestial coro de los Ángeles, el Señor nos conceda que estos espíritus bienaventurados nos guarden siempre, y principalmente en la hora de nuestra muerte. (Padrenuestro y tres Avemarías).
Antífona
Gloriosísimo San Miguel Arcángel, el primero entre todos los Ángeles, defensor de las almas, vencedor del demonio, que estás junto a la gloria de Dios y después de nuestro Señor Jesucristo eres admirable protector nuestro, dotado de sobrehumana excelencia y fortaleza.
Dígnate alcanzarnos de Dios el vernos libres de todos los males y ayúdanos a ser fieles cada día en el servicio del Creador.
V/ Ruega por nosotros, oh Bienaventurado San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Cristo.
R/ Para que seamos dignos de las divinas promesas.
Oración
Omnipotente y Eterno Dios, que por un prodigio de tu bondad y misericordia elegiste para príncipe de tu Iglesia al gloriosísimo Arcángel San Miguel en pro de la salvación de las almas, te rogamos nos hagas dignos de vernos libres, por su benéfica protección, de todos nuestros enemigos, de modo que ninguno de ellos pueda molestarnos en la hora de nuestra muerte, sino que nos sea concedido que el mismo Arcángel nos conduzca a la presencia de tu excelsa y divina Majestad.
Por los méritos de Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria a los Ángeles custodios de las personas a las que hayamos ofendido o escandalizado).
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Compilado por: José Gálvez Krüger | Director de la Revista de Humanidades “Studia Limensia” Vía » aciprensa.com