A finales del 2019 había grandes expectativas con los efectos que podría causar la gran conjunción de Saturno y Plutón, la cual anunciaba un año 2020 fuera de lo común, un año que podría marcar un hito histórico en la humanidad.
Efectos de conjunción de Saturno y Plutón
Esta conjunción se dio de manera exacta el 12 de enero pasado. Las fechas en que ocurren conjunciones como ésta, son una referencia, pero no indican el momento exacto de algún acontecimiento.
Generalmente las conjunciones y otros aspectos entre planetas lentos causan efectos a largo plazo y de forma sostenida, es decir, como procesos, más que como hechos puntuales. Los efectos pueden sentirse meses antes y meses después de la fecha de referencia.
Cuando ocurrió esta última conjunción entre Saturno y Plutón en el signo de Capricornio, ya se había manifestado en China el caso del Coronavirus, y poco después de la conjunción fue declarado como una pandemia.
Pandemia desde la perspectiva de la conjunción entre Saturno y Plutón
Analicemos ahora el efecto que esta pandemia ha traído desde la perspectiva de esta conjunción entre Saturno y Plutón.
Dicha conjunción ocurrió en Capricornio, signo que tiene que ver con estructuras, metodología, organización, trabajo, y Saturno, es el astro que rige a este signo y por tanto, también tiene que ver con el orden establecido.
Plutón es el planeta de las grandes transformaciones, es el “destructor”, que precisamente acaba con las viejas estructuras, para abrirle camino a que se construya lo nuevo. Plutón destruye y luego regenera, y Saturno, que representa lo edificado, también mueve a la reconstrucción, cuando ya lo viejo se ha desmoronado.
Coletazo final
Por eso, más allá del hecho puntual de la pandemia, es importante ver lo que está ocurriendo en sincronía con los efectos de esta conjunción, cuyos efectos se mantienen y se sentirán más cuando Saturno en retroceso regrese a Capricornio y se acerque de nuevo a Plutón, aunque sin llegar a tocarlo; será un “coletazo” final.
Muchas estructuras se han desmoronado, tanto en lo individual como colectivo: estilos de vida, hábitos y rutinas; horarios y modos de trabajar, relaciones personales, modos de pensar; y otras están en proceso de desmoronamiento, tales como sistemas económicos y modelos políticos, instituciones, organismos multilaterales, etc.
Estamos en un proceso de desmoronamiento global de todo tipo de estructuras, que sin duda nos llevará a edificar lo nuevo, que ya está anunciado astrológicamente para fines de este año y principios de 2021, con la gran conjunción que se producirá entre Júpiter y Saturno en Acuario, indicio de una verdadera nueva era para la humanidad.
Mirando al pasado
En 1914 hubo una conjunción de Saturno y Plutón en Cáncer, y coincidió con el estallido de la primera guerra mundial.
En 1947 ocurrió una nueva conjunción de Saturno y Plutón, esa vez en Leo, y como consecuencia más visible se dio la independencia de la India y la creación del estado de Israel, que se dio al año siguiente todavía bajo esa conjunción.
1947
Aparentemente en 1947, no pasó nada tan relevante como para considerarlo un cambio a nivel mundial, pero si profundizamos, podemos ver que esta conjunción sí marcó un hito importante en esa época; por lo menos así lo sostiene la escritora y periodista sueca Elisabeth Asbrink, quien escribió el libro “1947, el año en que todo empezó”.
Aquí les dejo fragmentos de una reseña de Rubén Aguilar sobre el libro de Asbrink, que si bien no aborda ni conoce el tema de la conjunción Saturno-Plutón de aquel entonces, describe todos los hechos que la llevan a afirmar que en 1947 “todo comenzó”, muy acorde con el renacimiento que anuncia esta conjunción, luego del período destructor que se vivió con la segunda guerra mundial. Veamos.
1947, el año en que todo empezó
La escritora y periodista sueca Elisabeth Åsbrink (1965) escribe 1947, el año en que todo empezó (Turner, 2018), que es un reportaje de gran calidad literaria.
Reconstruye lo que fue ese año, mes a mes, a partir de ir colocando cada pieza como se hace con los rompecabezas de miles de unidades.
La autora trata de probar que el hoy que ahora vivimos empezó en 1947. Y ese año es clave para entender lo que ocurrió después. Lo que sucede ahora.
El rompecabezas está construido con acontecimientos, grandes y pequeños, y la historia de personas conocidas y otras que nadie sabe de ellas. La colocación de esas piezas da forma a la historia.
En 1945 la Alemania nazi se rinde y acaba la II Guerra Mundial, pero formalmente la capitulación se firma en febrero de 1947.
La guerra queda atrás. Surge un nuevo mundo. Nace entonces la Guerra Fría entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Cada una de las dos grandes potencias mundiales juega a favor de sus intereses.
La independencia de la India y la partición de la colonia inglesa en dos países, la India y Paquistán, ocurre en 1947. También en ese año se elabora la Carta de los Derechos Humanos.
Los fascistas alemanes y de otros países europeos se organizan y con pasaportes falsos logran que los nazis, responsables de crímenes de lesa humanidad, vayan a vivir a Argentina y otros países de América Latina.
Es el año de los juicios de Nuremberg y también cuando por primera vez se utiliza la palabra genocidio, para calificar lo que sucedió con los judíos.
Los judíos sobrevivientes al holocausto están desconcertados ¿qué hacer y a dónde ir? Estados Unidos y la Gran Bretaña les cierran las puertas.
El sionismo recluta y organiza a los judíos que quieran ir a vivir en la colonia inglesa de Palestina. De manera ilegal ingresan al territorio y se asientan en él. En la ONU se discute qué hacer con Palestina y finalmente se decide la partición del territorio y la creación del Estado de Israel y de Palestina.
Se fundan los Hermanos Musulmanes en Egipto, que por primera vez plantean la yihad, para expulsar a los judíos de Palestina.
Pedro González Silva