Hablaba con seres, luego me enteré que se llamaban espíritus. Curaba con plantas y flores, luego me enteré que se llamaba naturopatía. Decía cosas intuitivas y ocurrían, luego me enteré que se llamaba videncia. Mis manos emitían amor que curaba, luego me enteré que se llamaba Reiki.
Conectar con mi intuición
Acompañé a mamás en sus 9 lunas, luego me enteré que se llaman Doulas.
Acompañé a mis hermanos en viajes oníricos, luego me enteré que les llamaban Chamanes.
Entonces pensé y dije que aprendería más si me formo en serio sobre espíritus, naturopatía, videncia, Reiki, Chamanes.
Y dejé de saber hablar con espíritus, dejé de saber curar con plantas y flores, dejé de conectar con mi intuición. Dejaron mis manos de dar calor, y dejé de saber acompañar mamás.
Me sentí triste, vacía, cuando más “aprendía” más me perdía. Así que dejé de aprender lo que otros entendían con otros nombres, deje de buscar fuera lo que yo ya poseía adentro.
Y ocurrió magia
Y volví a hablar con espíritus, a curar con plantas y flores, a conectar con mi intuición, a dar calor con mis manos, y a acompañar libremente.
La esencia es algo que siempre ha estado ahí contigo, así que si quieres vivir una vida con significado ha llegado la hora de que se manifieste.