Vivir mejor controlando tus estados de ánimo

Vivir mejor controlando tus estados de ánimo, InfoMistico.com

Existe una ley muy sencilla y básica en esta vida que lamentablemente la inmensa mayoría desconoce o simplemente ignora, esta ley dice Al que se siente bien, le va bien; al que se siente mal, le va mal.

Cómo vivir mejor controlando tus estados de ánimo

Son muchos los que ni siquiera se dan cuenta si se sienten bien o mal, porque quizá, se acostumbraron a sentirse mal y consideran a ese estado de ánimo como algo natural o normal ya que solo se sienten bien en circunstancias especiales, tales como: fiestas, paseos, comidas, etc.

Me gustaría que aprendieran que esto es totalmente al revés, la norma debería ser sentirse bien y el sentirse mal queda para momentos extraordinarios, donde circunstancias externas, sobre las cuales no tienes control te provocan esos sentimientos de rabia, ansiedad o impaciencia, a los cuales muchos están acostumbrados.

Controlar tu estado anímico

La idea es que aprendas a controlar tu estado anímico y cuando lo logres empezaras a disfrutar de todo; disfrutarás de sentir las cosas que están a punto de suceder, de ver como las circunstancias comienzan a encajar y te encantará presenciar la manifestación de tus deseos en tu mundo real; veras como “caen de cielo”.

Pero para que todo ello ocurra debes aprender a controlar tus estados de ánimo. Con esto no me refiero a reprimir las emociones negativas, ni a negarlas; esto te podría causar una enfermedad.

Con controlar los estados de ánimo, me refiero a adquirir el hábito de cambiar casi de inmediato cualquier percepción que tengas sobre algo, que este generando ese estado de ánimo.

Recuerda que nada es doloroso o molesto por sí mismo, el dolor o la molestia es producto de la percepción que tu tienes sobre ese algo que te está molestando, si cambias la percepción o mejor dicho, tu punto de vista sobre el hecho, el dolor o la molestia desaparecerán.

No reprimas tus emociones negativas

Así que no reprimas tus emociones negativas, cambia el punto de vista que las produjo, ve la otra cara de la moneda, ábrete a otras posibilidades sobre ese hecho o circunstancia y de esa manera, habrás aprendido a controlar tus estados de ánimo y a partir de ese momento todo será disfrute. Tu vida será fácil, abundante y feliz.

Inténtalo, quizá no sea tan difícil, es más, me atrevo a decirte que es muy fácil, solo se necesita practica, empezarlo a hacer y persistir en ello.

Yo sé que muchos de los que están leyendo este articulo estarán pensando que su percepción o punto de vista sobre un hecho, es como es, es la única realidad, pero yo les digo que no, todo es relativo y tiene muchos puntos de vista, es como el famoso ejemplo del vaso con agua hasta la mitad, te puedes preguntar:

¿Está medio lleno o medio vacío?

El vaso esta medio lleno pero también esta medio vacío

Las dos respuestas son correctas, el vaso esta medio lleno pero también esta medio vacío; son dos respuestas certeras y antagónicas a una misma realidad, pero tú tienes el poder de elegir cuál de ellas prefieres, si ves el vaso medio lleno, sentirás que tienes agua. Si ves el vaso medio vacío, sentirás que te falta agua.

Lo que tú sientes no es producto de lo que tu vives, lo que tú sientes es producto de lo que tú piensas sobre lo que tu vives y cambiar ese pensamiento o percepción es muy fácil, de esa manera, siempre te sentirás bien y recuerda lo que ya te mencione antes, “Al que se siente bien, le va bien; al que se siente mal, le va mal”.

Inténtalo, solo por una semana, a partir de ahora y durante toda esta semana, haremos lo que tengamos que hacer para sentirnos bien, comprobaras que es fácil, agradable y que repentinamente muchas puertas se abrirán para ti, solo inténtalo durante esta semana.

Lamentablemente cuando nos enseñaron la supervivencia de los más aptos, el éxito de los más competitivos y los triunfos de los más persistentes, se les olvido enseñarnos la facilidad de los que mejor se sienten. Haz tu vida fácil, eso depende solo de cómo te sientes.

Liberarse de actitudes tóxicas

Alfonso León y Francisco Giménez