El V Centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús se acercaba y era importante conocer a esta gran mujer de Ávila. Para presentarla, se han recopilado algunos testimonios de personas que la conocieron en persona o a través de sus escritos.
Conoce la vida de Santa Teresa de Jesús en su V Centenario
Aunque para conocer a alguien realmente es necesario ver y escuchar en primera persona, estos testimonios nos dan una idea bastante aceptable de quién era santa Teresa.
Maria de San José, la priora culta del Carmelo de Sevilla, predilecta de la santa por tantos motivos, describe en su Libro de Recreaciones cómo era santa Teresa.
Era una buena discernidora de tiempos y lugares, tenía un saber estar envidiable y sus ojos siempre estaban puestos en el cielo pero sus pies estaban firmemente plantados en la tierra. A pesar de sus raptos místicos sublimes, Teresa vivía en la realidad del presente y logró realizar la admirable reforma del Carmelo.
Alguien la llamó «Teresa la de la gran cabeza», destacando su gran capacidad para organizar, su enorme sentido común, su tacto y su inteligencia. Pero sobre todo, Teresa tenía las dotes de una madre.
Como dijo Alberto Campos, «Teresa de Jesús será, para todos, sencillamente la Madre: madre de sus ovejas, de sus monjas, de sus pobrecitas… de su gran familia descalza».
Santa Teresa de Jesús fue una mujer excepcional con una gran capacidad de liderazgo y organización, pero también tenía un corazón maternal y amoroso.
Sus raptos místicos no le impidieron vivir en el presente y llevar a cabo su importante obra de reforma del Carmelo. Su legado sigue vivo y su figura sigue siendo inspiradora para muchos.
El encanto personal de Teresa de Jesús y su capacidad para atraer a la virtud
La maternidad y el amor son sin duda inseparables. Como dijo la sabia santa, amar significa perseverar con gozo y paz en medio de las adversidades. Solo hay una mujer que supo amar con mayor intensidad que Teresa de Jesús, la propia madre de Cristo, según la escritora Mercedes Salisachs.
Teresa poseía un encanto personal que irradiaba a su alrededor. Su simpatía, alegría contagiosa, y gracia especial para hablar, hacían que la gente disfrutara de su compañía.
El Licenciado Aguiar, médico que la atendió en Burgos, afirmó que la Santa Madre tenía una divinidad consigo misma. Las horas pasaban sin que nadie lo notara, y la gente esperaba con ilusión el día siguiente, pues su habla era muy graciosa y su conversación, suavísima, cuerda y llana.
Una de las muchas gracias que Teresa poseía era su capacidad para atraer a la gente hacia ella y hacia la virtud. Parecía tener el timón en la mano para mover los corazones, incluso los más precipitados, y guiarlos por el camino correcto.
En definitiva, su amor por la humanidad se manifestaba en cada uno de sus gestos y en cada palabra que pronunciaba. Como la madre de Cristo, su amor era incondicional e intenso, y su ejemplo continúa inspirando a la gente hasta el día de hoy.
Santidad y devoción: la vida de Santa Teresa de Jesús y su influencia en la historia
Había una monja en la Encarnación que sutilmente expresaba que Teresa poseía la propiedad de la seda dorada. Era capaz de combinar con cualquier matiz y se adaptaba a las condiciones de todos para conquistarlos. Fray Luis de León la describió como «la piedra imán que atrae a todos».
Teresa era, sin duda, una mujer divina. Admiramos su sentido de Dios y su capacidad para enseñar a orar a todos los que la rodeaban. Su inspiración para hablar y escribir sobre los misterios más profundos del alma humana la convierte en una verdadera maestra. Su santidad se compone de fortaleza, humildad y amor.
En el día de hoy, honramos a Teresa no solo como una santa, sino como una mujer mística, maestra y fundadora. Enrique de Ossó, un personaje ilustre de la época, sentía gran devoción y amor por Teresa de Jesús.
La llamaba «robadora de corazones» y la definía como «la amada de mi corazón». Para Ossó, Santa Teresa de Jesús hacía que la virtud pareciera amable y encendía en las almas el espíritu de fe y amor por Dios.
Con información de Salaman Cartval Dia
Descubre la historia de Santa Teresa de Jesús, la primera mujer doctora de la Iglesia
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