Carnaval y fiestas del Diablo Riosucio en Caldas

Carnaval y fiestas del Diablo Riosucio en Caldas, InfoMistico.com

El Carnaval de Riosucio, conocido como el Carnaval del Diablo, es una de las celebraciones más icónicas y arraigadas de la cultura colombiana. Su origen se remonta al año 1847, en un contexto donde la fusión cultural y la búsqueda de la paz entre dos comunidades distintas marcaron el inicio de esta festividad.

Orígenes y significado del carnaval del diablo Riosucio

En aquel entonces, los habitantes de Real Minas de Quiebralomo y La Montaña, enfrentados por disputas territoriales, encontraron en la celebración de los Reyes Magos un punto de encuentro y reconciliación. Este acto de unión no solo disolvió las barreras físicas y sociales entre ambos pueblos, sino que también sentó las bases para lo que hoy conocemos como el Carnaval de Riosucio.

Este evento, que se celebra cada dos años en el primer fin de semana de cada año impar, es una expresión viva de la diversidad y riqueza cultural de la región. A través de sus rituales, danzas y música, el carnaval no solo celebra la herencia indígena, africana y española, sino que también se convierte en un símbolo de identidad y orgullo para los riosuceños.

La figura del diablo en el Carnaval

Una de las características más distintivas del Carnaval de Riosucio es la representación del diablo, que se ha convertido en un símbolo emblemático de esta festividad.

Desde 1915, el diablo no solo es una esfinge que preside el carnaval, es también una manifestación de la mezcla cultural que caracteriza a Riosucio. Este diablo mestizo, resultado de la fusión de las tradiciones africanas, españolas e indígenas, refleja la complejidad y riqueza de la cultura local.

Los matachines, artistas y artesanos del carnaval, son los responsables de dar vida a esta figura. A través de máscaras hechas con vejigas de toro y atuendos coloridos, estos personajes recrean las antiguas «diversiones matachinescas», donde el humor y la crítica social se entrelazan.

Estos actores no solo persiguen a los asistentes con látigos para provocar risas y sustos, sino que también utilizan sus textos y canciones para comentar sobre temas actuales y locales, como la corrupción política y las escenas cotidianas de la vida riosuceña.

La presencia del diablo en el carnaval no es solo un acto de entretenimiento; del mismo modo, es un momento de reflexión y crítica social, manteniendo viva la tradición de usar el humor y la sátira como herramientas de expresión cultural.

Desfile y tradiciones: El corazón del Carnaval

El Carnaval de Riosucio alcanza su clímax durante el desfile central, donde la figura del diablo de más de cuatro metros de altura es revelada ante la comunidad y los visitantes.

Este momento, que ocurre el sábado a las 7:00 p.m., es el inicio de una serie de celebraciones que duran hasta casi la medianoche. Durante este tiempo, el diablo recorre las calles de Riosucio, desde el Parque La Candelaria hasta el Parque San Sebastián, en un espectáculo de música, baile y alegría colectiva.

Este desfile no es solo una muestra de creatividad y arte; es también una manifestación de la unidad y el espíritu festivo de los riosuceños. Las cuadrillas infantiles, encargadas de dar inicio a las festividades desde la tarde, son una prueba del profundo arraigo del carnaval en las nuevas generaciones.

Estos jóvenes danzantes son el semillero de la tradición, demostrando que el amor por el carnaval fluye en las venas de los habitantes de esta región.

Las actividades del carnaval incluyen tablados en el Parque La Candelaria, donde se realizan presentaciones musicales y danzas tradicionales. Este espacio alterno sirve para que diferentes expresiones artísticas tengan lugar, enriqueciendo la experiencia de todos los asistentes.

El final del Carnaval y la promesa de un nuevo comienzo

El cierre del Carnaval de Riosucio es tan significativo como su apertura. El miércoles a la medianoche, tras días de celebración intensa, la comunidad se reúne para despedir al diablo en un ritual cargado de simbolismo.

Una réplica reducida de la figura principal, llena de pólvora, se incinera en el parque central marcando el cierre del carnaval. Este evento simboliza la despedida de la festividad y la continuidad del diablo y la alegría que aporta, que no perecen, sino que se retiran temporalmente para resurgir en la siguiente celebración.

Esta tradición refleja la profunda conexión entre los riosuceños y su carnaval, una época en la que la vida cotidiana se transforma y se llena de color, música y danza. La quema del diablo es un momento emotivo que marca el inicio de un periodo de espera de 725 días, durante los cuales la comunidad vive con la anticipación y el deseo de que llegue la próxima edición del carnaval.

Este ciclo continuo de celebración y renovación es una metáfora de la resilencia y el espíritu vibrante de Riosucio, un pueblo que, a través de su carnaval, enseña al mundo la riqueza de su cultura y la fortaleza de sus tradiciones.

El Carnaval de Riosucio: Un legado vivo

Este carnaval, con sus rituales, desfiles y la figura central del diablo, preserva el legado de las generaciones pasadas. A su vez, prepara el camino para las futuras, asegurando que la esencia de Riosucio y su gente se mantenga viva y floreciente.

Cada edición del Carnaval del Diablo es un recordatorio de que la cultura y la tradición son pilares fundamentales en la construcción de la identidad de un pueblo. Riosucio, con su carnaval, demuestra cómo la alegría, el arte y la crítica social pueden convivir en un espacio de celebración que une a todos, independientemente de su origen o creencias.


Al concluir el Carnaval de Riosucio, la comunidad se despide de su majestuosa festividad y renueva la promesa de su regreso. La quema del diablo simboliza un nuevo comienzo, manteniendo viva la esperanza y la cultura vibrante de Riosucio hasta la próxima celebración.