A veces pareciera que la única manera de lograr que nuestros hijos hagan sus deberes y se porten bien es levantándoles la voz. Pues no es cierto. La escritora Ana Flores, de la página web, conversó con Amy McCready, autora del libro Si te lo tengo que decir una vez más…
¿Cansados de gritar para que tus hijos se porten bien?
El programa revolucionario que consigue que tus hijos escuchen sin regañarlos, insistiendo o gritando. Estos consejos extraídos de esa conversación te ayudarán a que tus hijos te hagan caso, sin aumentar los decibeles de tu voz.
Ten momentos a solas con los niños a diario
Este es el consejo más importante para los padres. Los niños necesitan una conexión emocional con sus padres y su atención todos los días y, si esto no sucede, las consecuencias y otras herramientas de disciplina no será eficaces.
Tan solo 10-15 minutos de tiempo de calidad a solas con cada uno de tus hijos, una o dos veces al día, van a hacer maravillas en el comportamiento de los chicos.
Todos contribuyen en casa
Todos los hijos, niños pequeños y adolescentes, deben ser responsables en sus hogares de pequeñas labores a diario. Cuando se espera que los hijos contribuyan en casa, ellos podrán desarrollar habilidades importantes para la vida y se fomentará el trabajo en equipo en la familia.
Sé disciplinado a la hora de acostar a tus hijos
La mayoría de los niños pequeños y adolescentes duermen mucho menos de lo que sus cuerpos en crecimiento necesitan. Consulta a tu pediatra acerca de las horas de sueño que los chicos necesitan por edad y ajusta la hora de acostar 10 minutos antes, cada pocas noches. ¡Un niño bien descansado es un niño bien educado!
Entrenamiento, más que castigo
Forzar a un niño a ir a su habitación o la ‘silla de castigo’ por un período de tiempo determinado porque se portó mal, no le enseñará a hacer una mejor elección la próxima vez. En lugar de ello, pregúntate “¿qué puedo hacer para que mi hijo elija mejor en el futuro?”
Céntrate en la formación de su carácter en lugar de castigarlo, así obtendrás mejores resultados.
No seas juez y jurado en las peleas de tus hijos
Los padres intensifican la rivalidad entre hermanos cuando intervienen para determinar quién tiene la culpa y quién debe recibir un castigo. Tomar partido crea un ganador y un perdedor y enciende la competencia entre hermanos.
También priva a los niños de la valiosa oportunidad de resolver el conflicto por sí mismos. No haga caso de las disputas entre tus hijos siempre que sea posible y, si es necesario intervenir, simplemente diles:
“No estoy preocupado por quién empezó, yo estoy aquí para ayudarle a llegar a una solución. ¿Qué ideas tienen ustedes para resolver este problema?”
Sé claro y simple con las reglas de tu familia
Reduce la cantidad de reglas de la familia a un puñado de las más importantes. A continuación, asigna las consecuencias de no respetarlas y advierte a tus hijos con antelación.
Permanece firme. Por ejemplo, recuerda a los niños que el acceso a la tecnología es un privilegio, no un derecho, y sé muy claro acerca de las reglas de uso para un smartphone o la computadora.
Si no están dispuestos a seguir las reglas de la familia sobre la tecnología, vienen las consecuencias, que podrían ser unos días sin acceso a la computadora para el ocio, por ejemplo.
Sé una mamá o papá que diga sí
Los niños nos escuchan decir ‘no’ demasiadas veces y eso los hace sentir resentidos. Encuentra oportunidades para decirles “sí” cuando normalmente dirías “no”.
Cuando tu hijo te pida ir al parque después de la escuela y sabes que no tienes tiempo, dile “sí” en su lugar: “El parque es una buena idea ¿Te gustaría ir este viernes después del colegio o en la mañana del sábado?”.
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