El sueño tiene muchas funciones, especialmente cuando estamos completamente descansados y dormimos bien. Nos ayuda en muchos aspectos como regenerar tejidos, permitiendo regenerar zonas desgastadas por el esfuerzo diario, despejando la mente, acumulando energía, pero también actúa como liberador de tensiones para liberar el estrés.
Bruxismo según Biodescodificación — Conflictos Emocionales
Estas tensiones surgen de conflictos que no podemos resolverse si fuésemos conscientes de ellos.
Cuando estamos despiertos, controlamos todo lo que decimos o hacemos, y tenemos que desconectarnos del control mental para liberar lo que está atascado en una boca cerrada porque no podemos decir o hacer lo que sea necesario para nuestras almas.
Rechinar los dientes por la noche
Sabemos lo poco que dormimos y por eso muchas personas no saben que rechinan los dientes por la noche. El estrés y la abrasión de rechinar los dientes es aproximadamente cuarenta veces más fuerte que masticar.
Este síntoma se produce de forma no intencionada y tiene consecuencias muy evidentes:
- Desgaste de algunos o daño permanente de los dientes.
- Dolor o sensación muscular en la cara.
- Cefalea o dolor de oído.
- Tensión en la articulación maxilar.
- Inflamación de la mandíbula y/o encías.
- Sensibilidad dental a alimentos fríos o calientes.
- Distensión del cuello.
- Fatiga por sueño ineficiente.
Orígenes y conflictos biológicos del Bruxismo
Tengamos en cuenta que ocurre en niños/as o en adultos y que el sistema sanitario nos dice que se debe a estrés, tensiones y ansiedad. Afinemos ¿Qué tipo de estrés o tensiones pueden derivar en mover los dientes de arriba sobre los de abajo? Veamos lo que dicen algunos expertos.
Generalmente, ocurre en niños o adultos y el sistema de salud nos dice que es por estrés, tensión y ansiedad. ¿Qué tipo de estrés o tensión puede hacer que los dientes superiores se muevan más que los dientes inferiores? Veamos qué dicen algunos expertos.
En un estudio realizado en Brasil con adolescentes, encontró una relación significativa con el acoso escolar. Los niños y niñas de 13 a 15 años que experimentan abuso verbal en la escuela tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar bruxismo nocturno que otros adolescentes.
Un informe realizado por el Hospital Dental Ruber de Madrid constató que el 70% de la población adulta padece este síntoma silencioso conocido como bruxismo.
Conflictos del bruxismo
El conflicto básico es la incapacidad o incapacidad (incapacidad) para decir o hacer algo necesario, como agarrar algo o defenderse de alguien, y al no poder hacerlo sentimos una fuerte decepción.
Queremos ser capaces de disfrutar de la vida que llevamos, pero algo interrumpe nuestra tranquilidad y nos desequilibra impidiendo cualquier respuesta defensiva.
- Quiero gritar lo que siento, pero no debo;
- Quiero defenderme, pero no puedo o no debo;
- Quería morder a la otra persona y lastimarlo tanto como él me lastimó a mí;
- Solo quería decir algo, pero será mejor que me calle.
Estas son solo algunas de las posibles situaciones que puede vivir una persona que mueve la boca más de lo necesario por la noche.
Abuso, maltrato y sometimiento
Aquí surge un concepto que se aplica a muchas otras situaciones (abuso, malos tratos, sumisión, etc.), que es el aprendizaje del desamparo, que es el fenómeno que se produce cuando una persona vive una situación negativa y siente que no tiene los recursos para hacerle frente.
Como resultado, comienza a pensar que nunca podrá defenderse en este tipo de situaciones, tiene baja autoestima, lenguaje negativo hacia sí mismo, hay períodos de tristeza y malestar emocional.
La persona realmente piensa, siente y cree que cualquier cosa que haga no tendrá ningún beneficio y no podrá cambiar el resultado de los eventos finales, porque lo que sucede después se debe a circunstancias que él no puede controlar.
Tensiones que necesitan soltarse
En situaciones de maltrato escolar, acoso, intimidación y otras formas de sometimiento y/o abuso de poder, existe un elemento fundamental para reducir el estrés o tensión que se produce y es el apoyo de la familia y/o red social por la que se está siendo informado.
Aquí estamos hablando de la falta de apoyo social.
Muchas veces, los niños o jóvenes que están pasando por momentos difíciles relacionados con situaciones de violencia ni siquiera lo dicen en casa, sino que se guardan su dolor como si callando pudieran silenciar lo que sienten.
Creen que no se confiará en ellos o que se los culpará por no defenderse o que sus padres simplemente creen que no se puede hacer nada ante la injusticia.
Y tal vez menos, dígalo en la escuela o coméntelo con los profesores porque tienen que estar pendientes de lo que pasa sin hacer nada, por lo que no se sienten protegidos en un sistema que prefiere mirar a otro lado y enfocarse en otros temas.
Todavía queda un largo camino por recorrer para desatar los lazos de la violencia y comenzar a unirnos con amor. Quien lo agredió, abusó de él, lo acosó, aprendió eso, lo moldeó y ciertamente lo integró en su niñez y lo normalizó hoy para no sufrir.
Si además fueran atacados entre los 7 y los 14 años, la neurobiología de la violencia se habría asentado en sus cerebros porque no había una buena conexión entre la corteza prefrontal, donde se encuentran los frenos de los impulsos, y el fundamento de ética y la moralidad.
Con la región límbica del cerebro, específicamente con la corteza y el hipocampo o la región de las neuronas que reflejan e interpretan las emociones.
Cuanto mayor es la violencia en la primera etapa de la vida, menor es la empatía y la falta de respeto por los demás, por lo que más fácilmente se inicia el comportamiento ansioso y más se inhiben sus acciones. No solo no sienten empatía, sino que disfrutan el dolor del otro.
Orientación para trabajar el bruxismo
- La primera es reconocer que hay un problema y que hay que solucionarlo.
- Observar y descubrir el lenguaje interno negativo y aprender a cambiarlo.
- Reconocer creencias, prejuicios y pensamientos poco realistas e irracionales sobre la defensa, la comunicación y/o las relaciones.
- Admitir patrones de relación aprendidos en la infancia y cambiar la programación negativa.
- Establezca y marque algunas metas y objetivos que sean fáciles de lograr y aumente a medida que se alcanza la complejidad de estas metas. Por ejemplo, empieza hablando en casa o con amigos cerca para aumentar el radio de movimiento.
- Hacer una lista de todos los logros en relaciones y situaciones personales, tanto conflictivas como favorables, que la persona haya vivido y que hayan sido fruto de su iniciativa, esfuerzo y recursos.
- Aprender a reinterpretar lo que nos sucede en función de nuestras limitaciones mentales fijas e inmutables.
Fortalecer el optimismo.
Aprender a gestionar emociones
Y por supuesto, aprende a manejar tus emociones y haz actividades que promuevan el bienestar emocional como:
- Salir a caminar al aire libre
- Respirar profundo varias veces al día
- Hacer yoga o algún otro tipo de actividad física
- Leer un libro, escuchar música que nos interese
- Bailar, dibujar un mandala o cualquier actividad que traiga paz mental y emocional.
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