La biodescodificación es una práctica que nos permite entender cómo las emociones y las experiencias no resueltas influyen en nuestra salud física y mental. Este enfoque es particularmente revelador cuando se aplica a los niños, ya que ellos, a través de sus enfermedades y síntomas, reflejan los conflictos y emociones de su entorno, especialmente los de sus padres y el clan familiar. Pero, ¿cómo funciona esto en la práctica y qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a gestionar mejor estas influencias?
Emociones familiares en la salud de los niños a través de la Biodescodificación
¿Los niños tienen conflictos inconscientes?
Definitivamente, los niños experimentan conflictos inconscientes, aunque se manifiestan de manera diferente que en los adultos.
Estos conflictos están frecuentemente relacionados con necesidades básicas insatisfechas como la alimentación, el sueño y el afecto. A medida que los niños crecen, sus necesidades se vuelven más complejas e incluyen aspectos emocionales y relacionales que pueden afectar su bienestar.
Fusión emocional con la madre
Desde la concepción hasta los 3 años, los niños viven lo que en biodescodificación se denomina proyecto sentido. Durante esta etapa se graban profundamente en ellos una serie de «programas» que determinarán aspectos importantes de su vida futura. Uno de estos aspectos es la fusión emocional con la madre, donde el niño vive intensamente las emociones maternas como si fueran propias. Esta conexión emocional se mantiene muy activa hasta los 7 años, periodo en el cual los niños son extremadamente sensibles a las dinámicas emocionales del hogar.
Ejemplos de cómo los síntomas físicos reflejan conflictos familiares
- Dolor de barriga: indicador de que la madre está enfrentando dificultades para «digerir» algún evento emocionalmente significativo.
- Bronquitis o asma: sugieren un ambiente familiar tóxico o tensiones en las relaciones cercanas.
- Otitis frecuentes: pueden ser signo de la irritación de la madre por tener que escuchar algo que le resulta desagradable.
La importancia de atender nuestras propias emociones
Es esencial que los padres sean conscientes de sus propias emociones para poder ayudar a sus hijos a estar más saludables y libres de sufrimiento. Comunicar cómo nos sentimos, buscar apoyo cuando es necesario y expresar nuestras emociones de manera saludable son pasos cruciales para mejorar no solo nuestra calidad de vida, sino también la de nuestros hijos.
En ciertos casos, los niños pueden estar manifestando conflictos que pertenecen al clan familiar más amplio. Esto es especialmente cierto en enfermedades congénitas, donde el niño podría estar intentando «reparar» algo dentro de su árbol genealógico. Investigar y trabajar con nuestro árbol genealógico puede ser fundamental para liberar tanto al niño como al clan de estos patrones dolorosos y repetitivos.
La influencia del padre en los niños según la biodescodificación
Mientras que las emociones de la madre tienen un impacto dominante en los primeros años, el padre juega un papel crucial a partir de los 7 años de edad del niño.
En esta fase, el padre ayuda al niño a disolver la fusión emocional con la madre, promoviendo la autonomía y la autorregulación emocional del niño. Este período es fundamental para enseñar al niño sobre límites, las consecuencias de nuestras acciones sobre los demás, las normas sociales, la autoridad y la sociabilidad.
La biodescodificación ofrece una perspectiva valiosa y profunda sobre cómo los niños absorben y reflejan las emociones y conflictos de sus padres y de su entorno más amplio. Comprender y aplicar los principios de la biodescodificación puede no solo mejorar la salud de los niños, sino también ofrecer una oportunidad de crecimiento y sanación para toda la familia.
