Hoy hablaremos del útero, el órgano simbólico y vital para la reproducción humana y mamífera. El útero básicamente tiene un cuerpo, fondo, cuello uterino que podemos decir como una boca.
Biodescodificación del útero — Conflictos emocionales que los afectan
El útero mide unos 7,5 cm de largo, y 5 cm de ancho y unos 2,5 cm de grosor, está hecho de tejido elástico, lo que le permite expandirse durante el embarazo. Su función, almacenar el óvulo fecundado y promover el perfecto y seguro desarrollo del feto.
En el útero existe la zona interior que lo conecta con las trompas de Falopio y la zona exterior que lo conecta con la vagina. Pero eso no es todo, el útero se subdivide a su vez en capas.
Perimetrio
Es la parte superior trasera del útero, en la “espalda superior del útero” y el tejido flácido y blando, que se extiende por los costados del mismo, son llamados “parametrios”.
Miometrio
Está formado principalmente por tejido muscular liso que se localiza por dentro del útero y en caso de salirse al exterior del útero y combinarse con el tejido externo, puede provocar un engrosamiento del mismo útero, denominándose esto: adenomiosis.
Endometrio
Capa mucosa que se renueva en cada ciclo menstrual si no hay fecundación. Es la porción de tejido que, en el caso de no existir embarazo, se desintegra en la menstruación.
Útero es casa
Apréndanse esta simple y sencilla frase, porque ella será la que nos dé la pista primordial en cualquier problema en el útero.
ÚTERO ES CASA. Bien, muy fácil… Pero, ¿por qué?
Nuestro cerebro entiende, sabe y comprende, que el útero es el que alojará, dará cobijo, cuidará y protegerá a ese nuevo ser que vendrá algún día en camino.
“Es la casa de los hijos”
La primera casa de cualquier hijo. Nuestra primera casa. Y toda la conflictología ocurrida con el útero, siempre tendrá relación con la palabra casa.
- Lo que ocurre en casa
- Lo que falta en casa
- Lo que odio en casa
- Lo que me hace falta en casa
- La casa que no tengo
- La casa que añoro
- La casa que me han quitado
- La casa que me han invadido
- La casa que se rompe a pedazos
- La casa que no consigo
- Las personas que viven en casa
- Los que se han ido de casa
- Los que han llegado a casa
- Las relaciones entre los miembros de la casa
- Etc.
Todo, todo, todo, lo que tenga que ver real y simbólicamente, con casa, MI CASA.
El cerebro inconsciente, biológico, animal, básico y arcaico, lleva generaciones y generaciones humanas y animales, sabiendo que su útero es “casa”. En el primer momento, en el que yo como mujer viva una emoción relacionada con “casa”, mi cerebro entenderá “útero”.
Con esa información básica, podemos solucionar cualquier problema en el útero, porque en cuando “descubramos” lo ocurrido en casa o con la casa, encontraremos los cambios que debemos hacer para sanar nuestro útero.
Los detalles
Supongamos que yo vivo mi vida muy feliz, que disfruto de todo y que un día determinado, al ir al médico, este me dice que tengo algo en el ENDOMETRIO.
Ya sea que me diagnostique una endometriosis, de una hiperplasia, o que se le ocurra decirme que tengo un prolapso, la verdad da lo mismo, porque finalmente, los conflictos emocionales que hayan producido CUALQUIER DIAGNÓSTICO en mi útero, estarán relacionados con mi “casa”.
Cuando yo presento cualquier síntoma en el útero
Deberé revisar cuál de las siguientes emociones, vivencias emocionales, situaciones emocionales he vivido recientemente o bien, vivo a diario actualmente que he sido diagnosticada:
- Considero que mi familia no es una familia normal (en el ámbito familia, reproducción, sexualidad).
- En la familia consideran que mi comportamiento no es normal (en el ámbito familia, reproducción, sexualidad).
- He vivido algún abuso sexual, alguien de la familia ha abusado de mí, han abusado de mí pero, en casa no lo saben, alguien de casa ha sido abusado y solo yo lo sé, han abusado de mí pero, nadie en casa debe saberlo, etc.
- Hay problemas en casa, los miembros de la familia no llevan buena relación, somos muchos en casa pero, no somos muy unidos, hay malentendidos en casa, hay silencios incómodos en casa, vivir en esta casa es una locura, vivir en esta casa es imposible, ya no soporto vivir en esta casa, no puedo quedarme a vivir más en ésta casa, etc.
- He perdido a un hijo (muerte, aborto, secuestro, robo, violencia, etc.), a mi madre, a mi padre, a mi nieto.
- Hace falta un hijo más en casa, falta una niña, falta un niño, etc.
- Mi hijo entró ya al colegio y ya no lo tendré en casa.
- Mi nieto ya es grande y ya no lo cuidaré yo, ya no estará en casa.
- El abuelo ha muerto y no vivirá más nosotros en casa.
Todas estas anteriores posibles vivencias, que yo como mujer pueda estar sufriendo o haya sufrido, pueden dañar mi útero.
- Si yo como mujer tengo algún tipo de conflicto con mi sexualidad, con mi vida sexual lo más seguro es que dañe mi endometrio.
- Como mujer sufro de algún acto de violencia sexual, lo más seguro es que dañe mi cuello uterino.
- Soy una mujer madura y temo mucho por mis nietos o vivo sólo para ellos y algo les sucede o algo en la rutina normal cambia, dañaré directamente a mi útero.
- Si yo sé qué hay en casa, o veo dentro de casa, algún tipo de “sexualidad” sucia o negativa hacia mí o de parte de un miembro de la familia hacia otro miembro de la misma, igualmente dañaré mi útero.
Cualquier problema en útero
Cualquier problema en útero, presentado por una que mujer ya tenga nietos, tiene un 90% de posibilidad de que sea un conflicto emocional relacionado con ellos:
- Ya no cuido a mis nietos, ya no puedo cuidarlos, no confían en que yo los cuide.
- Mi hija o mi hijo ya no me permite ver a mis nietos.
- Mi hija o hijo se mudaron y ya no veo a mis nietos
- Ya no me visitan mis nietos
- Mi nieta o nieto están muy enfermos
- Mi nieta o mi nieto falleció
- Le ocurrió tal cosa grave a mi nieto
- Etc.
Fuera de asuntos de nietos
Se podría decir que en general, tener problemas en el endometrio para cualquier mujer, tiene únicamente dos variantes importantes:
- Se trata de un asunto emocional relacionado con sexualidad “sucia” (abusos, violaciones, incestos, etc.).
- Asunto emocional relacionado con “las leyes familiares” que se ha roto, y puede tratarse desde un “mi hijo no es heterosexual” y eso no está bien visto por la familia, hasta “me he casado con un hombre de otra raza o religión, un músico, un hippie, un pobre (o cualquier cosa dicha por los padres como despectivo)” y eso no está bien visto por la familia.
Puede ser algo que ha ocurrido con alguno de mis hijos y que a mí como mujer me preocupa lo que dirá la familia, o que yo como mujer estoy viviendo como hija de familia, algo que no es o no será bien visto.
No me he embarazado y ya paso de los 35, no me he casado y ya paso de los 40, salí embarazada sin casarme, mi novio me dejó embarazada, estoy enamorada de alguien que no es aceptado por la familia, o cualquier otra cosa que no sea “bien vista” por mi familia.
Volviendo al conflicto principal del útero que es “casa”, podemos añadir:
- Reglas familiares
- Asuntos sexuales sucios
- Asuntos con nietos, con hijos, conmigo como madre o conmigo como hija de familia.
Siempre estarán relacionados con casa
Todos los diagnósticos, síntomas o padecimientos en nuestro útero, siempre estarán relacionados con casa.
Con sus miembros, con el debe ser, con lo que estará bien o mal visto, con lo que ocurre con sus integrantes, con sus problemas o miedos o sufrimientos sexuales, con la casa misma (el inmueble), con la vida reproductiva, etc.
Tampoco deben ser graves e impactantes conflictos emocionales, pero si yo, durante toda mi vida, he soñado con casarme con mi novio de la secundaria y este muchacho me deja por mi vecina, yo puedo vivir una emoción de:
“Él formará otra -casa-, otro hogar, otra familia, con otra mujer que no soy yo” y eso puede dañarme el útero, si mis expectativas no contemplaban un plan B.
Es decir, yo misma me dañaré el útero por el simple hecho de no haber sido más realista con mis sueños e ilusiones. Puedo hacer pólipos uterinos o presentar sangrados abundantes (porque todo el endometrio que yo formé para alojar mis sueños, ya no será necesario).
¿Se dan cuenta cómo funciona?
Qué tal si yo me casé y comencé a tener a mis hijos, feliz porque he logrado cumplir mi más grande sueño de “formar una familia”, veo a mis hijos felices creciendo en un fabuloso hogar rosa, cuando de pronto mi marido me abandona.
Si yo lo vivo como “oh pobres de mis hijos, se ha roto la familia feliz”, si yo lo vivo como “pobres de mis hijos, la casa que les debí dar o que les prometí no funcionó”, seguramente dañaré mi útero.
Cuando si yo tuviera la fortaleza para enfrentar la realidad como es, la capacidad de hacerles ver a mis hijos que saldremos adelante sin problemas simplemente no pasaría nada.
Otro ejemplo
En casa vivo la muerte de mi madre que era un gran apoyo y compañía para mí, meses después veo cómo mi hermana con la que platico a diario y es mi mejor amiga se muda a otro país por trabajo.
Si todo esto yo decido vivirlo como víctima, si lo vivo como un “mi casa se derrumba”, entonces dañaré a mi útero
Hay Más
He basado toda mi vida, mi camino y mis gustos en idealizar una vida futura en la que a los 30 años ya estaré felizmente casada con dos o tres hijos. En la realidad, tengo ya 38 y no tengo pareja, ¿se dan cuenta del tamaño de la frustración en útero que traigo a cuestas?
Porque tengo efectivamente 8 años de retraso en “formar mi casa”, y gracias a mí, a mis equivocados planes, a mis expectativas, puedo traer el útero lleno de tumores o bien con uno enorme de 8 centímetros.
Y como estos, cientos de posibles ejemplos más…
Sin darnos cuenta nosotras las mujeres colocamos en el aparato reproductivo y en específico el útero, todos nuestros sueños y frustraciones. Y efectivamente, hasta el inmueble, la casa en sí misma, puede ser un motivo de daño en el útero.
Si mi casa es un sueño, la he decorado durante años, me ha costado años de trabajo y detalles y de pronto en un incendio esta se quema por completo, pues allá va mi útero, porque sin quererlo, le “asigné” a mi casa una importancia simbólica que no debía ser.
Así que, ante cualquier problema en el útero, y de verdad, sea el que sea. Analicemos primeramente nuestra realidad, nuestras expectativas, nuestra situación actual en casa y con la casa. La sexualidad frustrada o la reproducción planeada… porque ahí está la clave.
Con información de Acerca de Valarie Kaur