La mayoría de las personas que conozco tienen un sueño que quieren lograr. Algunas han aprendido a describirlo, otras a visualizarlo, las menos a sentirlo como si ya fuera real..
¡Atrévete a soñar! ¡Atrévete a sembrar!
¿Qué pasa si la gran mayoría se resisten a hablar de esto, por razones distintas por escépticos, por miedo a errar o por superstición? Algunos piensan que al hablar de ello “se les sala” como se dice comúnmente, o que las envidias probables lo harán irrealizable.
Hay que decir lo decible, a las personas susceptibles de ello, en el lugar adecuado, nos enseña el Dr. Ruiz Soto, palabras más, palabras menos.
Si tomamos un paso a la vez notaremos que por increíble que parezca la vida puede ser tan ingrata que ni tiempo nos damos para soñar pues con la prisa de ir en la búsqueda de lo material comúnmente se pierde la esencia más pura del ser humano.
¿Tienes idea de lograr tu sueño?
Quizá tu respuesta sea negativa, lo que ocurre constantemente, siéntete tranquilo, si así sucede estás en la media de la gran mayoría de la sociedad.
Imagínate que nadie te juzga; atrévete a jugar, a soñar, más explícitamente al gran juego del sueño. En un principio tus ideas podrán parecerte vagas, inconcebibles, eso es simplemente el inicio del proceso, atreverse a soñar es el secreto para llevarlos a la realidad.
Permítete analizar si una distracción de tu actual trabajo
Si un mero sueño guajiro, si un ideal, como si estuvieras a cargo del mundo, si un romance, si la creencia en tu éxito profesional, la consecución de una meta por la cual has luchado mucho tiempo, si el buscar una mejora material para ti y para los tuyos o los objetivos de corto o mediano plazo, son algo que vale la pena en tu vida.
Si tu respuesta fuese negativa, si considerarás una pérdida de tiempo y de vida invertir parte del viaje en ellos, me permito cuestionarte, ¿qué es lo que te mueve en la vida? Dirige tu sueño a tus objetivos.
El sueño genuino
El propósito, representa un esquema y un potencial para el ser humano; difícil concebir razones de vida distintas, algo por lo cual perseverar en todo momento.
Una semilla puede ser un árbol o una planta o un fruto en proyecto. La semilla es el primer paso para que exista el fruto. Para que la semilla germine es necesario sembrarla, regarla, cuidarla, curarle sus enfermedades y cosecharla en tiempo y forma.
El otro gran secreto asociado es la paciencia, sin ella se siembra a destiempo, se ahoga la raíz por exceso de agua y se corta el fruto que lamentablemente será amargo para cualquier paladar.
¡Atreverse a soñar! ¡Atreverse a sembrar!
¡Paciencia! requiere toques mágicos. Te recuerdo una de mis frases de siempre, “Paciencia infinita, trae resultados inmediatos”. La palabra es mágica y propicia resultados sorprendentes, inténtalo.
No dejes de leer
No dejes de sembrar cosas buenas…
Un hombre que subía cada día al autobús para ir al trabajo. Una parada después, una anciana subía al autobús y se sentaba al lado de la ventana.
Terry Guindi | diariojudio.com