Nombre en el horóscopo chino del Buey o Búfalo: Niu
Hora de influencia: entre la 1:00 y las 3:00 de la madrugada
Punto cardinal: Norte y Noreste
Estación del año: Final del invierno
Mes de influencia: Enero
Elemento fijo: Agua (ver los Elementos del Buey o Búfalo)
Aspecto: yin negativo
Flor: El crisantemo
Piedra: Granate y turquesa
Planeta: Saturno
Colores: Amarillo y azul
Signo del zodiaco equivalente: Capricornio en la astrología occidental
Su piedra: la obsidiana
Su árbol: el manzano
Número de la suerte: El uno (1)
Su verbo: “Yo Persevero”
Compatible con: Rata, Serpiente y Gallo
No compatible con: cabra, tigre y perro, quienes a su vez no se sentirán bien ante su excesivo formalismo.
Aspectos positivos: humanitario, altruistas, persuasivos, ingenuoso, metódico, paciente, tenaz, tranquilo, trabajador, ambicioso, tradicional, estable, practico, lógico.
Aspectos negativo: celosos y posesivos, persuasivos, muy serio, obstinado, rígido, intolerante.
El signo del Buey -o del Búfalo- simboliza la prosperidad alcanzada a través de la fortaleza y el trabajo. Una persona nacida durante este año será confiable, calma y metódica. Trabajado paciente y esforzado, el Buey se adhiere a la rutina y las convenciones. Aunque generalmente es imparcial y sabe escuchar, es difícil hacerle cambiar de opinión, porque es obstinado y suele tener fuertes prejuicios. Aun así, a merced a su carácter firme y digno de confianza, al nativo del Buey le serán confiados cargos de autoridad y responsabilidad. Se dice que será auspicioso para ellos si nacen a fines del invierno y principios de la primavera, y durante el día.
No sólo no hará oídos sordos ante el llamado del deber sino que, en realidad, tendrá que tener cuidado en no excederse. Por debajo de su apariencia un tanto modesta, pero pulcra, el Buey oculta una mentalidad resuelta y lógica. Su inteligencia y su destreza se esconden tras una fachada reticente y poco demostrativa. Pero, pese a ser básicamente introvertidos, la enérgica naturaleza de estos nativos puede convertirlos en oradores elocuentes y persuasivos cuando la ocasión se presenta. En momentos de agitación, su presencia de ánimo, su negativa a dejarse intimidar y su innata confianza en sí mismo restablecerán el orden.
El Buey marcha con la cabeza bien alta
Una persona nacida bajo este signo es sistemática, se adhiere a pautas fijas y tiene gran respeto por la tradición. De hecho, tiende a hacer exactamente lo que se espera de ella, y es tan predecible que es posible que la critiquen, injustamente, por falta de imaginación.
Pero el concienzudo Buey sabe que sólo haciendo las cosas en el orden debido puede tener la esperanza de alcanzar un éxito perdurable. Dueño de una mente despejada, no lo encontraras defendiéndose a duras penas en la vida, confiado en que su suerte lo sacará del paso.
Lo que la gente nacida bajo otros signos consigue mediante el ingenio y la insidia, el Buey lo logrará a fuerza de tenacidad y dedicación. Se puede confiar en sus promesas, porque una vez que da su palabra, la cumple. La opinión pública no significa mucho para él. Se entregará de todo corazón a la tarea que esté haciendo, y la terminará, porque detesta los cabos sueltos.
En los asuntos del corazón, el Buey puede ser tremendamente ingenuo. No puede llegar a comprender del todo las estratagemas del amor y mucho menos a valerse de estrategias de seducción y recursos semejantes para ganar su causa romántica. No esperes de él poesía lírica ni serenatas a la luz de la luna.
Simplemente, no está hecho para esas cosas. Incluso es probable que sus regalos sean objetos fuertes y durables, sencillos y sin pretensiones.
Como son tradicionalistas, tanto los hombres como las mujeres se inclinarán a los cortejos largos; necesitan tiempo para llegar a una relación de intimidad. Son lentos para reaccionar y revelar sus verdaderos sentimientos.
El hombre Buey
El varón de este signo puede ser un caballero de la orden más distinguida, un señor en toda la línea, pero es capaz de convertirse en un torpe adolescente a quien se le traba la lengua cuando se trata de cortejar y ganarse a su dama. Pero si te casas con él y le entregas sin reservas tu confianza, jamás te decepcionará; lo tendrás fielmente a tu lado durante toda la vida.
No será necesario que te preocupes por el pago del alquiler ni de las cuentas. Tal vez no te cubra de diamantes ni de pieles, pero llevarás una vida tan cómoda como pueda ofrecértela y jamás pasarás necesidades.
Aparte sus muchas cualidades valiosas, se sabe también que el Buey alimenta durante demasiado tiempo sus resentimientos. De memoria larga y rigurosa, es capaz de registrar hasta el último detalle de una ofensa. Allí donde otros signos, como el Tigre, el Gallo o la Rata pueden quejarse vehementemente de no sentirse bien. En tanto que la oveja y el conejo se pondrán malhumorados y hoscos, el Buey reaccionará sumergiéndose en el trabajo para aliviar su desdicha y su tensión.
Es posible que, tras una grave desilusión amorosa, se entierre para siempre en su trabajo y lleve una vida solitaria, en vez de correr el riesgo de volver a ser jamás humillado o rechazado. El Buey insistirá en arreglar sus cuentas y pagará las deudas hasta el último centavo. Si te debe algo, jamás se perdonará el no demostrar su gratitud de manera tangible.
No saldrán de él profusas, aunque vacías, fórmulas de agradecimiento. Considera que las palabras floridas y la adulación son torpezas que están por debajo de su dignidad. Pero, ¿no te sorprendería encontrarte con que ese sujeto hosco, que apenas si fue capaz de mascullar: «Gracias», te dejó algo en su testamento? Pues bien, ese es un gesto típico del Buey. Si alguien hay que con sus acciones diga más que con sus palabras, es él.
Ten cuidado con la legendaria paciencia del Buey, porque cuando una persona de este signo pierde los estribos, no pasa inadvertida. Puede ser una experiencia aterradora. No habrá manera de razonar con él: lo mismo que un toro, atacará a quien se le ponga por delante. Lo único atinado es salirse del paso y esperar a que se calme.
Pero en general, sin embargo, es muy raro que se entregue a tales excesos de agresividad, a menos que se encuentre en una situación realmente insoportable.
En su casa, su palabra es ley. Es tan capaz de dar órdenes como de recibirlas y espera que las directivas que imparte sean ejecutadas al pie de la letra.
Tiene un enfoque materialista de la vida, y aunque puede tener excesivo afecto por su familia y estar orgullosísimo de ella, también les exige mucho.
Usará la vara del éxito y los logros personales para medir su amor por ellos. Aunque no es fácil que se deje llevar por las emociones, es buen proveedor y capaz de grandes sacrificios por el bienestar de su familia. En las situaciones y momentos en que es realmente necesario, no los dejará abandonados.
El Buey en la antigüedad era considerado sinónimo de larga vida. De salud envidiablemente fuerte, su punto débil se encuentra en la zona abdominal. Por su excesivo perfeccionismo y su tendencia a reprimir las emociones, se muestra vulnerable a sufrir de úlceras, gastroenteritis y otras afecciones relacionadas con la digestión.
Su carácter exigente tiende a la ansiedad, lo que puede llevarlo a una alimentación excesiva o incorrecta. Los desequilibrios en el peso pueden traerle graves problemas, por lo que debe mantener una dieta balanceada y evitar los alimentos tóxicos y el alcohol.
Los bueyes tienen tendencia al estrés y la hipertensión, lo que suele acarrearles enfermedades a la piel. El ritmo frenético de la ciudad les resulta agobiante, en cambio la lentitud de la vida campesina, el aire puro y la actividad física los mantiene sanos y longevos.
Si este nativo se desprende de la tiranía del reloj y aprende a vivir más por placer que por deber, podrá mantener equilibrado su metabolismo, su peso y su alimentación.
Mujer Buey
Y quien haya tenido la buena suerte de casarse con una chica de este signo, tendrá sin duda una mujer que no sabe de frivolidades. Encontrarás el cuello de la camisa almidonado como lo almidona mamá, el periódico cuidadosamente doblado, día tras día, sobre la mesa del desayuno, y los huevos escalfados hechos a la perfección.
A veces, hasta es posible que el beso de los buenos días parezca apenas un gesto rutinario. Pero si la consideras aburrida o de estructura demasiado rígida, piénsalo mejor.
Es pulcra y puntual. En tu vida de casado nunca sabrás lo que es no tener camisas limpias andar con los calcetines agujereados o comer un plato quemado.
Sincera, trabajadora e irreprochable, la muchacha Buey será una esposa ideal. El talonario de cheques estará en orden y jamás se excederá en el uso de vuestra cuenta conjunta.
Te corresponde a ti hacer más animada su vida y tomar la iniciativa. Después, de todo, lo más común es que una persona nacida bajo este signo esté haciendo más de lo que le corresponde. Son muchas las cosas maravillosas que vienen envueltas en un papel marrón y sin gracia, y una de ellas es el Buey. No se te ocurra desdeñarlo por la envoltura, porque vale su peso en oro.
Una mujer de este signo siempre será parte del activo de su familia y su empresa. El Buey no tiene razón alguna para sentirse inseguro, ya que durante toda su vida se ocuparán de él; es cuestión de sentido común no dejar que alguien tan valioso tenga que arreglárselas solo. La mujer Buey nacida durante el día será más agresiva y activa que la tranquila mujer Buey nocturna. De modo similar, el Buey de invierno pasará por momentos más difíciles y tendrá que llevar una vida más austera que el Buey de verano.
Las nativas de este signo lunar son personas apegada a la tierra y que seguirá los dictados de la cabeza con preferencia a los del corazón, de manera que si quieres ganar tu causa, apela a su razón y a su inteligencia. Hazte una lista de los pros y los contras, y todo lo que le pidas, fundaméntalo con datos pertinentes y seguros. Es raro que los sentimientos solamente consigan hacerle cambiar de parecer. El Buey es de constitución fuerte y no se enferma fácilmente. Orgulloso e intransigente, desdeña las debilidades ajenas. Si puede aprender a cultivar el sentido del humor y la compasión, será mucho más feliz.
Conductora y ordenancista por naturaleza, tiende a ser en exceso rígido. Como es probable que ella se haya hecho por su propio esfuerzo, cree firmemente que todo el mundo debe elevarse por sí mismo y nada de intentar esquivarla. En su peor forma, la mujer Buey es inabordable, inflexible y de mentalidad estrecha. Su falta de tacto y consideración por los demás, unida a veces a una visión militante de la vida, pueden hacerla inepta para cargos en los que sean importantes las relaciones públicas, la diplomacia y la delicadeza. Sin embargo, se la respeta y quiere por su sinceridad, su falta de pretensiones y la firmeza de sus principios. Como no desprecia ningún trabajo, se gana la lealtad de sus subordinados.
Como dijimos antes, una persona de este signo no intentará ir por atajos. Su tranquila dignidad y su ética exigente le impedirán recurrir a medios injustos para alcanzar sus objetivos. Tampoco le gusta pedir ayuda a otros. En realidad, tiene tal confianza en sí mismo que tendrás que rogarle que te acepte un servicio.
Estos nativos tienen tendencias dinásticas. Cuidadosos y concienzudos, hacen las cosas hasta terminarlas. Esta tenacidad que el Buey lleva en sus genes se extenderá a su progenie y a las generaciones siguientes, aunque no hayan nacido bajo el mismo signo. Su excelente carácter hace de él un constructor de imperios. que tomará todas las precauciones para asegurar la prosperidad y la supervivencia de su linaje.
En cuanto padre de familia, impondrá pontificalmente las leyes y no tolerará ninguna rebelión juvenil. Su vida está construida en torno de su hogar, su trabajo y su país, y preferirá siempre las inversiones estables y a largo piazo. Como es una criatura de hábitos estrictos, no le gusta el juego: los riesgos y los márgenes de seguridad demasiado estrechos lo desalientan, porque ponen en peligro su profunda necesidad de seguridad.
De los doce signos, el colorido Gallo llenará de sol la vida ordenada del Buey, y será una espléndida pareja para él. Ambos tienen gran respeto por la autoridad, admiran la eficiencia y poseen gran dedicación al deber. Estos -atributos en común los unen. Igualmente adecuada será la unión con la afectuosa Rata o con la prudente Serpiente, ya que ambas se interesarán profundamente por el valioso Buey.
El Dragón, el Conejo, el Buey, el Caballo, el Jabalí y el Mono también serán compatibles, en menor grado, con el Buey, pero es posible que el Perro lo encuentre demasiado blando y le critique su falta de humor. Al Buey tampoco le interesará mucho la compañía de la caprichosa Oveja ni la del rebelde nativo del Tigre, quienes a su vez se resentirán ante su formalismo.
Suceda lo que suceda, se puede estar seguro de que el éxito de que disfrute el Buey habrá sido ganado por sus propios méritos. En una palabra, el Buey -fuerte y disciplinado- no espera (ni conseguirá) que en su vida lo lleven gratis a ninguna parte. Valiente y recio, terminará ganando gracias a su propio esfuerzo, y nadie lo tendrá mejor merecido.
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