¿Por qué tantos buscan el amor pero no lo encuentran? Quizás piensas que se debe a la escasez de prospectos solteros/as disponibles, o tal vez opinas que ya no quedan buenos partidos, o a lo mejor crees que la gente es muy exigente y por eso no hayan una pareja.
En el amor, ¡no todos los perros muerden!
Es cierto que lo mencionado puede obstaculizar la búsqueda del amor, sin embargo, una de las razones principales por la que hay tanta gente sola es, irónicamente, ¡porque tienen miedo a amar!
Si en el pasado tuviste una experiencia amorosa que te hirió profundamente, sin dudas, hoy tienes pavor de volver a enamorarte.
Por eso, consciente o inconscientemente alejas a quien se acerca. Es como cuando alguien es mordido por un perro, quedan traumados y al acercarse otro perro a ellos aunque el perro demuestre ser amigable, cariñoso e indefenso, ese trauma es difícil de superar, así pasa en el amor, las personas creen que si alguien los lastimó el resto también harán.
“No me vuelvo a enamorar”
Lo interesante es que, aún los que tienen terror al amor y dicen: “no me vuelvo a enamorar”, como quiera desearían enamorarse locamente.
El problema es que asocian el sentimiento sublime del amor con dolor. ¡Que error! ¿Quién dijo que el amor es sufrimiento? El amor es puro e inocente, !no duele!, sólo hiere cuando la persona que amas te lo retira. Y eso es un riesgo que todo el que ama tiene que tomar.
Y para que este riesgo sea menor, tienes que ser selectivo y prestar atención al comportamiento de quien te pretende. Fíjate si le interesa escucharte, si le importan tus problemas, si parece estar feliz cuando está a tu lado. Cada detalle es un clara señal que te deja saber si es o no merecedor de tu corazón.
No te limites, en el amor la mayoría de los perros no muerden. Deja de pensar que todos te van a lastimar. Arriésgate a confiar, y la persona indicada verá el camino para entrar en tu corazón.